Estados Unidos dio luz verde al entrenamiento de pilotos ucranianos en aviones de combate F-16, y anunció un nuevo paquete de sanciones contra empresas y funcionarios rusos afines al régimen de Vladimir Putin.

Joe Biden, que participa en la cumbre del G7 en Japón, dijo que Estados Unidos “apoyará un esfuerzo conjunto” con sus aliados “para entrenar a pilotos ucranianos en aviones de combate de cuarta generación, incluidos los F-16, para fortalecer y mejorar aún más las capacidades de la Fuerza Aérea de Ucrania”, indicó ayer viernes un funcionario de la Casa Blanca.

“A medida que se desarrolle la capacitación en los próximos meses, nuestra coalición de países que participan en este esfuerzo decidirá cuándo proporcionar aviones, cuántos proporcionaremos y quién se los proporcionará”, agregó.

Se trata de la señal más fuerte hasta el momento, por parte de Estados Unidos, de la posible entrega de estos aviones a Ucrania.

Los países occidentales se negaban hasta ahora a hacerlo, pero el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, y el de Países Bajos, Mark Rutte, se comprometieron el pasado martes a construir una “coalición internacional” para brindar apoyo a Ucrania con aviones de combate.

La entrega de los caza F-16, de fabricación estadounidense, requiere la autorización de Washington.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, expresó su satisfacción por la adhesión de Estados Unidos a esa coalición. Se trata de “una decisión histórica”, que “reforzará a nuestras fuerzas armadas” en el espacio aéreo ucraniano, tuiteó.

También Sunak celebró el anuncio. “El Reino Unido trabajará con Estados Unidos, los Países Bajos, Bélgica y Dinamarca para brindarle a Ucrania la capacidad de combate que necesita”, afirmó.

Sunak dijo el lunes que el Reino Unido estaba en vías de abrir una escuela de aviación para entrenar a pilotos ucranianos, y el presidente francés, Emmanuel Macron, también se ofreció a hacerlo, pero descartó enviar aviones de guerra a Kiev.

El presidente ucraniano se reunirá con Biden en la cumbre del G7 de Japón este fin de semana.

El mandatario ucraniano acudió ayer viernes a la cumbre de la Liga Árabe en Arabia Saudita.

Zelenski multiplicó los encuentros con dirigentes extranjeros en los últimos días, en busca de apoyo militar para lanzar una contraofensiva en los territorios ocupados por Rusia tras la invasión de Ucrania en febrero de 2022.

Estados Unidos impuso a Rusia nuevas sanciones, en paralelo a la cumbre del G7 en Japón.

En total, más de 300 personas, empresas, barcos y aviones de toda Europa, Medio Oriente y Asia fueron agregados a las listas negras del Departamento de Estado y del Tesoro de Estados Unidos.

Las sanciones también prohíben las exportaciones estadounidenses a 70 entidades en Rusia y otros países.

Los países occidentales han impuesto sanciones sin precedentes a Rusia desde la invasión de Ucrania, para estrangular económicamente a Moscú, en especial agotando sus ingresos de los hidrocarburos.

Entre los nuevos sancionados hay decenas de empresas de la industria de defensa rusa y comerciantes de tecnología, así como ayudantes de altos funcionarios rusos que ya estaban en las listas negras.

Incluyen al principal productor de oro de Rusia, Polyus, y compañías e individuos involucrados en el robo de granos de Ucrania.

Los líderes del G7 expresaron ayer viernes su inquietud por la acumulación de arsenal nuclear “sin diálogo” por parte de China, que supone “una preocupación para la estabilidad mundial y regional”.

El G7 expresó esa posición en un comunicado conjunto al término de una cena de trabajo a puerta cerrada, que se celebró en el primer día de la cumbre en Hiroshima.

“La acumulación acelerada de China de su arsenal nuclear sin transparencia ni diálogo significativo plantea una preocupación para la estabilidad mundial y regional”, destacó el texto que hace referencia al Plan de Hiroshima como una posible hoja de diálogo.

En este sentido, instaron a China y Rusia a participar en foros multilaterales y bilaterales, en línea con sus obligaciones en virtud del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).

Los mandatarios de Japón, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia cerraron así filas con respecto a este tratado, que entró en vigor en 1970 y que es mucho menos ambicioso que el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPNW).

Además, los países del G7 acordaron ayer viernes avanzar con prontitud en la regulación de la inteligencia artificial (IA) generativa, como el bot de conversación ChatGPT, para abordar los riesgos que entraña su rápida proliferación.

En la primera sesión de la cumbre, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, pidió a sus colegas del G7 “trabajar para el temprano establecimiento de un marco internacional” para regular estas tecnologías.

La cumbre de Hiroshima, dijo Kishida, busca “confirmar la unidad del G7 y fortalecer sus roles de cara a una comunidad internacional caracterizada por la cooperación, no por la división y la confrontación, y demostrar contribuciones activas y concretas hacia este objetivo”.

La inteligencia artificial fue uno de los temas abordados durante las tres sesiones programadas en la primera de las jornadas de la cumbre del G7 en Hiroshima, que se prolongará hasta el domingo.

Con información de EFE y AFP