La muerte a tiros de una congresista estatal demócrata y a su esposo por presuntos “motivos políticos” enlutó el desfile militar que el presidente republicano Donald Trump presidió ayer sábado, Día de la Bandera y día también de su cumpleaños, en Washington, entre protestas en el país contra sus políticas.
La tragedia marcó el comienzo de la jornada en Minnesota, en el norte de Estados Unidos, un país sumido en profundas divisiones políticas.
En un ataque, un hombre mató a la congresista estatal demócrata Melissa Hortman y a su esposo Mark, mientras que el senador John Hoffman, también demócrata, y su esposa Yvette resultaron heridos en otro indicente, declaró con la voz entrecortada el gobernador del estado Tim Walz, que calificó el episodio de “acto de violencia política selectiva”. El autor de los disparos sigue prófugo, según la policía.
“Solicitamos la ayuda del público en este momento para localizar a Vance Luther Boulder, un hombre blanco de 57 años, de 1,85 metros de altura y 100 kilos, con cabello y ojos castaños (...) Llevaba sombrero de vaquero claro”, declaró Drew Evans, superintendente de la Oficina de Detención Criminal de Minnesota en rueda de prensa.
El temor a la violencia política es cada vez mayor en Estados Unidos desde que Trump inició en enero su segundo mandato en la Casa Blanca.
Los demócratas critican al presidente republicano su drástica política migratoria, sus ataques a la enseñanza y los medios de comunicación y tienen la convicción de que viola los límites del poder ejecutivo con una agenda ultraconservadora. “No resolvemos nuestras diferencias con violencia ni a punta de pistola”, dijo Walz.
“Terrible”, dijo Trump del ataque a congresistas. La fiscal general Pam Bondi lo calificó de “violencia horrible”.
Ciudades divididas
La capital de Estados Unidos ha escenificado ayer sábado la fractura política de Estados Unidos: los seguidores de Donald Trump celebraron el desfile militar, pero a poca distancia cientos de manifestantes llamaban “fascista” al presidente.
Muchos en la Washington liberal estuvieron preocupados por el enorme despliegue militar que ha obligado a blindar gran parte del centro de la ciudad.
Agentes del Servicio Secreto, algunos con perros rastreadores, merodeaban por los puntos de entrada al área del National Mall donde se lleva a cabo el desfile.
Mientras tanto, cientos de manifestantes marcharon hacia el perímetro para expresar su oposición a la revista militar y a la segunda presidencia de Trump. “Vine en avión para oponerme al desfile fascista de cumpleaños de Trump”, declaró Sam Richards, un veterano del ejército de Mineápolis (norte). “Todo esto parece una broma cruel, usar a personas que juraron lealtad a la Constitución y dedican sus vidas al ejército como peones para un tipo que quiere ser rey”, opinó Richards, de 34 años.
Estaba rodeado de activistas que sostenían carteles en los que se leía “Pro USA, anti Trump”.
En Los Ángeles, también decenas de miles de personas abarrotaron ayer sábado las calles del centro de Los Ángeles para expresar su indignación contra de las políticas de Trump y defender los derechos de las personas migrantes tras las recientes redadas que sacudieron la ciudad.
Con banderas mexicanas y estadounidenses, la multitud se congregó frente a las puertas del Ayuntamiento del centro de Los Ángeles para iniciar una marcha que recorrió las principales calles del centro de la metrópolis californiana.
La multitudinaria protesta, a que se estima que asistieron unas 30.000 personas, según Los Angeles Times, concurrió de manera pacífica al grito de “No al ICE”, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas a cargo de las redadas contra migrantes, y con el despliegue de una enrome pancarta que rezaba el Preámbulo de la Constitución de Estados Unidos.
Los manifestantes recorrieron las calles mientras continuaban desplegados parte de los efectivos enviados por el Gobierno en los edificios federales, aunque se apreció una menor presencia de fuerzas de seguridad que en los venideros días. Y para, precisamente, enfatizar que las protestas sucedían en son de paz, muchos de ellos ofrecían agua y alimentos a los efectivos deplegados los edificios federales.
Miles de personas se concentraron también en Filadelfia y otras ciudades de EE.UU., siempre acusando al presidente republicano de “autoritarismo”, de aplicar una política “del multimillonario primero” y de “militarización” de la democracia. Analistas afirman que la polarización se ha multiplicado rápidamente en la sociedad desde la asunción de Trump.
Capitolio evacuado ante riesgo
El Capitolio estatal de Texas -la sede de la legislatura- en Austin fue evacuado ayer sábado ante una amenaza “creíble” a los legisladores que planeaban participar en la convocatoria nacional a protestas en contra del Gobierno de Trump. La manifestación, que se unió a las cientos de convocatorias en todo el país, estuvo programada para ayer a las 17.00 hora local en frente del Capitolio.
En un comunicado, el Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) explicó que decidió evacuar el edificio y sus alrededores “por un exceso de precaución” y señaló que ya se abrió una investigación sobre la supuesta amenaza. “DPS colaborará con todas las agencias locales, estatales y federales para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos y de los bienes del estado, así como para proteger a las personas que ejercen sus derechos constitucionales” de libertad de expresión, agregó el escrito.
Las protestas, convocadas por organizaciones supuestamente progresistas, coincidieron con el cumpleaños del presidente Trump y el desfile militar en la capital del país para celebrar el 250 aniversario de las Fuerzas Armadas. EFE
EFE, AFP/ Los Ángeles, Washington