Crece la presión sobre los gobiernos europeos para que eviten nuevas tragedias de migrantes en el mar Mediterráneo, mientras empiezan a conocerse desgarradores detalles sobre quienes perecieron en uno de los peores naufragios en el Mediterráneo.
La crisis que ha abierto este naufragio, que provocó el pasado fin de semana la muerte de 800 personas frente a las costas de Libia, centrará la cumbre extraordinaria de la Unión Europea (UE) de hoy.
Se sabe ahora que la mayoría de quienes iban en el barco de 20 metros de eslora, estaban encerrados y hacinados en una bodega del navío, en el momento en que este colisionó con un carguero portugués que había acudido en su ayuda.
Solamente 28 personas sobrevivieron —entre ellas dos miembros de la tripulación, que fueron arrestados— y únicamente se han podido rescatar 24 cuerpos.
Un adolescente bangladesí que sobrevivió explicó que había tres tipos de pasajeros a bordo. "Los que tenían menos dinero estaban encerrados en la bodega" dijo el muchacho, identificado por su nombre de pila, Abdirizak, al diario Corriere della Sera. "Nosotros estábamos en el nivel medio, y solo los que pagaron más estaban arriba" en el barco, agregó.
Cuando se produjo la primera colisión, en plena oscuridad, hubo escenas de terror. "Todo el mundo gritaba, empujaba, golpeaba, en un ambiente terrorífico. Podíamos escuchar a los que estaban encerrados en la bodega gritar ¡socorro, socorro!", contó.
"No sé cómo, pero conseguimos empezar a nadar justo en el momento en que el barco se hundía", a 110 km de las costas libias, relató el adolescente.
Según el testimonio de otro bangladesí, de 17 años, al diario británico The Daily Telegraph, la mayoría de los migrantes "eran africanos y no sabían nadar".
El capitán del barco fue designado por la fiscalía italiana como el principal responsable del drama. El tunecino Mohamed Alí Malek, de 27 años, comparecerá mañana ante un juez, acusado de naufragio involuntario, homicidio múltiple involuntario y de haber favorecido la inmigración clandestina.
Denuncia.
La detención de la operación Mare Nostrum, la acción humanitaria impulsada por Italia en el Mediterráneo ante las oleadas migratorias, no frenó los desembarques, pero multiplicó la cantidad de muertes, denunció un informe de Amnistía Internacional, que lleva por título "Europa se hunde en la vergüenza", presentado en Bruselas ayer antes de la Cumbre Europea.
Con Tritón, la operación humanitaria europea ante la oleada de migrantes que reemplazó a Mare Nostrum, 900 personas murieron en los primeros tres meses y medio de este año, frente a 17 en el mismo período de 2014, cuando estaba en marcha el plan italiano, es decir 53 veces más de víctimas.
Además, en 2014, la tasa de mortalidad promedio fue de 1 a 50, mientras que en los primeros tres meses y medio de 2015, de 1 al 23, indicó el reporte.
La decisión de terminar la misión humanitaria de búsqueda y rescate Mare Nostrum a finales de 2014, "no tuvo el efecto disuasorio que algunos gobiernos de la UE habían esperado", afirmó Amnistía Internacional.
Lucha.
Interpol propuso ayer usar su experiencia y sus medios en 190 países de todo el mundo para luchar contra las redes que trafican con los inmigrantes que intentan atravesar el Mediterráneo, en vísperas de la cumbre de la Unión Europea dedicada a ese asunto.
"Identificar y desmantelar las redes organizadas que se aprovechan de la desesperación de sus víctimas inocentes es un problema que Europa sola no puede abordar", señaló en un comunicado el secretario general de Interpol, Jürgen Stock.
La agencia policial internacional está reforzando su cooperación con los países origen de los inmigrantes.
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