El presidente actual, el futuro y tres "ex" en histórica reunión

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DANIEL HERRERA LUSSICH

En WASHINGTON

CORRESPONSAL PERMANENTE

Una reunión histórica se vivió ayer en la Casa Blanca cuando se congregaron para intercambiar ideas, historias y recuerdos, tres ex presidentes, el presidente electo y el presidente en ejercicio de los Estados Unidos.

Hacía casi 27 años que no ocurría un hecho similar, que se vivió cuando Ronald Reagan, entonces mandatario, recibió el 8 de octubre de 1982 a los presidentes que vivían en aquel momento -Richard Nixon, Gerald Ford y Jimmy Carter- para tomar el avión "Air Force One" y asistir a los funerales del asesinado presidente de Egipto, Anwar Sadat.

Esta vez, el presidente George W. Bush fue el anfitrión de un almuerzo privado, solicitado por Barack Obama, junto a Jimmy Carter, George Bush padre y Bill Clinton.

Solo se ofreció a los pocos minutos de terminar la reunión un escueto comunicado con frases del mandatario entrante y el saliente a partir del próximo 20 de enero. Sin embargo, por trascendidos de gente allegada al dueño de casa y a los invitados, y algunas palabras de la vocera oficial de la Casa Blanca, Dana Perino, se pudo saber que todo se desarrolló en un ambiente muy cordial. Obviamente, que el tenor de algunos temas que estuvieron sobre la mesa obligaban a momentos serios y de especial mesura, aunque en otros el tono fue más alegre cuando surgieron anécdotas graciosas de ilustres visitantes, donde tuvieron la voz cantante Bush hijo y Clinton, los dos con un especial sentido del humor y amenidad para el relato.

Pero los puntos que más acaparan la agenda oficiosa de los presidentes fueron la crisis económica y el conflicto de Gaza. En general, los voceros del encuentro señalaron discretamente que "existió mucha coincidencia en los puntos de vista sobre ambos problemas que monopolizan la atención mundial y cuando se plantearon diferencias, aunque no abismales, fueron siempre en explícita voz de colaboración con el próximo gobierno".

Antes del almuerzo y del encuentro general, durante algo más de media hora, Bush y Obama dialogaron en el Salón Oval, intercambiando puntos de vista sobre los "planes de salvataje económico" a estudio del Congreso, y sobre los pasos que está dando la Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, en torno a la situación de Medio Oriente.

A posteriori, antes de pasar al salón que denominan de "almuerzos íntimos", dejaron ingresar a más de un centenar de fotógrafos y camarógrafos para tomar nota de los cinco mandatarios, de pie en el medio de la sala, con sus sobrios trajes oscuros y corbatas azules y punzó, donde sobresalía la estatura de Clinton, luego Bush (padre), Obama, Bush (hijo) y Carter, bastante más bajo. Todos -los Bush republicanos, los otros tres demócratas- sonrientes y en franca camaradería.

PALABRAS. Cuando se había terminado la labor de los reporteros, el presidente Bush pronunció unas breves palabras, dirigidas a Obama: "Un mensaje que tengo que decir y creo que todos compartimos es que queremos que tenga éxito en su gestión. Si somos demócratas o republicanos no marca diferencias, nos preocupamos todos por nuestro país. Y en la medida que podamos, esperamos compartir nuestras experiencias con usted. Todos los que han servido en esta oficina, entienden que la oficina va más allá de la persona. Y le deseamos todo lo mejor. Y también lo hace el país".

Obama respondió también breve pero cálidamente: "Solo quiero dar las gracias al presidente por habernos recibido. Este es un extraordinario encuentro. Todos los colegas aquí, sabemos de las presiones y las posibilidades de esta oficina. Y para mí tener la oportunidad de obtener asesoramiento, consejo y buena comunión con estas personas es magnífico. Y estoy muy agradecido a todos".

Bush y Obama ya han mantenido contactos personales. Primero fue la reunión cuando ambas familias se encontraron en la Casa Blanca, luego Obama llamó telefónicamente a Bush el 1° de enero, y ayer por tercera vez conversaron mano a mano y luego con los tres ex presidentes en el almuerzo. Se reiteró a los periodistas que cada mañana, luego del 4 de noviembre, Barack Obama recibe toda la misma documentación que llega al despacho presidencial de la Casa Blanca y que a diario se contacta gente del equipo del futuro gobierno con jerarcas del actual.

Ante la insistencia periodística, luego de concluido el encuentro presidencial, la vocera Perino amenizó en tono de broma: "¡A todos nos gustaría ser moscas en la pared para haber escuchado esa conversación!", matizando a la vez que todo había sido informal y en privado. Sin embargo no calló que Bush y Obama llevaron la "voz cantante" cuando se habló de la urgencia de la aprobación de un plan de "salvataje" de la economía y de lograr un "cese del fuego duradero" para iniciar conversaciones de paz en Medio Oriente".