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Maduro maquilla la economía quitando cinco ceros al bolívar, pero la inflación devora todo

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La inflación se disparó y provoca un frecuente cambio de precios de los alimentos y otros productos. Foto: Reuters

Venezuela sufre los golpes de alta inflación

Busca inversiones y castiga ilícitos cambiarios; admite el fracaso productivo

Nicolás Maduro cambió de opinión el miércoles. En vez de eliminar tres ceros al bolívar decidió que sean cinco menos para que, al entrar en vigencia el próximo 20 de agosto, no luzca tan devaluado. Su anuncio obedece a un programa de recuperación financiera diseñado por sus asesores y gabinete.

La vigencia del nuevo programa monetario ya había sido reprogramada por pedido de la banca, pues inicialmente estaba prevista para el 4 de julio.

La nueva emisión comienza con billetes de 0,5 bolivares y sigue con los de 2, 5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500 (50.000.000 de los actuales), que es de color marrón y tiene la imagen de Simón Bolívar diseñada por el oficialismo en 2012 y criticada por la oposición radical por su ligero parecido con el expresidente Hugo Chávez. El equivalente de ese monto es de 14,7 dólares, pero ante la volatilidad del mercado negro de divisas y de la hiperinflación —el Fondo Monetario Internacional estima que llegará a 1.000.000% este año— su destino es la devaluación antes de que comience a circular en un mes.

El bolívar soberano —bautizado así por el oficialismo— estará anclado en el petro, la criptomoneda creada en marzo por Maduro. El economista Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica, opina que esa decisión es una entelequia porque el respaldo de una moneda está en la confianza. "Eliminar los ceros del bolívar es una medida cosmética, orientada a reducir el orden de magnitud. Pero no es una resolución de la hiperinflación. Lo del anclaje amerita una disciplina fiscal y monetaria que no tiene este gobierno", considera.

El nuevo plan socialista está acompañado de un proyecto de ley de ilícitos cambiarios que asoma una posible flexibilización del control de divisas impuesto desde 2003. Maduro ordenó que se apruebe esta propuesta en la Asamblea Nacional Constituyente, integrada solo por el chavismo, que preside Diosdado Cabello, para que adquiera rango legal.

Compras: un vendedor de frutas recibe varios billetes de un cliente en el mercado abierto de la ciudad de Maracaibo. Foto: Reuters
Compras: un vendedor de frutas recibe varios billetes de un cliente en el mercado abierto de la ciudad de Maracaibo. Foto: Reuters

Sin credibilidad.

Su estrategia se retracta de la exclusión del dólar y del euro para hacer transacciones financieras en el mercado internacional. Así se desdice del plan que había trazado en septiembre de 2017 para liberarse de la hegemonía de estas monedas. Maduro apuesta a captar inversiones con la firma de un decreto que exonera de impuestos y de gravámenes a las importaciones de bienes de capital, materias primas, insumos, máquinaria y repuestos. Oliveros duda que las medidas ayuden a paliar la crisis. "Para salir de una hiperinflación, se amerita un programa económico amplio, pues se trata de restablecer los equilibrios económicos de un país. La hiperinflación se genera por un profundo desequilibrio fiscal y también monetario. Y en las medidas que anunció Maduro no hay nada de esto. El otro factor clave es que se debe tener mucha credibilidad. Y de eso también carece el gobierno".

El programa no es visto como un rescate por sus adversarios, sino como un maquillaje que empeorará la ya golpeada economía. Es una crisis con consecuencias devastadoras.

Maduro admite que ha fallado en el desarrollo de las "fuerzas productivas" y en la dependencia de un modelo rentista, pero a la vez promete fortalecer la entrega mensual de alimentos subvencionados por cada CLAP (Comité Local de Abastecimiento y Producción) a cambio de apoyo a su gestión, el Carnet de la Pattria y bonificaciones denunciadas por opositores por conformar un mecanismo de control político.

El desastre es inocultable y hasta aceptado por sus aliados. Freddy Bernal, coordinador del programa CLAP, admite que han perdido gobernabilidad.

