La renuncia del ministro de Petróleo de Venezuela, El Aissami, y la detención de varios altos cargos vinculados a él sugieren un cambio en los equilibrios de poder en la cúpula chavista.
El Aissami comenzó a militar en la izquierda radical desde los años noventa, cuando era dirigente estudiantil de la Universidad de Los Andes (ULA).
En esa época, se hizo amigo de uno de sus profesores, Adán Chávez, hermano del expresidente Hugo Chávez, y a través de él ingresó a las corrientes iniciales del chavismo.
De la ULA egresó como abogado experto en criminalística. Segundo de cinco hermanos, El Aissami está casado y tiene dos hijos. Algunos de sus ancestros tuvieron cercanías con el Gobierno del partido Baaz, que ha ejercido de forma tutelar el poder en Siria desde 1964 hasta hoy. Shibli Al Ayssami, su tío abuelo, llegó a ser vicepresidente de Siria.
Tareck El Aissami, de 48 años, era relativamente desconocido hasta el año 2008, cuando fue nombrado Ministro de Relaciones Interiores y Justicia por Chávez antes de ocupar el viceministerio de Seguridad Ciudadana. Antes, en 2005, había sido parlamentario del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) por Mérida, su Estado natal.
El Aissami es responsable de llevar a prisión a varios capos colombianos escondidos en Venezuela, creó la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y su institución rectora, la Universidad Experimental de la Seguridad. También estuvo involucrados en la ruptura de relaciones entre Venezuela y la DEA, en 2007.
La llegada de Nicolás Maduro al poder permitió a El Aissami aumentar su ámbito de influencia. Alrededor de su persona gravitaba un entorno de empresarios de origen árabe que logró posicionarse en el mapa económico del país en plena gestación del éxodo de millones de venezolanos.
En 2019, la Corte Federal de Manhattan emitió una sentencia en la cual se le acusa de narcotráfico. El Departamento del Tesoro le haría después señalamientos similares. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos estableció más tarde una recompensa por su captura.
Los vínculos que el régimen de Maduro tiene con Irán y con Hezbollah, tienen en El Aissami a uno de sus embajadores e interlocutores naturales. También en la aproximación con la Turquía de Erdogan.
Con información de El País de Madrid