Redacción El País
La policía del País Vasco detuvo ayer lunes al tercer implicado en la agresión la semana pasada a un hombre de 68 años en una localidad del sur de España que ha desencadenado tres días de disturbios y violencia racista.
Fuentes de la investigación aseguraron a EFE que, en el momento de su detención, el hombre se encontraba a más de 800 kilómetros de la localidad donde se produjo la agresión y se disponía a tomar un tren con destino a Irún, con la intención de viajar desde allí a Francia.
Con esta detención se completan las de los tres supuestos implicados en la agresión del pasado miércoles en Torre Pacheco, ya que los otros dos, ambos marroquíes y no residentes en el municipio, ya habían sido arrestados.
Esta agresión ha provocado una serie de protestas por parte de vecinos de la localidad a las que se han sumado grupos de ultraderecha, que han protagonizado enfrentamientos con la población magrebí de Torre Pacheco, una localidad de 40.000 habitantes -alrededor de un 30% de origen extranjero, en su mayoría del norte de África-.
Otras siete personas han sido detenidas por distintos altercados vinculados a delitos de odio, agresiones y desórdenes públicos en los últimos días durante los disturbios, que han dejado varios heridos y a algunos habitantes de Torre Pacheco con miedo de salir a la calle por la noche.
Los disturbios se originaron a raíz de la agresión el miércoles pasado contra un hombre de 68 años que salió a caminar al amanecer y al que atacaron tres personas, supuestamente de origen magrebí.
La brutal agresión causó indignación entre los vecinos de Torre Pacheco, que salieron a las calles a protestar en apoyo al hombre que había sido atacado. Sin embargo, grupos de ultraderecha hicieron llamamientos en las redes sociales para que personas de otras partes de España se trasladasen a la localidad a participar en las protestas.
Así, durante varios días se han producido enfrentamientos entre los manifestantes y grupos de magrebíes que residen en la localidad, que se han saldado al menos con nueve detenidos, de los que cinco son españoles y tres marroquíes.
De entre los detenidos, dos fueron arrestados por su presunta implicación con la agresión que desencadenó las protestas. Los otros siete han sido detenidos por altercados vinculados a delitos de odio, agresiones y desórdenes públicos.
El presidente Pedro Sánchez reivindicó ayer lunes a España como “país de derechos, no de odio” ante lo sucedido y aseguró que “el racismo es incompatible con la democracia”.
Algunos ministros del Gobierno, como el de Interior, Fernando Grande-Marlaska, han ido más allá y han culpado al partido ultraderechista Vox de lo sucedido. EFE