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Inician el proceso contra Donald Trump para inhabilitarlo políticamente

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Los demócratas ya tiene los votos para aprobar mañana miércoles la nueva acusación contra Trump. Foto: EFE

ESTADOS UNIDOS

Legisladores del Partido Demócrata buscan cerrarle el paso a una eventual candidatura en las elecciones presidenciales de 2024

Mañana miércoles la Cámara de Representantes de Estados Unidos, de mayoría demócrata, votará la acusación al presidente Donald Trump de “incitar una insurrección” antes del asalto al Capitolio, lo que desencadenará el segundo juicio político contra el mandatario en el Senado.

El proceso que inició ayer lunes la Cámara Baja promete obligar al Senado a someter a Trump a un juicio político (impeachment trial) que se desarrollará cuando Joe Biden ya esté en el poder, y que por tanto no tendrá como principal objetivo la destitución del mandatario, sino su posible inhabilitación para ejercer futuros cargos políticos.

“La amenaza del presidente a Estados Unidos es urgente, y nuestros actos también deben serlo”, dijo la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi.

Trump es el primer presidente de la historia de Estados Unidos que afronta dos juicios políticos, después del que superó el año pasado por sus presiones a Ucrania, y que terminó en su absolución en el Senado, de mayoría republicana.

Los demócratas, que controlan la Cámara Baja, ya tiene los votos para aprobar mañana miércoles la nueva acusación contra Trump. “Ya tenemos los votos para poder acusar (impeach)” a Trump, escribió el congresista demócrata David Cicilline en Twitter.

Se necesita una mayoría simple de 218 votos para aprobar la acusación contra Trump -o incluso menos, si hay ausencias-, y los demócratas controlan 222 escaños de la Cámara de Representantes.

Una vez que se apruebe la acusación, el Senado estará obligado por ley a iniciar un juicio político contra Trump, pero la Cámara Alta no tiene previsto retomar su actividad hasta el 19 de enero, un día antes de que Biden llegue a la presidencia.

Eso significa que el juicio político no podrá resultar en la destitución de Trump, que ya habrá abandonado la Casa Blanca para cuando comience el proceso; pero los demócratas confían en lograr otra consecuencia que sí le afectaría: su inhabilitación para ocupar futuros cargos políticos.

Cámara de Senadores.

La resolución redactada por los congresistas demócratas pide la destitución de Trump y su “descalificación para ocupar y disfrutar de cualquier cargo de honor, confianza o beneficio bajo los Estados Unidos”. Ese objetivo no será nada sencillo, porque el Senado está dividido en 50 escaños demócratas y 50 republicanos, con la vicepresidenta electa, Kamala Harris, encargada de deshacer cualquier empate.

Solo si el Senado vota a favor de condenar a Trump, podrá programarse otra votación para decidir si se le inhabilita políticamente, algo para lo que apenas se requeriría una mayoría simple.

Trump con la cabeza baja, junto al vicepresidente Mike Pence. Foto: Reuters
Trump con la cabeza baja, junto al vicepresidente Mike Pence. Foto: Reuters

Los demócratas confían en que la idea de inhabilitar políticamente a Trump les ayude a convencer a algunos republicanos en el Senado que se plantean presentarse a las elecciones presidenciales de 2024 de votar a favor de condenar al mandatario saliente, para así no tenerle como posible rival en las primarias.

El texto de la resolución para un juicio político indica que, al alentar la insurrección de sus seguidores, Trump “puso en grave peligro la seguridad de los Estados Unidos y sus instituciones de Gobierno”.

Pelosi ha dejado la puerta abierta a cancelar el impeachment si el vicepresidente Mike Pence inicia un proceso para destituir a Trump bajo la enmienda 25 de la Constitución, y hoy martes la Cámara Baja votará para instarle a ello, luego de que ayer lunes fracasara un primer intento.

Pence y los republicanos han mostrado poco interés en invocar la enmienda, pero Pelosi y los demócratas han tratado de aumentar la presión sobre ellos para que actúen contra Trump y pidieron a vicepresidente que responda en las 24 horas siguientes a la aprobación de la resolución.

Propuesta de Biden.

A Biden le preocupa que un juicio político a Trump consuma la atención del Senado durante sus primeras semanas en el poder, cuando quiere que los legisladores se concentren en aprobar sus proyectos de ley para contener la pandemia, reflotar la economía y reformar el sistema migratorio.

Eso ha llevado a algunos congresistas demócratas a plantear la posibilidad de posponer el juicio político a Trump hasta después de que transcurran los 100 primeros días de mandato de Biden, que normalmente son los más productivos para un nuevo presidente.

El presidente electo Joe Biden este lunes recibiendo la segunda dosis de la vacuna de Pfizer en un hospital de Delaware. Foto: Reuters
El presidente electo Joe Biden este lunes recibiendo la segunda dosis de la vacuna de Pfizer en un hospital de Delaware. Foto: Reuters

Biden propuso una alternativa: que el Senado divida en dos su tiempo y dedique la mitad a avanzar en el juicio político y la otra mitad a confirmar a los miembros de su gabinete y aprobar sus prioridades legislativas.

