EFE
Arabia Saudí informó ayer domingo la muerte de más de 1.300 peregrinos durante el ‘hach’, la peregrinación musulmana anual a La Meca, afectados sobre todo por la ola de calor que elevó las temperaturas a casi 52 grados.
El Ministerio de Salud saudí declaró en un comunicado que 1.301 personas fallecieron durante los ritos del ‘hach’ afectadas por el estrés térmico, el 83% de los cuales no estaban autorizados para realizar la peregrinación. La gran mayoría de esos peregrinos viajaron de forma “irregular” y no participaron con las delegaciones oficiales de sus correspondientes países.
Egipto, que participó con una delegación oficial de más de 50.000 personas, es el país más afectado con unos 325 muertos, según contabilización del sábado. Sin embargo, el gobierno egipcio admitió que le está siendo difícil recopilar los datos de todos sus nacionales ya que un gran número que viajó a realizar el ritual, lo hizo de forma irregular, en referencia a que no estaban incluidos en las cuotas de personas marcadas por Arabia Saudí para cada país y que viajan en las misiones oficiales.
Egipto ha formado una célula de crisis para dar seguimiento a este tema, encabezada por el primer ministro del país, Mostafa Madbuli.
Procedimiento
Cada país, que va ofreciendo datos sobre los decesos entre los peregrinos, cuenta con una delegación oficial con los permisos y visados que Arabia Saudí expide para el ritual.
Este año la peregrinación congregó a 1,8 millones de fieles, 1,6 millones de ellos procedentes de otros países, según las autoridades sauditas.
Los visados que son otorgados por Arabia Saudita se basa en un sistema de cuotas por país y, en casos como Egipto, sorteados luego entre los fieles.
Quienes salen sorteados deben recurrir a agentes de viaje acreditados, generalmente costosos. Por eso muchos fieles intentan evitar los circuitos oficiales, sobre todo desde que el reino introdujo visas turísticas en 2019.
Un alto funcionario saudita estimó el número de peregrinos no registrados “en unos 400.000”, “casi todos de una nacionalidad”, refiriéndose probablemente a Egipto.
Debido al precio elevado de este viaje, que tenía un coste medio de 5.000 dólares por persona, muchos optaron por otras vías que el reino saudí considera ilegal.
Estos fieles que viajaron de forma no oficial, por ejemplo con visado de turista, no tenían acceso durante la peregrinación a las instalaciones climatizadas y tiendas de campaña desplegadas para este evento a lo largo del camino, por lo que sus únicos refugios eran las calles de la ciudad más sagrada del islam ante el calor extremo.
El reino saudí gastó millones de dólares en acomodar a los fieles que viajaron bajo el sistema de cuotas.
Consecuencias
En el gobierno de Túnez, que ha documentado 49 muertos (cifra del pasado sábado), se ha cobrado la primera víctima política.
El presidente del país, Kais Said, destituyó el pasado viernes al ministro de Asuntos Religiosos, Ibrahim al Shaibi, poco después de conocerse el número de fieles tunecinos fallecidos en el ‘hach’.
Hasta el pasado sábado, el segundo país más afectado -luego de Egipto- ha sido Indonesia, con unos 200 muertos, seguido de la India, con 98; Malasia, 34, y Bangladés, con 31. Marruecos ha anunciado al menos 20 decesos, mientras que el Gobierno del Kurdistán iraquí ha informado de 19 muertes durante la peregrinación. Otros países como Irán, Libia, Holanda, Estados Unidos y Siria también han anunciado fallecidos.
No obstante, en la gran mayoría de los comunicados, no se indica las causas de la muerte de estos fieles y la cifra podría aumentar durante los próximos días.
El ‘hach’ es uno de los cinco pilares del islam y es obligatorio al menos una vez en la vida para cada musulmán cuya salud y recursos se lo permitan.
Agencias castigadas
Tanto Egipto como Jordania han culpado a “individuos y agencias” por facilitar viajes de forma irregular y han prometido castigo contra ellos.
El primer ministro egipcio, Mostafa Madbuli, ordenó retirar la licencia de 16 agencias que organizaron viajes de forma “irregular”’, en medio de una crisis en el país tras las muertes de centenares de compatriotas.
Madbuli subrayó “la necesidad de tomar decisiones inmediatas contra las empresas o las entidades que enviaron a estos peregrinos a través de mecanismos y vías no oficiales”, según un comunicado del Consejo de Ministros tras la reunión de la célula de crisis creada para el seguimiento de este tema.
Esas 16 empresas a las que han revocado las licencias “organizaron estos viajes con otro tipo de visado y no el especial para la peregrinación”, según el informe.
Asimismo, los responsables de esas agencias serán remitidos a la fiscalía y se les impondrán multas, “que se pagarán a las familias de los peregrinos fallecidos”.
Madbuli afirmó que 31 de los peregrinos egipcios murieron “por enfermedades crónicas” de la delegación oficial.
Por su parte, el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shukri, declaró que la “mayoría de peregrinos que perdieron sus vidas durante esta crisis visitaron (La Meca) de forma irregular, ya que las agencias de viajes que organizaron su visita no les suministraron servicios”.
El ministro de Turismo egipcio, Ahmed Eisa, dijo que “cualquier empresa de viajes que esté implicada en ofrecer promesas a los egipcios de viajar a hacer la peregrinación de forma irregular, se le retirará la licencia inmediatamente y sus responsables serán remitidos a un juicio acusados de estafa”.
Condolencias
Numerosos gobiernos se expresaron ante la tragedia, entre ellos el Departamento de Estado de EE.UU. que confirmó la muerte de “varios ciudadanos estadounidenses” y ofreció “nuestras más sinceras condolencias a las familias por su pérdida. Estamos dispuestos a proporcionar toda la asistencia consular apropiada”, afirmó un portavoz.
La peregrinación anual a La Meca terminó el pasado miércoles tras cinco días de rituales religiosos, pero la cifra de muertos ha aumentado constantemente.