Los ecuatorianos irán a las urnas el próximo 16 de noviembre, después de que el pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó ayer domingo el calendario y convocatoria para el proceso de referéndum impulsado por el presidente Daniel Noboa para el que, hasta el momento, se han aprobado dos preguntas.
En esta elección, los ecuatorianos deberán decidir sobre si se elimina o no de la Constitución la prohibición de instalar bases militares extranjeras en el país, como la que Estados Unidos tuvo en la ciudad de Manta hasta 2009. Y también si se elimina la obligación del Estado de asignar recursos públicos a las organizaciones políticas.
Ambas interrogantes fueron avalados por la Corte Constitucional, que aún analiza otras preguntas enviadas por Noboa y que se podrían incluir, relacionadas con crear un registro de personas sentenciadas por violación a menores o la eliminación de la facultad de designar autoridades que tiene el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS). Además de otras relacionadas con la modificación de las atribuciones de control constitucional que tiene el alto tribunal, con quien Noboa mantiene una lucha abierta, después de que han limitado leyes y estados de excepción promovidos por el gobernante, y de que le haya rechazado cuatro preguntas de un primer paquete que envió el mandatario.
Por el momento, no constará en la papeleta la pregunta de Noboa sobre la instauración de una Asamblea Constituyente que elabore una nueva carta magna, ya que, aunque el mandatario emitió el viernes un decreto para que el CNE la incluya, la pregunta no tiene la validación previa de la Corte, como establece la Constitución. La constitucionalidad de la pregunta está en análisis de los jueces, después de que este sábado el pleno del CNE decidiera enviarla a la Corte, pese a que Noboa había intentado en dos ocasiones saltarse ese procedimiento. Los consejeros electorales han pedido a los magistrados que se pronuncien en el menor tiempo posible para determinar si ese tema podrá ser parte de este proceso electoral.
La Asamblea Constituyente, con la que Noboa busca cambiar la carta magna aprobada durante el mandato del expresidente Rafael Correa (2007-2017), fue una de sus más grandes promesas de la campaña electoral en que logró ser reelegido como gobernante de Ecuador para un periodo completo (2025-2029), tras haber llegado al poder en 2023. Sin embargo, el mandatario había dejado momentáneamente esta propuesta de lado al ver que tenía controlada la Asamblea Nacional (Parlamento), que con mayoría oficialista y con el correísmo como oposición aprobó una serie de leyes tramitadas de manera exprés, que acumulan decenas de demandas de inconstitucionalidad y que luego fueron parcialmente suspendidas por la Corte.
Por su parte, el correísmo anunció ayer domingo que envió una denuncia a la Organización de Estados Americanos (OEA) por “alteración del orden constitucional” en Ecuador, después de que el presidente Noboa llamó por segunda vez a un referéndum para una Asamblea Constituyente sin tener un dictamen previo de la Corte Constitucional. “Solicitamos a la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que se activen de inmediato los mecanismos correspondientes de observación, seguimiento y protección del orden democrático”, escribió en X la asambleísta Viviana Veloz, jefa parlamentaria de la Revolución Ciudadana (RC).
Agencia EFE