León XIV reunió a miles de personas en Líbano y llamó a “cambiar la historia” y a “enfrentar la intolerancia”

En la segunda jornada de su visita a Líbano, el jefe de la Iglesia Católica habló antes miles de personas congregadas en Bkerke, cerca de Beirut e instó a los jóvenes a construir “un futuro nuevo.

El Papa León XIV observa una actuación durante una reunión con jóvenes en el Patriarcado Maronita en Bkerke, al norte de la capital, Beirut.
El Papa León XIV durante una reunión con jóvenes en el Patriarcado Maronita en Bkerke, al norte de la capital, Beirut.
Foto: AFP

Redacción El País
El papa León XIV congregó ayer lunes en Bkerke, cerca de Beirut, a unos 15.000 jóvenes libaneses a los que animó a “cambiar el curso de la historia” en un mundo “desgarrado por guerras y desfigurado por injusticias sociales”, en la segunda jornada de su visita a Líbano.

En este lunes de fiesta decretado por el Gobierno, cerca 15.000 jóvenes, también sirios e iraquíes, recibieron al pontífice, que recorrió en un carrito de golf la plaza entre coros y gritos.

Después, los jóvenes leyeron algunos testimonios de su miedo a la guerra o al futuro debido a la inestabilidad económica, le hablaron de la devastación del puerto de Beirut en 2020 y la necesidad de tener que emigrar.

“Vivimos en un país sin estabilidad, ni en seguridad ni en economía. Cada día, cargamos con el miedo a lo desconocido, al peligro, a una guerra que podía estallar en cualquier momento, sin saber dónde o cuándo”, le dijeron al papa.

El Papa León XIV habla durante una reunión con el presidente del Líbano en el palacio presidencial de Baabda, al este de la capital, Beirut.
El Papa León XIV habla durante una reunión con el presidente del Líbano en el palacio presidencial de Baabda.
Foto: AFP

“Sus relatos hablan de valentía en el sufrimiento, de esperanza en la desilusión, de paz interior en medio de la guerra. Son como estrellas luminosas en una noche oscura, en la cual ya vislumbramos el resplandor del alba. En todos estos contrastes, muchos de los aquí presentes pueden reconocer sus propias experiencias, tanto en el bien como en el mal”, les dijo en francés el pontífice.

Recordó que “la historia del Líbano está tejida de páginas gloriosas, pero también marcada por heridas profundas que tardan en cicatrizar. Estas heridas tienen causas que sobrepasan las fronteras nacionales y se entrelazan con dinámicas sociales y políticas muy complejas”.

“Queridos jóvenes, quizá lamenten haber heredado un mundo desgarrado por guerras y desfigurado por injusticias sociales. Y, sin embargo, en ustedes reside una esperanza, un don, que a nosotros adultos parece escapársenos. Ustedes tienen tiempo. Tienen más tiempo para soñar, organizar y realizar el bien. ¡Ustedes son el presente y en sus manos ya se está construyendo el futuro!”, les dijo el pontífice.

“Y tienen el entusiasmo para cambiar el curso de la historia. La verdadera resistencia al mal no es el mal, sino el amor, capaz de curar las propias heridas mientras sana las de los demás”, agregó.

León XIV instó a los jóvenes a construir “un futuro nuevo, que debe anunciarse mediante la reconciliación y la ayuda recíproca”

“¡Construyan un mundo que sea mejor que el que han encontrado!. Ustedes, jóvenes, son más directos en tejer relaciones con los demás, incluso diferentes por su entorno cultural o religioso”, añadió.

El Papa León XIV observa durante una ceremonia de bienvenida a su llegada al Aeropuerto Internacional de Beirut, en la capital libanesa.
El Papa León XIV durante una ceremonia de bienvenida en el Aeropuerto Internacional de Beirut, en la capital libanesa.
Foto: AFP

Tolerancia

En otro discurso, el papa León XIV instó a los líderes de las comunidades religiosas libanesas a combatir la intolerancia y la violencia en este país multiconfesional.

En el segundo día de su visita a Líbano, uno de los momentos más destacados fue un evento interreligioso en la plaza de los Mártires, en el centro de Beirut, un espacio emblemático, símbolo de la memoria nacional.

“Ustedes están llamados a ser constructores de paz: a enfrentarse a la intolerancia, a superar la violencia y a desterrar la exclusión”, declaró el papa en este país profundamente dividido.

Uno tras otro, los representantes de las doce comunidades cristianas y las cuatro musulmanas se sucedieron para subrayar la importancia de la convivencia en Líbano, que sufrió una larga guerra civil (1975-1990).

El lunes por la mañana, León XIV visitó el monasterio de Annaya, en las montañas del norte de Beirut, que alberga la tumba de Chárbel Makhlouf, un monje maronita canonizado en 1977 y reconocido por unir a cristianos, musulmanes y drusos.

“Para el mundo, pedimos paz. Especialmente la imploramos para Líbano y para todo Oriente Medio”, dijo desde el interior del monasterio de piedra, iluminado con velas. EFE, AFP

Con banderas libanesas y vaticanas, la gente espera al Papa León XIV en Hazmieh, un suburbio al este de Beirut.
Con banderas libanesas y vaticanas, la gente espera al Papa León XIV en Hazmieh, un suburbio al este de Beirut.
Foto: AFP

Un país entre la guerra y la crisis económica

Además de la guerra entre Israel y la organización terrorista Hezbolá, Líbano ha enfrentado una sucesión de crisis desde 2019, incluido un colapso económico y una devastadora explosión en 2020 en el puerto de Beirut. El centro de investigación Al-Doualiya estima que 800.000 libaneses emigraron entre 2012 y 2024. La población actual se estima en 5,8 millones de habitantes, de los cuales más de un millón son refugiados sirios.

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