La crisis en Venezuela
Reclaman el pago completo de sus pensiones en efectivo.
Apoyados en sus bastones, sentados en sillas de plástico o de pie y agarrados de las manos, ancianos bloquearon ayer miércoles calles en varias ciudades de Venezuela para exigir el pago de sus pensiones en efectivo.
En el centro de Caracas, unos 200 jubilados interrumpieron el tráfico en la concurrida avenida Urdaneta, a escasas cuadras del palacio presidencial de Miraflores.
"No están pagando la pensión (completa), nos están pagando solamente dos millones" de bolívares en efectivo (17 dólares según la cotización oficial y 60 centavos de dólar en el mercado negro), dijo a la AFP Basilio Octo, quejándose de que esa suma —la cuarta parte de su mesada— apenas le alcanza para 15 huevos.
De 68 años, este delgado hombre se unió a la manifestación en la Urdaneta tras hacer fila frente al banco desde las tres de la madrugada.
Octo, quien logró cobrar casi a mediodía, agitaba indignado su libreta de ahorros, que reflejaba una transferencia por el resto de la pensión. Quería todo en metálico.
En Venezuela, los billetes escasean porque su impresión se ha quedado rezagada frente a una hiperinflación que, según el FMI, podría superar 13.800% este año.
Debido a ello, en algunos mercados los alimentos y productos básicos —muy escasos— cuestan hasta tres veces menos si se pagan en efectivo, con lo cual los pensionados podrían estirar su ingreso. El papel moneda incluso se vende informalmente al doble o triple de su valor.
"Hay hambre".
Decenas de jubilados también protestaron en Ciudad Bolívar, San Francisco y Maracaibo, donde algunas entidades informaron que el límite de efectivo fue fijado por la Superintendencia de Bancos.
Firmes, los ancianos impidieron el paso de motociclistas que intentaban burlar el cordón, y expulsaron a los que expresaban su apoyo a Maduro. Mujeres septuagenarias, varias con ropas desgastadas, se agarraban con fuerza mientras gritaban: "Queremos efectivo".
El pasado 20 de junio, Maduro aumentó la pensión de los jubilados a 4,2 millones de bolívares, pero solo un kilo de carne cuesta cinco millones.
Protegiéndose del sol con un sombrero, Eulice Bolívar protestaba sentada en una pequeña silla de plástico que suele llevar para hacer fila en el banco. "Están protestando los viejitos porque necesitan su pensión, necesitan su comida, hay demasiada hambre", añadió.
Llorando, Beatriz Mercado, de 79 años, se preguntaba para qué le alcanzarían los dos millones si solo en la farmacia gasta 12 millones.
El 4 de agosto empezarán a circular nuevos billetes que eliminan tres ceros a la moneda, pero el de mayor denominación hoy no alcanza para comprar ni un café.
"Nos marginan (...), pagan lo que quieren y eso no es regalado, eso se lo ganó uno", se quejó por su parte Jesús Linares, de 74 años, quien llevaba cinco horas en fila para cobrar su pensión.
Ola de protestas.
Las protestas gremiales en Venezuela se multiplicaron ayer miércoles en Caracas y varios estados del país para denunciar los embates que se viven en medio de la crisis económica. Solo en Caracas se registró una decena de manifestaciones de trabajadores de la salud, legislativos, eléctricos, docentes y de telecomunicaciones —todos dependientes del Estado— para exigir que les aumenten sus ingresos mensuales, hoy insuficientes frente a la inflación diaria de 2,8%. Según la ONG Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, unas 5.300 protestas se registraron en Venezuela el primer semestre de 2018.