Redacción El País
Volodimir Zelenski llegó ayer sábado a Canadá para un encuentro con el primer ministro antes de una reunión crucial con Donald Trump, horas después de que Rusia atacara la capital ucraniana, Kiev, y dejase a más de un millón de hogares sin electricidad.
Kiev fue blanco de 519 drones y 40 misiles, de los que 474 y 29, respectivamente, fueron abatidos, según la aviación ucraniana.
Uno de los proyectiles incendió un edificio de viviendas, causando un muerto y 28 heridos, de acuerdo con el alcalde, Vitali Klitschko. Otra persona perdió la vida en una zona periférica de la capital. El ataque se produjo la víspera de la reunión prevista en Florida entre el presidente Donald Trump y Zelenski, en la que hablarán del plan promovido por Estados Unidos para poner fin al conflicto, que comenzó hace casi cuatro años.
Antes de ese encuentro, Zelenski viajó a Halifax para reunirse con el primer ministro canadiense, Mark Carney, quien condenó la “barbarie” de los nuevos ataques en Kiev al recibir al mandatario ucraniano. “Tenemos las condiciones (...) para una paz justa y duradera, pero eso requiere una Rusia dispuesta, y la barbarie que vimos anoche (...) demuestra lo importante que es que nos mantengamos al lado de Ucrania”, dijo Carney.
El líder canadiense añadió que existen “las condiciones y la posibilidad” para la paz, pero que para alcanzarla es necesaria “la voluntad” de Rusia.
Carney también declaró que “estamos a punto de iniciar negociaciones con el presidente Trump, quien ha creado las condiciones clave para una paz justa y duradera”. El primer ministro reveló que, tras la bilateral que mantendrá con Zelenski en Halifax, se realizará una reunión virtual con el resto de los integrantes de la Coalición de los Voluntarios. En las últimas horas, Zelenski ha estado desarrollando una intensa actividad diplomática de cara a la reunión que mantendrá hoy domingo con Trump en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida.
El viernes, Zelenski mantuvo conversaciones telefónicas con Carney; con el canciller alemán, Friedrich Merz; con la primera ministra danesa, Mette Frederiksen; con el primer ministro estonio, Kristen Michal; con el presidente de Finlandia, Alexander Stubb; y con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
Zelenski dijo ayer antes de partir para la cita que el último ataque ruso sobre Kiev demuestra que Moscú “no quiere poner fin a la guerra”. Los rusos “buscan cualquier excusa para causar a Ucrania un sufrimiento mayor, e incrementar la presión”, añadió el mandatario.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, afirmó que estos bombardeos muestran “la determinación de Rusia de continuar con la guerra”, en una conversación entre los dirigentes europeos y Zelenski.
Por su lado, el ejército ruso dijo haber apuntado a instalaciones militares y a infraestructuras energéticas “usadas en beneficio de las Fuerzas Armadas de Ucrania”. Moscú también reivindicó ayer la toma de las localidades de Mirnograd y Guliaipolé, en el este de Ucrania.
Plan enmendado
El plan más reciente de Washington, sobre el que hablarán Trump y Zelenski hoy domingo, es una propuesta de 20 puntos que congelaría la línea del frente en las posiciones actuales, pero abriría la puerta a que Ucrania retire sus tropas del este, donde podrían crearse zonas tampón desmilitarizadas.
Zelenski indicó que hay desacuerdos entre Kiev y Washington sobre la región oriental del Donbás, controlada en su mayor parte por Rusia. Estados Unidos presiona a Ucrania para que se retire del 20% de territorio que controla en la región de Donetsk, parte del Donbás, principal exigencia territorial de Rusia.
El plan actualizado de Washington también propone un control conjunto estadounidense-ucraniano-ruso de la central de Zaporiyia, la mayor planta atómica de Europa, que Rusia tomó durante la invasión. Zelenski afirmó que sólo se podrá ceder territorio si el pueblo ucraniano lo aprueba en referéndum.
Ucrania obtuvo concesiones respecto al anterior plan en 28 puntos presentado por los norteamericanos, considerado muy sesgado en favor de los intereses rusos. De esta forma decayó la exigencia de que Kiev renuncie expresamente a su aspiración de ingresar en la OTAN, así como la posibilidad de que Washington reconociera de facto como rusos los territorios ocupados desde 2014, el año de la anexión de la península de Crimea.
Moscú criticó esta nueva versión, acusando a Kiev de querer “torpedear” las negociaciones.
Rusia considera una línea roja la pretensión ucraniana de seguir aspirando a la OTAN, y se opone al despliegue de fuerzas de paz internacionales para vigilar un futuro alto el fuego, uno de los puntos previstos en el plan. AFP, EFE
El avance de fuerzas rusas
Rusia reivindicó ayer sábado la toma de las localidades de Mirnograd y Guliaipolé, en el este de Ucrania, un nuevo avance en el frente en vísperas de un encuentro en EE.UU. entre Donald Trump y Volodimir Zelenski.
Según un comunicado del Kremlin, el presidente ruso, Vladimir Putin, recibió un informe del Estado Mayor que daba cuenta de “la liberación” de las mencionadas localidades.
Insistencia de Ucrania en garantías de seguridad
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, reiteró ayer sábado la necesidad de que su país reciba garantías de seguridad sólidas para aceptar un compromiso con la parte rusa y dijo que la actitud de Moscú ha quedado clara con los nuevos ataques en momentos en que se trabaja por una nueva iniciativa de paz. “Además de las cuestiones territoriales y la central nuclear de Zaporiya, existen garantías de seguridad que son muy importantes para nosotros. Hoy, Rusia mostró su reacción a las conversaciones de paz entre Ucrania y EE.UU. para poner fin a la guerra”, dijo el mandatario en su cuenta de X.
Zelenski se refirió también a la idea de celebrar elecciones y un referéndum sobre posibles cuestiones territoriales y advirtió que esto en las condiciones actuales no sería posible debido a que no hay suficiente protección ante ataques aéreos. EFE
El presidente ruso, Vladimir Putin, celebra su conferencia de prensa anual de fin de año en Moscú.
Policía rusa detiene a unos 70 civiles de secta religiosa a favor de Zelenski
Las fuerzas de seguridad de Rusia detuvieron en San Petersburgo a cerca de 70 miembros de una secta religiosa que dedicaba sus rezos al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y al ejército ucraniano, informó ayer sábado el portal independiente Holod.
La policía irrumpió el viernes en una reunión de la organización religiosa proucraniana Escuela del Principio Unificado y detuvo a los alrededor de 70 asistentes, a los que se acusa de difundir información falsa acerca de las Fuerzas Armadas de Rusia.
A la organización acudían en su mayoría profesores, así como maestros de escuelas de distintas regiones de Rusia, aunque la mayoría eran residentes de la ciudad de San Petersburgo.
Según los medios locales rusos, los líderes de la secta promovían ideas contrarias a la línea oficial rusa acerca de la guerra de Ucrania y desprestigiaban a los soldados rusos y a los ciudadanos que les apoyaban.
Además, rezaban para proteger a los ciudadanos rusos de la movilización, por el ejército de Ucrania y por su presidente.
A los miembros de la secta se les exigía revelar su postura antibélica a sus familias. Los detenidos se enfrentan a condenas de hasta 10 años de prisión. La secta religiosa, cuyas prácticas se basaban en ortodoxia cristiana e incorporaban rituales esotéricos y místicos, fue fundada en Ucrania. EFE