REPUBLIC
Fundada en 1983, Republic tiene unos 120.000 miembros y representa a unos 10 o 12 millones de personas que, en base a las encuestas, estarían dispuestas a prescindir de la realeza.
Aunque muy minoritario, el movimiento republicano del Reino Unido hacer presión para terminar con la monarquía británica.
Con el eslógan “No otros 70. Es la hora de la república”, la organización Republic ya montó durante las celebraciones en junio del Jubileo de Platino de Isabel II una campaña con la meta de “desmitificar la monarquía e impulsar el debate sobre un modelo constitucional alternativo”, según su director, Graham Smith.
En opinión de Smith, la muerte de la soberana ofrece la oportunidad de analizar la posibilidad de “elegir como jefe de Estado a un presidente políticamente neutro, al estilo de Irlanda o Alemania”.
“A diferencia de la reina, que no solía pronunciarse públicamente -de modo que la gente proyectaba lo que creían que pensaba-, tanto Carlos como su hijo Guillermo expresan sus opiniones, que no siempre caen bien” y rompen la presunta imparcialidad de la monarquía constitucional, declara.
Según Smith, lejos del “respeto y la admiración” que despertaba Isabel II, que para muchos “encarnaba una época dorada pasada”, sus sucesores estarán más expuestos a la crítica y al efecto de las redes sociales.
Fundada en 1983, aunque más activa desde hace unos 15 años, Republic tiene unos 120.000 miembros y, de acuerdo con su dirigente, representa a unos 10 o 12 millones de personas que, en base a las encuestas, estarían dispuestas a prescindir de la realeza.
Smith argumenta que el apoyo ciudadano a la institución monárquica es “superficial” y “está basado en creencias falsas”, y hasta ahora “se sostenía principalmente por el apego a la reina, una figura que ha estado presente en la vida de la mayoría de los británicos”.
Republic denuncia algunos de los “mitos infundados” sobre la monarquía, como que “atrae al turismo” -lo que no corroboran los datos económicos, a su juicio- o que es “neutra” y “representa” al pueblo, cuando por ley en realidad hace lo que le dicta el Gobierno, tiene prerrogativas legislativas que le permiten defender sus intereses y encabeza las Fuerzas Armadas y la Iglesia de Inglaterra.
Según cálculos del grupo, mantener la monarquía cuesta al contribuyente unos 345 millones de libras (407 millones de euros) al año, si se computan, además de las subvenciones públicas, el coste de su seguridad o la pérdida de ingresos para el fisco al no gravarse ciertos ducados y fincas reales.
Si bien entre 2016 y 2021 los sondeos registran un descenso del apoyo a la monarquía, la realidad es que el republicanismo está prácticamente ausente del debate político e incluso intelectual en el Reino Unido.
Ningún gran partido, a excepción del Sinn Féin norirlandés -que ansía la reunificación de la isla de Irlanda-, contempla una república en su programa electoral, aunque individualmente algunos diputados se confiesen partidarios. (EFE)