AFP
Sudáfrica es el hogar de la mayoría de los rinocerontes del mundo y abunda la caza furtiva, impulsada por demanda de Asia donde los cuernos son utilizados en la medicina tradicional por su supuesto efecto terapéutico.
El Ministerio de Medio Ambiente estima que casi 500 rinocerontes murieron en 2023 en el país africano en manos de los cazadores furtivos, un 11% más que en 2022; la mayoría de los casos se dieron en parque estatales.
La mayoría fueron cazados en la provincia oriental de KwaZulu-Natal, donde se encuentra el parque Hluhluwe-Imfolozi, la reserva más antigua de África, que perdió 307 ejemplares.
La pérdida por caza furtiva y la frontera con Mozambique
"Es la mayor pérdida por caza furtiva en esta provincia", afirmó la ministra del Medio Ambiente, Barbara Creecy. Las autoridades también endurecieron la seguridad del Parque Nacional Kruger, cerca de la frontera con Mozambique, pero la población de rinocerontes cayó drásticamente en los últimos 15 años.
La policía detuvo a 49 presuntos cazadores furtivos en KwaZulu-Natal el año pasado, según Creecy. En todo el país, 45 cazadores furtivos y traficantes de cuernos fueron condenados por los tribunales, añadió.

Esto propició una baja de 37% en la muerte de rinocerontes en 2023 en el lugar, pero al mismo tiempo empujó a los cazadores a reservas regionales y privadas como Hluhluwe-Imfolozi.
No obstante, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) informó el año pasado de que los esfuerzos de conservación permitieron un aumento en el número de rinocerontes en África. Cerca de 23.300 ejemplares rondaban el continente a fines de 2022, 5,2% más que el año anterior, indicó la UICN, y 15.000 de ellos viven en Sudáfrica.
"Estas cifras actualizadas de la UICN son esperanzadoras, pero los avances seguirán siendo tenues mientras continúa la crisis de la caza furtiva", afirmó el martes Jeff Cooke, del Fondo Mundial para la Vida Silvestre.