Precio: en el mercado Las Pulgas, situado en la ciudad de Maracaibo, venden porotos rojos a 500 bolívares el kilo. Foto: Reuters
Foto: Reuters

"Se lo quemamos en las manos"

Al anunciar la segunda reconversión monetaria en una década —en 2008 el entonces presidente Hugo Chávez (1999-2013) eliminó tres ceros al bolívar— el presidente Nicolás Maduro manifestó que la medida tomada busca "facilitar las transacciones financieras y proteger al bolívar. Cinco ceros menos para que tengamos un nuevo sistema financiero y monetario de estabilidad". Asimismo, denunció "la guerra criminal que se llevó el cono monetario de Venezuela, se llevó el billete de los venezolanos. Pero, se acabaron las mafias con la reconversión, les quemamos el billetes en las manos".

Apenas alcanza para comprar un kilo de pollo

¿Desatará un estallido social? ¿Obligará al gobierno a liberar la economía? La proyección del FMI plantea escenarios volátiles con una única certeza: el dramático deterioro de las condiciones de vida. Hoy el ingreso básico de un venezolano —1,5 dólares a la tasa del mercado negro— apenas alcanza para un kilo de pollo. Mientras, las finanzas públicas languidecen por el derrumbe de la producción petrolera, que aporta 96% de los ingresos. El FRMI avizora un sombrío panorama con una caída del PIB de 18%.

"Ya nada me sorprende. Día a día, las cosas aumentan. No es gradual, es exponencial", comentó Marcos Salazar mientras comía, en un puesto callejero, una hamburguesa que le costó un salario mínimo. Profesor de 31 años, sobrevive con tres trabajos y remesas familiares.

Se estima que 1,6 millones de venezolanos emigraron desde 2016 a raíz de la debacle, que según las principales universidades del país elevó la pobreza a 87% en 2017. El FMI cree que ese éxodo se intensificará, además, por la escasez de comida y medicinas y el deterioro de los servicios públicos.

Según la OPEP, la producción de la estatal petrolera, casi única fuente de divisas, cayó de 3,2 millones de barriles diarios (mbd) en 2008 a 1,5 millones en junio pasado, impidiendo aprovechar la recuperación de los precios.

"De la hiperinflación solo se sale con reformas económicas profundas. Así han terminado todos los casos", dijo Henkel García, director de Econométrica, señalando que estos fenómenos no se mantienen de forma permanente. El FMI prevé que el gobierno seguirá cubriendo el déficit con financiamiento monetario, propulsor de la inflación. FUENTE: AFP

Dificultad: en un puesto de venta de frutas y verduras, en Maracaibo, aguardan por clientes.Foto: Reuters
Foto: Reuters

El escenario del desastre

300 dólares por lentes de lectura

En Venezuela, los precios aumentan cada vez con mayor velocidad, alcanzando niveles inverosímiles. Unos lentes para leer peden costar 1.000 millones de bolívares (unos 300 dólares a la tasa del mercado negro), y un kilo de ajo 32 millones (10 dólares), frente a un salario mínimo de solo 1,5 dólares. Harían falta 10.000 billetes de la más alta denominación para comprar los lentes.

El absurdo alcanza al combustible

La nafta es casi lo único que no sube, por lo que es la más barata del mundo. Con un dólar cambiado en el mercado negro se pueden comprar 3,3 millones de litros (cada uno a un bolívar). El absurdo llega al punto de que con la moneda de menor valor en el nuevo cono monetario, de 0,5 bolívares se podrían adquirir 50.000 litros. Esa distorsión hace problable que tengan que ajustar el precio de la nafta.

Inflación y los billetes obsoletos

Se estima que las nuevas medidas derivarán en que los billetes se disolverán como sal en agua en seis meses si el gobierno no aplica medidas para controlar la inflación, advierte Henkel García, director de la consultora Econométrica. "Tendrán que volver a quitarle ceros a la moneda". A su vez, el economista Leonardo Vera estima que el billete de 500 "quedará obsoleto en diciembre".

Necesita que la economía sea estable

Maduro dio señales de apertura con un proyecto que flexibiliza el control de cambios, para atraer la inversión extranjera, y anunció que exonerará de impuestos y aranceles, por un año, la importación de materias primas y maquinaria. Pero, las medidas solo serán relevantes "si hay estabilidad económica que atraiga inversiones", opinó el economista Luis Vicente León.

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