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Desesperada búsqueda de los 296 desaparecidos en desastre

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Socorristas observan la situación de devastación provocada por la ruptura de la represa. Foto: AFP

Drama en Brasil

En mar de lodo rojizo, hay 40 muertos, 366 rescatados y 81 esperan salvataje.

Socorristas observan la situación de devastación provocada por la ruptura de la represa. Foto: AFP
Socorristas observan la situación de devastación provocada por la ruptura de la represa. Foto: AFP

Brasil vive la repetición de una catástrofe humana y ambiental ya conocida. De nuevo, la presa de residuos de una mina cedió, creando un descomunal río de lodo que arrasó todo lo que encontró a su paso, incluido el comedor de los trabajadores de la instalación.

Lenilda, la esposa de Carlos Diniz, trabajaba en la cantina y es una de los cientos de empleados a los que nadie ha logrado contactar desde el viernes. "Los compañeros me contaron que, a la hora de la rotura, ella salió corriendo, pero el lodo le atrapó las piernas", relata Diniz ante el centro de operaciones instalado en una universidad de Brumadinho, municipio en el que se ha producido la tragedia. Se desconoce qué originó la rotura del dique de la explotación minera, operada por la empresa Vale.

Un suceso similar ocurrió hace tres años, en una instalación cercana, también en el Estado minero de Minas Gerais, de la misma empresa.

Diniz, que trabaja desde hace 20 años en tareas de mantenimiento de Vale (la mayor compañía minera de Brasil) es uno de las decenas de familiares que buscan información. Su turno empezaba a las cuatro de la tarde, poco después de que la presa se derrumbó. "La última vez que vi a mi mujer fue por la mañana antes de que ella saliera a la mina. Mis hijas no dejan de preguntar por la madre", explica con ojos mareados. Supuestamente había un sistema de alarma pero existen dudas de si funcionó. A Diniz los colegas a los que ha consultado le dicen que no. "Conversé con muchas personas y nadie oyó la sirena de alarma", explica. "Siempre hubo miedo de que algo sucediera en la represa".

Contrarreloj.

El panorama es desolador. Un mar de lodo rojizo ha inundado una enorme extensión. El comandante del Cuerpo de Bomberos de Minas Gerais, coronel Edgardo Estevo informó a O Globo sobre la extenuante tarea que realizan los equipos de rescate y los resultados, en algunos casos felices y en otros terribles. Cuarenta cuerpos fueron retirados del mar de lodo, en tanto en dramáticas operaciones lograron salvar a 366 personas, —221 son empleados de Vale y 145 de empresas tercerizadas— mientras 81 personas esperan el momento de ser salvadas. El comandante estima que en total quedan 296 desaparecidos. El enorme operativo de rescate continúa.

Pero todavía no hay estimación ninguna de si el derrame de los más de 12 millones de metros cúbicos de desechos férricos contenidos en tres balsas afectó a aldeas cercanas a las instalaciones de la mina.

Varias casas, tractores y un puente quedaron bajo el lodo. Foto: Reuters
Varias casas, tractores y un puente quedaron bajo el lodo. Foto: Reuters

Brumadinho tiene casi 40.000 habitantes. Los equipos de rescate tienen localizados tres puntos en los que creen que puede haber supervivientes, según explican las autoridades de Defensa Civil de Minas Gerais.

"Nuestra principal preocupación es averiguar rápido dónde están los desaparecidos", aseguró el vocero del Cuerpo de Bomberos, teniente Pedro Aihara, al canal de televisión Globo News. Decenas de personas están atrapadas en áreas cercanas inundadas por el torrente de lodo liberado por la represa. Aihara aclaró que el lodo no alcanzó el río Paraopeba, un afluente del río São Francisco, el más extenso de Brasil.

Desde que llegaron las primeras noticias de lo ocurrido en Minas Gerais, todos en Brasil pensaron en la catástrofe de mina Mariana. Incluido el presidente de Vale, Fabio Schvartsman, que lo mencionó horas después del suceso, mientras las acciones de la empresa caían fuertemente en Bolsa. "¿Cómo puedo decir que aprendimos después del accidente de Mariana?". La rotura en 2015 del dique de residuos de aquella mina, cercana a la de Brumadinho, derramó 40 millones de metros cúbicos de residuos (casi cuatro veces más que ahora) que mataron a 19 personas. Pero aquella lengua de lodo fue especialmente letal con el medio ambiente porque recorrió 600 kilómetros hasta que desembocó en la costa de Espírito Santo. Mina Mariana era propiedad de Samarco, una firma con participación de Vale y el grupo BHP. Pero, la tragedia actual superó en magnitud a ese triste antecedente.

