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Estados Unidos amenaza a jueces de la Corte Penal Internacional

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John Bolton: asesor en Seguridad Nacional del gobierno de Trump. Foto: AFP

La Política Exterior de Donald Trump

Gobierno de Trump no permitirá juicios a soldados por crímenes de guerra.

Estados Unidos amenazó ayer lunes con arrestar y procesar a jueces de la Corte Penal Internacional (CPI) si el tribunal decide juzgar por crímenes de guerra a estadounidenses que lucharon en Afganistán. "Vamos a impedir a esos jueces y fiscales la entrada a Estados Unidos. Vamos a aplicar sanciones contra sus bienes en el sistema financiero estadounidense y vamos a entablar querellas contra ellos en nuestro sistema judicial", advirtió el consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton.

"Haremos lo mismo con cualquier compañía o estado que ayude a una investigación de la CPI en contra de los estadounidenses", dijo ante la Federalist Society, una organización conservadora en Washington.

Bolton acusó a la CPI, encargada de juzgar principalmente crímenes de guerra y contra la humanidad, de ser "ineficaz", "irresponsable" y "francamente peligrosa para Estados Unidos, Israel y otros aliados".

A inicios de noviembre de 2017, la fiscal de la CPI Fatou Bensouda había anunciado que pediría a los jueces la autorización de abrir una investigación sobre crímenes de guerra presuntamente cometidos en el conflicto armado afgano.

En Afganistán, Estados Unidos sigue a la cabeza de una coalición militar que depuso al régimen talibán en 2001.

"En cualquier momento, la CPI podría anunciar la apertura de una investigación formal contra esos patriotas estadounidenses", explicó el consejero de Donald Trump. Y le dirigió un mensaje "sin ambigüedad" a la CPI: "Estados Unidos utilizará todos los medios necesarios para proteger a nuestros conciudadanos y los de nuestros aliados, de enjuiciamientos injustos por parte de esta corte ilegítima".

La CPI se rige por el Estatuto de Roma, un tratado ratificado por 123 países. Su fiscal puede abrir sus propias investigaciones sin permiso de los jueces siempre y cuando impliquen un país miembro, en este caso Afganistán.

La relación entre Washington y la corte con sede en La Haya han sido siempre tumultuosas. Estados Unidos se ha negado a formar parte y hace todo lo posible, especialmente con tratados bilaterales, para evitar que sus ciudadanos puedan ser objeto de investigaciones.

"No cooperaremos con la CPI. No brindaremos asistencia a la CPI. Ciertamente no nos uniremos a la CPI. Dejaremos que la CPI muera por sí misma", expresó Bolton. "Si la Corte viene a por nosotros, Israel o cualquier aliado de Estados Unidos, no nos vamos a quedar sentados", advirtió.

Bolton también condenó el registro de la corte desde que comenzó a actuar formalmente en 2002, y argumentó que la mayoría de las naciones principales no se habían unido. Dijo que había alcanzado solo ocho condenas a pesar de gastar más de 1.500 millones de dólares en su labor, y señaló que eso no había contenido las atrocidades en todo el mundo. "De hecho, a pesar de las investigaciones en curso de la CPI, las atrocidades continúan ocurriendo en la República Democrática del Congo, Sudán, Libia, Siria y muchas otras naciones", subrayó.

Pero Bolton, que fue embajador de Washington en la ONU durante el gobierno de George W. Bush, dijo que la principal objeción de la administración Trump es la idea de que la CPI podría tener mayor autoridad que la Constitución de Estados Unidos y su soberanía. "En términos seculares, no reconocemos ninguna autoridad superior a la Constitución de Estados Unidos", señaló.

"Este presidente no permitirá que ciudadanos estadounidenses sean enjuiciados por burócratas extranjeros, y no permitirá que otras naciones dicten nuestras formas de autodefensa", concluyó.

Está previsto que el tribunal de La Haya anuncie en las próximas semanas si autoriza la investigación solicitada por la Fiscalía para examinar supuestos crímenes cometidos en Afganistán entre 2003 y 2006. Dicha investigación incluiría cárceles secretas de la CIA en Afganistán, Polonia, Rumania y Lituania durante el mandado del expresidente Bush, que nombró a Bolton embajador de EE.UU. en la ONU entre 2005 y 2006.

Primera reacción: "ejercicio imparcial"

La Corte Penal Internacional (CPI) sigue "comprometida con el ejercicio independiente e imparcial de su mandato", dijo ayer lunes una fuente oficial del tribunal a EFE, después de que el asesor de seguridad nacional de EE.UU., John Bolton, tachase de "ilegítima" y "peligrosa" a la corte. "La CPI, como institución judicial, actúa estrictamente dentro del marco legal del Estatuto de Roma", su tratado fundacional, añadió la fuente en una primera reacción al discurso de Bolton. El asesor de seguridad nacional de Donald Trump ha sido uno de los mayores críticos del tribunal de La Haya desde su establecimiento en 2002.

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