Israel invitó a Lacalle Pou a inaugurar la oficina de Uruguay en Jerusalén

El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Eli Cohen, se reunió ayer martes en Asunción con el presidente Luis Lacalle Pou. Ambos coincidieron en la capital paraguaya para los actos de instalación del nuevo gobierno de Santiago Peña. Cohen, que hoy miércoles estará en Montevideo por unas horas, donde se reunirá con el canciller Francisco Bustillo, respondió por escrito a presuntas que le envió El País con motivo de su viaje a la región. El ministro israelí destacó la buena relación entre los dos países, y consideró a Lacalle Pou “un visionario que ha logrado liderar a Uruguay con una economía estable y próspera orientada hacia la innovación”.

-Los llamados Acuerdos de Abraham impulsados por el expresidente estadounidense Donald Trump llevaron a que Israel normalizara relaciones con algunos países árabes, como Emiratos Árabes Unidos, Beréin, Sudán y Marruecos. En estos momentos, con la mediación de Estados Unidos bajo la administración de Joe Biden, se busca sumar a Arabia Saudita. ¿En qué están estas gestiones desde el lado de Israel? ¿Están manejando plazo para un acuerdo?

-Los Acuerdos de Abraham han marcado una nueva era de paz y prosperidad para Israel y naciones árabes como los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin. También hemos logrado la paz con Marruecos y un acuerdo inicial con Sudán. Estas relaciones son un complemento importante de nuestra paz existente con nuestros vecinos en Egipto y Jordania. Estos acuerdos se han traducido en un aumento del comercio, el turismo, la cooperación en defensa y los contactos entre personas, sin dudas trayendo estabilidad a la región. Soy muy optimista de que podremos expandir nuestras relaciones con más países árabes y musulmanes, entre ellos, por supuesto, Arabia Saudita, la potencia del mundo árabe.

Asegurar este vínculo con los sauditas será más que solo otro logro diplomático, será un cambio de juego regional y mundial. Traerá estabilidad y prosperidad a muchos, al mismo tiempo que asegurará un frente sólido contra el enemigo real en la región, el régimen del terror de Irán, que preocupa a los sauditas más que cualquier otro factor en el Medio Oriente, incluido Israel.

Creo que sería posible dar un paso positivo hacia la normalización en los próximos siete meses, pero hay muchas piezas en movimiento en este proceso que deben unirse para que esto ocurra. Haremos todo lo que podamos desde nuestra parte, sin dejar de lado los pilares fundamentales de nuestra política para salvaguardar la seguridad de Israel.

-Un acuerdo Israel-Arabia Saudita podría incidir para una solución al conflicto con los palestinos. ¿Qué expectativa tiene Israel que así sea? ¿Qué condiciones pondría Israel?

-Israel ha hecho muchos esfuerzos en el pasado para alcanzar la paz con los palestinos, incluida la retirada de la Franja de Gaza. Desafortunadamente, cada vez que hubo que elegir entre la paz o la violencia, el liderazgo palestino eligió el camino del terror y la incitación. Más de 53 israelíes han sido asesinados desde el comienzo de este año solo por terroristas palestinos.

La Autoridad Palestina alienta actos de violencia contra personas inocentes al pagar directamente a los terroristas o a sus familias a través de un mecanismo de “Pagar por Matar”. ¡Esto es inaudito! Esto debe parar y ser abordado por la comunidad internacional.

-Israel ha identificado a Irán como la gran amenaza para el Estado judío en Medio Oriente, y acusa a ese país de financiar y apoyar a grupos terroristas palestinos. Irán ha establecido buenas relaciones con países como Venezuela, Nicaragua y Cuba en América Latina. El presidente iraní Ebrahim Raisi visitó esos países en junio. ¿Cómo están observando estos acercamientos?

-El régimen extremista iraní representa una amenaza no solo para Israel, sino también para la paz y la estabilidad en el Medio Oriente y el mundo. Irán es el mayor financiador mundial del terrorismo. Dondequiera que encuentres las huellas del régimen de los ayatolás iraníes, encontrarás violencia, terror y miseria, como en Líbano, Siria, Irak y Yemen.