Schvartsman explicó a periodistas en las oficinas de Vale en Río de Janeiro, que la represa que colapsó el viernes en Brumadinho estaba siendo desmantelada y tenía una capacidad de 12 millones de metros cúbicos, una fracción de los casi 60 millones de metros cúbicos de desechos tóxicos que fueron liberados en el incidente de Samarco. "El impacto ambiental debería ser mucho menor, pero la tragedia humana es horrible", afirmó. Los equipos técnicos habían mostrado el 10 de enero que la presa tenía estabilidad —puntualizó— y es demasiado pronto para determinar los motivos del colapso.

Autorizada.

La presa obtuvo en diciembre la autorización oficial para el reaprovechamiento de los residuos y el desmantelamiento del depósito, según la Secretaría de Medio Ambiente de Minas Gerais.

La técnica utilizada para construir la presa colapsada es, según los expertos, la más barata y menos segura. "Si la ley prohibiera la construcción de represas ascendentes (hechas con los propios residuos) por encima de las comunidades humanas, como hacen muchos países, tendríamos menos desastres", afirma Guilherme Meneghin, fiscal responsable del caso del desastre de Mariana.

Por el momento se ignoran las causas del accidente. Foto: Reuters
Por el momento se ignoran las causas del accidente. Foto: Reuters

Brasil ha sufrido en las últimas décadas catástrofes como esta de Brumadinho. Solo en el Estado de Minas Gerais existen 450 presas de contención de residuos de la minería de las que 22 no tienen la estabilidad garantizada, de acuerdo con lo que indica la Secretaría de Medio Ambiente regional.

Aplican a la minera una multa de US$ 66,5 millones

El gobierno de Brasil multó por 250 millones de reales (US$ 66,5 millones) a la empresa Vale, por la ruptura del dique minero en Minas Gerais. El ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, dijo a la AFP que "ya se aplicó" la multa a la minera.

En un comunicado, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), detalló: "Los daños al medio ambiente por la ruptura de diques en la mina Córrego do Feijao resultaron hasta el momento en cinco infracciones de 50 millones de reales cada una, lo máximo previsto en la Ley de Crimen Ambientales".

La multa es por contaminación de tierra y agua, eventuales amenazas a la salud humana y por afectar la biodiversidad.

Bolsonaro, testigo del drama; los habitantes sufren una pesadilla
Bolsonaro pudo ver el drama que golpea a los habitantes. Foto: Reuters

El presidente Jair Bolsonaro sobrevoló en helicóptero la zona del desastre, pero no habló en el lugar, sino que luego en Twitter comentó que "es difícil contemplar este paisaje sin conmoverse" y prometió hacer cuanto esté al alcance del gobierno "para atender a las víctimas, minimizar daños, investigar los hechos, reclamar justicia y prevenir nuevas tragedias como las de Mariana y Brumadinho".

Bolsonaro pudo ver el drama que golpea a los habitantes, como es el caso de Rosilene Aganetti, quien relató a AFP que desaparecieron las casas de dos vecinas, Adelia y Nilza. "Se las tragó el barro", dijo sobre la zona arrasada. "Había gente y casas aquí, estoy devastada. Tengo varios amigos desaparecidos, que estaban en el resturante de Vale", agregó. "Antes vivía al pie de la presa, allí crié a mis hijas".

Suely de Olivera Costa busca a su marido. "Estoy desesperada", grita mientras el personal de seguridad de Vale le impide el paso. "¿Cómo quieres que esté tranquila si él está muerto", dice a gritos a un hombre que le pide que se calme. "Vale destruyó a Mariana y ahora a Brumadinho y parece que nadie hace nada. ¿Cuál será la próxima?", pregunta.

William Guilherme Silva, un ferroviario de 21 años, no tiene noticias "de seis o siete conocidos, incluidas algunas personas muy cercanas a las que conozco desde la infancia". Ayer por la tarde comenzó a llover, lo que dificulta el rescate.


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