“Esa es mi esperanza y mi expectativa”, dijo Biden en declaraciones a la prensa después de ponerse la segunda dosis de la vacuna de la COVID-19 en Wilmington (Delaware).

Trump en el muro.

Trump, aislado en la Casa Blanca, expulsado de Twitter y otras redes sociales, prevé viajar a Texas hoy martes para celebrar su política migratoria y visitar la construcción del muro fronterizo con México que impulsó bajo su gobierno.

En silencio desde la asonada al Capitolio el pasado miércoles, la primera dama Melania Trump finalmente se pronunció ayer lunes sobre lo ocurrido, condenando la violencia pero también denunciando haber sido objeto de “ataques” que no precisó.

“Me parece vergonzoso que en torno a estos trágicos eventos haya habido chismes lascivos, ataques personales injustificados y acusaciones falsas y engañosas contra mí, de personas que buscan ser relevantes y tienen temas en los que quieren avanzar”, escribió la esposa de Trump en una declaración en el sitio web de la Casa Blanca.

La bolsa de Nueva York

Wall Street cerró a la baja ayer lunes. Las acciones de Twitter Inc cayeron un 6,4% y pesaron sobre el sector de comunicaciones después de la compañía suspendiera permanentemente la cuenta de Trump. Pero los papeles cotizan más de un 160% que donde cotizaban antes de que Trump ganara las elecciones presidenciales en 2016.

Joe Biden eligió al director de la CIA
Joe Biden anuncia una cumbre de democracias para recomponer las relaciones con aliados. Foto: Reuters

William Burns, un veterano y respetado diplomático, fue designado por el presidente electo, Joe Biden, para encabezar la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Burns ha servido en diferentes puestos en todo el mundo, desde que empezara con Ronald Reagan hasta con Barak Obama.

Según la CNN, Biden comentó que “con él como nuestro próximo director de la CIA, los estadounidenses podrán dormir tranquilos”.

Burns será el primer jefe de la CIA que procede del Departamento de Estado, con lo que su perfil se adapta más al de un diplomático que la de un “halcón” al frente de un equipo de espías.

Por eso, el propio Biden destaca sobre Burns que se trata de un “diplomático ejemplar con décadas de experiencia (...) que comparte mi más profundo sentimiento de que la inteligencia debe ser apolítica y creo que a sus profesionales les debemos gratitud y respeto”.

“Bill”, como se le llama a Burns, es un experto en Rusia -un dato extremadamente relevante en los tiempos que corren- y deja tras de sí una gran labor de gestión en el Fondo Carnegie Internacional por la Paz, un centro de estudios de gran prestigio en la capital, Washington DC.

También es destacable que Biden, vicepresidente de Barak Obama, haya optado por el numero dos del Departamento de Estado cuando el primer presidente afroamericano ocupó la Casa Blanda durante dos mandatos.

En su currículum hay tres décadas de un servicio diplomático que empezó en 1982 y que lo llevó a las embajadas de Jordania, con el demócrata Bill Clinton, y de Rusia, con el republicano George W. Bush.

Burns suma su experiencia sobre el proceso de paz en Oriente Medio y el acuerdo nuclear con Irán durante la Administración de Obama.

Teniendo en cuanta el respeto que este hombre tiene entre demócratas y republicanos, los primeros analistas que se han ocupado de Burns prevén que sea fácilmente confirmado por el Senado.

Cuba otra vez en la lista negra de Estados Unidos
Coronavirus en La Habana. Foto: AFP

Tal vez sea una de las últimas resoluciones importantes de Donald Trump, a una semana de dejar la Casa Blanca. Estados Unidos anunció ayer lunes que incluyó nuevamente a Cuba en la lista negra de “Estados patrocinadores del terrorismo”, de la cual había sido retirada por el demócrata Barack Obama en 2015.

“Con esta medida, volveremos a responsabilizar al gobierno de Cuba y enviaremos un mensaje claro: el régimen de Castro debe poner fin a su apoyo al terrorismo internacional y la subversión de la justicia estadounidense”, dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo, evocando al fallecido Fidel Castro y a su hermano Raúl. “Durante décadas, el gobierno cubano ha alimentado, alojado y brindado atención médica a asesinos, fabricantes de bombas y secuestradores, mientras que muchos cubanos pasan hambre, se quedan sin hogar y no tienen medicamentos básicos”, añadió en un comunicado. Pompeo destacó la “maligna interferencia” de Cuba en Venezuela.

También señaló el apoyo de La Habana a la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que Estados Unidos considera una organización terrorista, así como a disidentes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Además, acusó a Cuba de acoger varios fugitivos estadounidenses de la justicia desde los años 1970.

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