Hiv positivos viven 13 años más en EE.UU. y Europa

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PARÍS | EL PAÍS DE MADRID Y | AGENCIAS

La expectativa de vida, en los países ricos, de los portadores del virus responsable de la muerte de 25 millones de personas en el mundo, ha aumentado 13 años desde 1996, convirtiendo al VIH en una condición crónica y no en enfermedad mortal.

Más de un mes después de que se cumplieran 25 años del descubrimiento del virus causante del Sida -el 20 de mayo de 1983-, la revista científica The Lancet dio ayer la noticia de que la vida de los infectados con el Virus Inmunodeficiencia Humana (VIH) se ha prolongado en un 40%, gracias a un mejor tratamiento de la enfermedad mediante retrovirales.

Hoy, un enfermo seropositivo vive 13 años más de lo que vivía en 1996. Esto significa que una persona diagnosticada de Sida a los 20 años de edad en un país rico podría vivir por otros 43 años.

En el período comprendido entre 1996 y 1999 murieron 16 pacientes por cada 1.000. Pero entre 2003 y 2005 la cifra mortal descendió a 10 decesos cada 1.000 infectados. Así, la esperanza de vida de los jóvenes portadores con 20 años de edad ha pasado de 56 a 69 años en la citada década.

Esto coincide con la introducción de terapias combinadas más efectivas a la hora de suprimir la capacidad del VIH para replicarse. El tratamiento retroviral combinado para enfrentar este virus consiste en el suministro de un conjunto de drogas que combaten la infección al retrasar el progreso del VIH en el cuerpo del paciente.

En la corta década transcurrida, estos procedimientos se han vuelto "más eficaces, más tolerables y más simples en términos de dosificación", señala The Lancet. También disminuyeron los efectos secundarios.

"Se ha logrado una mayor adhesión de los pacientes a los tratamientos", explicó Josep María Miró, uno de los expertos que participó en el estudio internacional que dio origen a estas conclusiones y que se realizó en base a un seguimiento a 43.000 enfermos de EE.UU. y Europa, desde 1996 a 2005.

Asimismo, la expectativa vital es levemente más elevada en las mujeres que en los hombres, debido a que éstas comienzan antes el tratamiento.

"Estos progresos -señalan los autores del estudio- han convertido a la infección por VIH en una enfermedad crónica de larga duración".

Sin embargo, el equipo científico que llevó a cabo el estudio advirtió que el incremento de la esperanza de vida todavía es menor al de la población en general en los países desarrollados, que se sitúa en 80 años.

"Se ha registrado un gran progreso, pero se necesita más investigación especialmente para aquellos que han desarrollado resistencia a algunas drogas", enfatizó Marc Thompson, uno de los científicos participantes del estudio, que también resaltó la necesidad de un diagnóstico más temprano.

Si bien la investigación concluye que se ha ganado en cantidad y calidad de vida, "no se puede perder de vista que (la enfermedad) continúa siendo letal", sostuvo Jordi Casabona, otro de los involucrados en el estudio. "Los éxitos conseguidos no deben traducirse en la relajación de las medidas preventivas", añade Casabona, quien cita el ejemplo del colectivo homosexual en el que "hubo una reemergencia por esta falsa sensación de éxito".

Según se afirma en The Lancet, no hay datos sobre los pacientes de los países pobres ni sobre los que son mayores de 30 años, y las enfermedades de las que mueren en general las personas seropositivas por VIH no han sido estudiadas.

De todos modos, para quienes padecen en todo el mundo ser portadoras de un virus que provoca gran rechazo social, resulta alentador que el VIH "ya no merezca el miedo o el estigma que aún marca a la enfermedad", celebró Deborah Jack, de la organización de caridad británica National Aids Trust.

25 Son los millones de personas que han muerto hasta la fecha como consecuencia del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).

1.000 Millones de dólares se vuelcan por año a la investigación del VIH. Sin embargo, la vacuna más probada resultó un fiasco.

Mientras en el Primer Mundo los fármacos han alargado la esperanza de vida de los infectados, en Uruguay se cuestionan los medicamentos suministrados. Una delegación de los usuarios del Servicio de Enfermedades Infectocontagiosas pidió en el Parlamento que se hagan estudios a tres retrovirales genéricos que el Ministerio de Salud Pública (MSP) suministra a 2.000 infectados con el virus del HIV Sida en el país y que no están precalificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El jueves pasado, durante una reunión con la comisión de Salud Pública de la Cámara de Representantes, esas personas se quejaron contra el gobierno y el sistema político en general porque no tienen en cuenta el riesgo en que está su salud debido al consumo de estos medicamentos. El año pasado, incluso, se presentaron ante la Justicia solicitando el amparo. pero perdieron la causa. Ellos afirman que esos fármacos tienen severos efectos secundarios sobre su salud. El juez de la causa les respondió que no existían denuncias formales ante Fármacovigilancia del MSP al respecto. Sin embargo, los usuarios afirman que ahora hay más de cien denuncias en esa oficina.

En una declaración de las redes internacionales de personas con VIH que los usuarios leyeron ante la comisión se dice que quienes padecen esta enfermedad no deben tomar copias porque estarán participando en una prueba, un método científico para estudiar en varias fases (estudios en cultivos celulares, animales y grupos reducidos en seres humanos previo a su consentimiento) la efectividad, calidad, posibles efectos adversos e interacciones de un medicamento. "Estos ensayos clínicos deberán realizarse con respeto a los derechos fundamentales de la persona, y a los criterios éticos que incidan en la investigación biomédica en la que resulten afectados seres humanos", dijo el documento presentado por la asociación de usuarios.

En el mundo hay aproximadamente 30,8 millones de adultos de edades comprendidas entre 15 y 49 años infectados con el virus del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida). A nivel de los niños, la cifra de infectados alcanza los 2,1 millones, según cálculos realizados por ONUSIDA en noviembre de 2007.

Sólo en 2007, el Sida provocó la muerte de un millón y medio de personas en el África Subsahariana, en tanto en África del Norte y Medio Oriente se registraron 25.000 muertos.

Ese año Europa Oriental y Asia Central registraron 55.000 fallecimientos por el virus; Asia Oriental contabilizó 32.000 muertes y Asia Suroriental, 270.000.

El país europeo que más nuevos casos registra por año es Portugal (251 por millón de habitantes), seguido de Rusia (247) y Ucrania (243). En tanto, en España registró en 2007 una disminución de casos del 17%.

Por su parte, América del Norte agregó a su lista de víctimas de este flagelo 21.000 fallecidos en 2007. En tanto, el Caribe sumó 11.000 y América Latina, 58.000.

Hay más de 200.000 hispanos residentes en Estados Unidos infectados con el virus, lo que supone un 19% de las nuevas infecciones con esta enfermedad en ese país.

En Oceanía fallecieron 1.200 personas por causa del Sida el año pasado.

En Uruguay, hasta diciembre de 2007 habían 10.574 personas diagnosticadas con el VIH. La incidencia del virus por sexo indica un 64,6% para los varones y un 35,4% para las mujeres.

La máxima incidencia del virus en los uruguayos se ubica en la franja etaria que va de los 15 a los 34 años. La mayor incidencia de la enfermedad se da entre los 20 y 44 años.

La tasa de mortalidad por Sida en Uruguay es de cuatro personas cada 100.000 habitantes.