TERRORISMO E INTOLERANCIA RELIGIOSA
Tres personas fueron asesinadas en la basílica de Notre Dame de la ciudad de Niza. "No cederemos", dijo el presidente Emmanuel Macron.
"No cederemos”. Así reaccionó el presidente francés Emmanuel Macron ante el atentado de ayer jueves vinculado al islamismo radical, el segundo en este mes luego del asesinato del profesor de historia que mostró caricaturas del profeta Mahoma en una clase sobre libertad de expresión.
Esta vez tres personas murieron, una de ellas degollada igual que el profesor, en un ataque con cuchillo en la basílica Notre Dame de Niza, que el presidente Macron no dudó en condenar como “ataque terrorista islamista”.
En declaraciones desde el lugar del atentado, Macron afirmó que Francia fue atacada “por nuestros valores, nuestro gusto por la libertad y la posibilidad de tener en nuestro suelo libertad de culto. Y lo digo con bastante claridad hoy: no cederemos”.
Uruguay condenó estos ataques terroristas en Francia y expresó “su más firme apego a los valores de la tolerancia, la libertad de expresión, la paz y el derecho como principios irremplazables para asegurar la convivencia entre pueblos y naciones del mundo”.
Además del atentado en Niza, ayer jueves un guardia del consulado francés de la ciudad saudita de Yedá fue herido en otro ataque y un afgano fue detenido en la ciudad francesa de Lyon cuandointentaba subir a un tranvía con un cuchillo.
Los ataques de ayer jueves coinciden con el día en que se celebra el nacimiento de Mahoma, y se producen en un momento de tensión con el mundo islámico por la defensa de Francia del derecho a publicar las caricaturas, lo que ha provocado manifestaciones en países de mayoría musulmana.
"¡Corran, corran!".
El atacante de Niza, un migrante tunecino de 21 años, irrumpió hacia las 9 hora de Francia (las 5 de Uruguay) armado con un cuchillo en la basílica de Notre-Dame en Niza, ciudad de la Riviera Francesa que hace 4 años ya fue blanco de un ataque yihadista que dejó 86 víctimas.
El atacante, identificado como Brahim Aouissaoui, gritó varias veces “Alá Akbar” (Alá es el más grande). Fue herido por al menos seis disparos por la policía y anoche se encontraba hospitalizado.
Dos de las víctimas fueron asesinadas dentro de la basílica: una mujer de avanzada edad que fue degollada por el atacante que intentó decapitarla y el sacristán, un laico de 45 años, casado y padre de dos niñas. La tercera víctima, una mujer de unos cuarenta años gravemente herida, logró huir a un bar vecino, pero murió poco después. “Digan a mis hijos que los amo”, logró decir antes de fallecer, según testigos.
Daniel Conilh, un camarero de una cafetería cercana a la iglesia, contó a AFP los minutos de pánico que se vivieron tras el ataque. “Una señora vino directamente de la iglesia y nos dijo ‘¡corran, corran hay alguien que atacó, va a haber disparos, hay gente muerta’”.
El joven tunecino había llegado a Lampedusa, puerto habitual para los inmigrantes indocumentados, a finales de septiembre. Fue puesto en cuarentena por las autoridades italianas, y luego puesto en libertad con orden de abandonar el territorio. Llegó a Francia a principios de octubre.
Alerta máxima.
Este es el segundo ataque con cuchillo en el mes. El 16 de octubre el profesor de historia Samuel Paty fue decapitado por un refugiado ruso checheno por haber mostrado a sus alumnos en una clase de libertad de expresión caricaturas del profeta Mahoma.
El gobierno francés elevó el nivel de seguridad en todo el país a “urgencia atentado”, que corresponde a un estado de vigilancia máxima, y aumentó de 3.000 a 7.000 los efectivos militares que patrullan en las calles, para proteger en particular los lugares de culto en vísperas de la fiesta católica de Todos los Santos el domingo.
Esta medidas por el atentado se suma a las confinamiento que entraron a regir hoy viernes por el avance de la pandemia del COVID-19 en Francia.
Ante este nuevo atentado, “la emoción del país está en su apogeo”, declaró el primer ministro francés Jean Castex, y agregó que “después de la libertad de expresión, (...) es hoy la libertad de culto y la libertad de conciencia las que están siendo atacada”.
Fuera de Francia se multiplicaron las reacciones de condena. Incluso Turquía, que ha criticado con severidad la publicación de caricaturas de Mahoma en Francia, condenó “enérgicamente” este ataque “salvaje” y expresó su “solidaridad con el pueblo francés”.
Por su lado, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea condenaron el atentado, que “representa un ataque a los valores comunes” europeos, al tiempo que pidieron “trabajar en aras del diálogo”.
La declaración de los líderes europeos se suma a las condenas que antes habían transmitido el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, y el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell.
“Este ataque estaba dirigido a feligreses ordinarios que venían a rezar en silencio”, afirmó monseñor Eric de Moulins-Beaufort, presidente de la Conferencia Episcopal Francesa.
“Sólo puedo condenar enérgicamente la cobardía de este acto contra personas inocentes”, dijo por su parte Abdallah Zekri, delegado del Consejo Francés de la Fe Musulmana.
Tensión por juicio.
Francia es azotada por atentados terroristas de gran impacto desde 2015, cuando un ataque yihadista el 7 de enero contra el semanario satírico Charlie Hebdo dejó 12 muertos. El 13 noviembre del mismo año un comando yihadista perpetró ataques coordinados en París que dejaron 130 muertos.
Actualmente tiene lugar el juicio en París por el atentado contra Charlie Hebdo, en el que murieron algunos de los caricaturistas más célebres de Francia. Coincidiendo con la apertura del juicio, el semanario volvió a publicar las caricaturas de Mahoma que le habían convertido en blanco de los yihadistas, lo que le valió condenas en el mundo musulmán.
Reacciones de condena.
“Nuestros corazones están con el pueblo de Francia. (...). Estos ataques terroristas islamistas radicales deben cesar de inmediato. ¡Ningún país, ni Francia ni cualquier otro país, puede soportarlo durante mucho tiempo!”.
El primer ministro británico Boris Johnson se dijo “conmocionado” tras este “ataque bárbaro”. “El Reino Unido está del lado de Francia para luchar contra el terror y la intolerancia”, escribió Johnson en su cuenta de Twitter.
“Es un momento de dolor, un momento de confusión. El terrorismo y la violencia nunca pueden aceptarse. El ataque de hoy sembró la muerte en un lugar de amor y consuelo, como (es) la casa del Señor”, indicó en un comunicado el Papa.
Turquía, pese a las tensiones de Recep Tayyip Erdogan con Emmanuel Macron, condenó “enérgicamente” el ataque terrorista en Niza y destacó que “ninguna razón puede justificar el asesinato de una persona o justificar la violencia”.