Israel y Siria negocian acuerdo fronterizo; embajador de Trump en Turquía opera de nexo entre los dos países

Trump recurrió a Barrack, un viejo amigo, para que le ayudara a hacer realidad su visión para Medio Oriente, que la administración espera que fomente menos conflictos y más prosperidad.

Hombre camina sobre la foto del derrocado presidente sirio Bashar al-Assad.
Hombre camina sobre la foto del derrocado presidente sirio Bashar al-Assad.
Foto: Omar Haj Kadour/AFP.

Siria e Israel están manteniendo conversaciones “significativas” a través de EE.UU. que apuntan a restablecer la calma en su frontera, según Tom Barrack, uno de los enviados clave del presidente Donald Trump a Medio Oriente.

Barrack, embajador de Estados Unidos en Turquía y enviado especial para Siria, declaró a The New York Times que la administración quería que Siria adhiriera a los Acuerdos de Abraham, que establecieron relaciones diplomáticas entre Israel y cuatro estados árabes durante el primer mandato de Trump. Sin embargo, Barrack advirtió que esto podría llevar tiempo, ya que el nuevo presidente sirio, Ahmad al-Sharaa, podría encontrar resistencia en su país. “Su propio pueblo no puede verlo obligado ni coaccionado a aceptar los Acuerdos de Abraham”, dijo Barrack. “Así que tiene que actuar con lentitud”.

Trump recurrió a Barrack, un viejo amigo e inversor de capital privado, para que le ayudara a hacer realidad su visión para Medio Oriente, que la administración espera que fomente menos conflictos y más prosperidad.

Trump dejó en claro durante su visita a Medio Oriente en mayo que los lucrativos acuerdos comerciales en sectores como las armas y la inteligencia artificial eran su prioridad, y su decisión de bombardear las instalaciones de enriquecimiento nuclear en Irán el mes pasado mostró su apoyo a Israel y su voluntad de usar la fuerza contra los enemigos de Estados Unidos.

Barrack calificó el enfoque de la administración como un cambio respecto de los anteriores intentos estadounidenses de “construcción de naciones” que habían fracasado. “En este barrio, todos respetamos el poder, y el presidente Trump ha establecido el poder de Estados Unidos como precursor de la paz con creces”, afirmó Barrack.

Gran parte del trabajo de Barrack se ha centrado en impulsar a Siria y al Líbano, ambos países recuperándose de guerras destructivas, hacia la solución de sus propios problemas mientras consiguen el apoyo de Catar, Arabia Saudita, Turquía y otros socios regionales.

No está claro si el enfoque de Trump en priorizar el desarrollo económico por sobre el apoyo abierto a la democracia tendrá más resultados que los esfuerzos de administraciones anteriores para abordar algunos de los problemas más acuciantes de Medio Oriente.

Barrack, en su primer trabajo diplomático a los 78 años, ha estado fortaleciendo sus relaciones con jefes de estado y otras figuras influyentes. Gran parte del esfuerzo de Barrack se ha centrado en Siria, donde el incipiente gobierno de al-Sharaa está tratando de reconstruir el país después de una guerra civil de 13 años.

Trump firmó esta semana una orden ejecutiva destinada a poner fin a décadas de sanciones estadounidenses contra Siria. Barrack afirmó que, en lugar de imponer exigencias estrictas, la administración había establecido objetivos para que el gobierno sirio trabajara en su cumplimiento mientras Washington supervisaba su progreso.

Esas indicaciones incluirían encontrar un acuerdo pacífico con Israel; integrar a la milicia liderada por los kurdos y apoyada por Estados Unidos que controla el noreste de Siria; e investigar el destino de los estadounidenses que desaparecieron durante la guerra.

Los funcionarios estadounidenses han expresado su preocupación por los miles de combatientes que llegaron a Siria desde el extranjero para participar en la guerra, en su mayoría como parte de grupos yihadistas.

Levantar las sanciones para estimular cambios funcionó mejor que mantenerlas vigentes hasta que Siria cumpliera demandas específicas, dijo Barrack.

“Es una forma brillante de lograr lo mismo, y de todos modos estas sanciones acumuladas nunca han funcionado”, dijo.

Las relaciones del nuevo gobierno sirio con Israel han sido tensas, ya que su ejército se ha desplazado al sur de Siria y ha llevado a cabo operaciones allí con frecuencia. Las conversaciones buscan apaciguar el conflicto fronterizo y sentar las bases para unas mejores relaciones.

Barrack, cuyos antepasados emigraron a Estados Unidos desde el Líbano, calificó de “fracaso total” el alto el fuego que puso fin a una guerra entre Israel y Hezbolá en noviembre porque Israel seguía bombardeando el Líbano y Hezbolá estaba violando los términos del acuerdo.

El mes pasado, presentó una propuesta del secretario de Estado, Marco Rubio, que, según Barrack, describía al gobierno libanés, con objetivos y plazos específicos, cómo desarmar a las fuerzas de Hezbolá y sanear la economía del país. Se espera que reciba una respuesta la próxima semana.

Desarmar a Hezbolá requerirá “zanahorias y palos”, dijo, e implica que el ejército libanés busque armas casa por casa. Un proceso de ese tipo probablemente generaría resistencia por parte de las comunidades musulmanas chiítas, que desde hace mucho tiempo consideran a Hezbolá como el defensor del Líbano y la “resistencia” contra Israel.

Para darle a esos chiítas una participación en el proceso, dijo Barrack, Estados Unidos estaba buscando ayuda financiera de Arabia Saudita y Catar que se centraría en la reconstrucción en partes del sur del Líbano afectadas durante la guerra.

“Si los chiítas del Líbano obtienen algo de esto, cooperarán”, dijo.

ONU extiende seis meses su misión en el “Golán sirio”

El Consejo de Seguridad de la ONU renovó esta semana por seis meses, hasta el 31 de diciembre, el mandato de la misión de cascos azules en el Golán sirio, conocida como UNDOF (”fuerza de observación de retirada de Naciones Unidas”, siglas en inglés). La renovación contó con el voto unánime de los quince miembros, algo cada vez más raro en un consejo donde se reflejan las hondas divisiones geopolíticas sobre casi todos los conflictos repartidos por el mundo. Según la página de la UNDOF, componen la fuerza 1.224 personas, es decir, una misión relativamente pequeña de las misiones de paz que la ONU tiene desplegadas en África y Asia, principalmente. La misión de UNDOF fue establecida en 1974 como una especie de “tapón” entre el Golán sirio ocupado por Israel y el resto de Siria, y se ha ido renovando sistemáticamente, incluso durante los años de la guerra civil siria.

La caída del régimen de Bachar al Assad permitió a Israel avanzar territorialmente en el Golán. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, aseguró en enero y de nuevo en abril que el ejército israelí permanecería en esas nuevas posiciones “indefinidamente”.

Por Ben Hubbard / The New York Times y Agencia EFE

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