DESLAVE MORTAL
“El balance de víctimas por el deslizamiento de tierra en Casamicciola subió a siete muertos y hay cinco desaparecidos”, indicó ayer el gobierno desde Nápoles.
El gobierno de Italia decretó ayer estado de emergencia en la isla de Isquia, frente a las costas de Nápoles (sur), al día siguiente de un deslizamiento de tierra que causó al menos siete muertos y una decena de desaparecidos.
“El balance de víctimas por el deslizamiento de tierra en Casamicciola subió a siete muertos y hay cinco desaparecidos”, indicó ayer el delegado del gobierno en Nápoles, Claudio Palomba.
Una primera ayuda de emergencia de dos millones de euros (un monto similar en dólares) fue desbloqueada, tras una reunión extraordinaria del gabinete, necesaria para declarar el estado de emergencia, precisó el ministro de Protección Civil, Nello Musumeci.
En el lugar, más de 200 miembros de protección civil y fuerzas de seguridad seguían buscando a una decena de desaparecidos. Cientos de voluntarios, con el lodo hasta las rodillas, participaban en las labores de limpieza.
En las calles de la localidad se podían ver coches y autobuses sepultados por el lodo.
Una multitud de excavadoras intentaban abrirse paso entre los escombros para liberar los accesos a casas y comercios.
“Cuando la isla entró en el periodo del turismo de masas, el crecimiento de las infraestructuras fue exponencial, aplastando todos los elementos naturales del territorio y cubriendo todo de cemento”, denunció el geólogo Mario Tozzi en las páginas de La Stampa, recordando la existencia de decenas de miles de construcciones abusivas en Isquia.
La tragedia del sábado se produce semanas después de que 11 personas murieran por las lluvias torrenciales que azotaron el centro-este de Italia.