Nos preocupa el intento de Irán de aumentar su presencia en América Latina, y esta visita demuestra el interés estratégico de Irán en la región. Estamos particularmente preocupados por el acuerdo de defensa que Bolivia e Irán firmaron recientemente.

-El primer ministro Benjamín Netanyahu está impulsando una reforma judicial que he levantado mucha polémica no solo en Israel. Desde la ONU, la Unión Europea y Estados Unidos se advierte que esta reforma recorta las facultades de la Suprema Corte de Justicia porque elimina la doctrina de la razonabilidad, que permitía a la Corte revisar decisiones del gobierno por no considerarlas razonables. ¿En qué medida esta reforma está afectando las relaciones con países occidentales? ¿Cómo explica Israel a esos países los cambios que implica esta reforma?

-Israel es una democracia fuerte y vibrante. El movimiento sionista mantuvo instituciones democráticas incluso antes de la fundación del estado, e Israel, el hogar nacional del pueblo judío, se restableció como judía y democrática.

Actualmente hay un debate público y político en Israel sobre la reforma legal. Este debate tiene lugar en el parlamento, los medios de comunicación y manifestaciones de ambos lados. Este debate es un testimonio de la resiliencia de nuestra democracia. Israel es una democracia fuerte y la reforma fortalecerá aún más la democracia israelí con el equilibrio adecuado entre las autoridades.

-Israel tiene buen diálogo con Rusia, pero ha condenado la invasión a Ucrania. ¿Qué salida ve a la guerra?

-Israel apoya la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, y votó a favor de la resolución que adopta el plan de paz del presidente Zelenski en la ONU.

Israel ha ayudado a ucranianos desde el primer día de la guerra. Hemos enviado un hospital de campaña a Ucrania para atender refugiados, suministros médicos, alimentos y otra ayuda humanitaria en los últimos 18 meses.

Sumado a eso, Israel también está ayudando a Ucrania con un sistema de alerta que podría salvar vidas de miles de personas.

-El presidente Luis Lacalle Pou anunció que Uruguaya abrirá una oficina de innovación y comercial en Jerusalén, y está pendiente una vista a Israel. ¿Se ha avanzado en este punto? ¿Hay fecha para el viaje de Lacalle a Israel?

-El presidente Luis Lacalle Pou es un verdadero amigo de Israel y un visionario que logra liderar a Uruguay con una economía estable y próspera orientada hacia la innovación, a pesar de los desafíos económicos globales y la crisis del covid que estalló inmediatamente después de asumir el cargo.

El interés mutuo entre Israel y Uruguay en los campos de la innovación, la ciencia y la investigación es enorme. Israel es conocido como “Start Up Nation”; Uruguay es un Start Up hub en América Latina. El potencial de negocios, comercial e investigativo es enorme, por lo que la decisión del presidente de abrir una oficina de innovación y comercio en Jerusalén es natural y necesaria.

Durante nuestra reunión, invité al presidente Lacalle Pou a visitar Israel e inaugurar la Oficina de Innovación y Comercio en Jerusalén.

-¿Cuáles son los tema a desarrollar con Uruguay que más interesan a Israel?

-La cooperación entre Israel y Uruguay es extensa debido a la amistad de larga data, la cercanía natural, la confianza y el alto aprecio que son la base de nuestras relaciones bilaterales.

En las últimas semanas, se ha logrado un progreso significativo en la actualización de la parte bilateral entre Israel y Uruguay bajo el acuerdo comercial del Mercosur, cuya implementación se espera que aumente los volúmenes comerciales existentes.

Los campos de la agricultura y el agua son naturales para expandir la cooperación, especialmente a la luz de la grave sequía que afecta a Uruguay y el éxito de Israel en ser completamente independiente en el suministro de agua, incluso siendo un exportador regional de agua con empresas líderes en el mundo de la irrigación y la producción de agua bebible y agrícola, en un entorno con baja precipitación y fuentes de agua dulce limitadas.

Además, las amenazas del terrorismo global y cibernético en particular conducen a otro campo de posible intercambio de conocimientos y capacidades.