La liberación de los manifestantes de las protestas del 11 de julio de 2021 se ha convertido en un tema político clave en Cuba tras el precedente de Nicaragua y la insistencia en este asunto de Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y el Vaticano.
El último en alentar en esa dirección fue el cardenal Beniamino Stella, enviado del papa, al señalar en una visita a La Habana que Francisco “desea mucho” que el régimen cubano dé una “respuesta positiva” a su pedido en este sentido.
“Es importante que los jóvenes que en un momento manifestaron su pensamiento de la forma que conocemos puedan volver a sus casas”, subrayó.
Poco días antes, en una reunión del ministro cubano de Justicia, Óscar Silvera, con embajadores de la UE se planteó también la liberación de condenados por las protestas del 11J.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, le prometió al enviado del papa buscar “la solución de las expectativas de ambas partes”, recogió el diario oficial Granma.
Según el exdiplomático cubano Carlos Alzugaray hay “señales” y “síntomas” desde hace meses de que “algo puede suceder”: percibe entre Cuba y EE.UU. un acercamiento.
En base a EFE