El presidente Trump ordena militarizar otra ciudad de EE.UU.; en esta ocasión se trata de Portland

La decisión del mandatario se da en el marco de su ofensiva contra la inmigración. El alcalde, demócrata, afirmó que “están aquí sin precedentes ni razón”.

Ciudad de Portland.
Ciudad de Portland.
Foto: AFP.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó el sábado el despliegue de tropas en la ciudad de Portland, en el noroeste del país, en el marco del polémico uso interno de las fuerzas armadas para apoyar su ofensiva contra la inmigración.

El presidente republicano, que ya ha desplegado militares en Los Ángeles y Washington, amenazó a principios de septiembre con enviar la Guardia Nacional a Portland, la ciudad más grande del estado de Oregón. “A solicitud de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, instruyo al secretario de Guerra, Pete Hegseth, a proporcionar todas las tropas necesarias para proteger a Portland, devastada por la guerra, y a todas nuestras instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) asediadas de los ataques de Antifa y otros terroristas nacionales”, escribió Trump en su plataforma Truth Social.

“También autorizo el uso de fuerza total, si es necesario”, añadió, sin especificar a qué se refería con “fuerza total”.

Ni el alcalde Keith Wilson ni la gobernadora Tina Kotek, ambos demócratas, reaccionaron de inmediato el sábado. Sin embargo, Wilson dio una conferencia de prensa el viernes para denunciar la llegada de agentes federales a las oficinas de control migratorio en Portland.

“No les pedimos que vinieran. Están aquí sin precedentes ni razón”, comentó, calificando el despliegue de “espectáculo” y “distracción”.

Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha priorizado la lucha contra la inmigración ilegal, por considerar que Estados Unidos vive una “invasión” de “criminales extranjeros”, una ofensiva en la que el ICE es uno de los principales instrumentos.

Ciudad “santuario”

En todo el país ha habido protestas y acciones contra agentes de inmigración, en particular en las llamadas jurisdicciones “santuario”, como Portland, que por disposición local no coordinan con las autoridades federales de inmigración.

En los últimos meses, el Departamento de Justicia ha iniciado procedimientos contra los estados “santuario” de Illinois, Nueva York y Colorado, así como contra las ciudades de Los Ángeles y Chicago, todos gobernados por demócratas. La semana pasada, un hombre abrió fuego en una instalación del ICE en Dallas, en el que un detenido murió y dos resultaron gravemente heridos. Este fue el tercer ataque en menos de tres meses en Texas, un estado fronterizo con México.

Desde hace meses, Portland ha sido escenario de protestas en un centro del ICE en medio de la indignación por la represión de la inmigración ilegal.

En esa ciudad también hubo importantes enfrentamientos durante el primer mandato de Trump (2017-2021), en el punto álgido de las manifestaciones en demanda de justicia racial tras la muerte del afroestadounidense George Floyd a manos de un policía blanco en mayo de 2020.

El lunes, en respuesta al asesinato del activista ultraconservador Charlie Kirk el 10 de septiembre, Trump firmó un decreto que designa al movimiento “Antifa”, que agrupa a grupos que se declaran antifascistas, como una “organización terrorista”.

Sin conocer de inmediato el motivo de este asesinato, la derecha trumpista culpó rápidamente a la izquierda estadounidense del clima de violencia política en el país y habló de “terrorismo interno” de izquierda.

La designación de “Antifa” generó preocupación entre los críticos de Trump, ya que podría utilizarse para reprimir cualquier disidencia en nombre de la seguridad nacional.

“Estamos presenciando una sedición terrorista nacional contra el gobierno federal”, escribió el principal asesor de Trump, Stephen Miller, en X. “Se utilizarán todos los recursos necesarios”, agregó. Esta decisión le sigue a una serie de medidas para militarizar algunas otras ciudades del país.

Apunta contra otro exdirector del FBI

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apuntó ayer sábado contra otro exdirector del FBI, en este caso Christopher Wray, acusándolo de infiltrar agentes durante el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 para actuar como “agitadores”, una teoría que un informe del Departamento de Justicia ya rechazó.

“Recién se ha revelado que el FBI, en contra de todas las reglas, regulaciones, protocolos y estándares, colocó en secreto a 274 agentes del FBI entre la multitud justo antes y durante la “farsa” del 6 de enero. Esto es diferente a lo que el director Christopher Wray declaró, una y otra vez. Así es, como resulta ahora, agentes del FBI estuvieron presentes y dentro de la protesta del 6 de enero, probablemente actuando como agitadores e insurrectos, pero desde luego no como ‘funcionarios de la ley’”, escribió Trump en su red social, Truth Social.

El mandatario pidió conocer la identidad de todos los supuestos agentes infiltrados y “qué estaban haciendo ese ahora ‘histórico’ día”. “Muchos grandes patriotas estadounidenses tuvieron que pagar un precio muy alto sólo por amor a su país. Les debo esta investigación sobre ‘policías sucios y políticos corruptos’. Christopher Wray, entonces director del FBI, tiene grandes explicaciones que dar”, añadió.

En su regreso al poder en enero, Trump indultó y conmutó las penas de todos los condenados por el asalto del Capitolio después de que se confirmara su derrota contra Joe Biden en las elecciones de 2021.

Agencia EFE

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