La Asociación Madres de Abril (AMA) de Nicaragua informó ayer domingo que ha solicitado a las autoridades estadounidenses que deporten a un “país seguro” a la nicaragüense Yadira Córdoba, madre de un joven opositor nicaragüense que fue asesinado en el marco de las manifestaciones antigubernamentales que estallaron en ese país en abril de 2018.
En una declaración, la AMA explicó que la mujer nicaragüense se encuentra detenida en custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos desde el 20 de agosto de 2025 y tiene orden de deportación. “Córdoba buscó protección internacional en Estados Unidos, tras alzar la voz para exigir justicia por el asesinato de su hijo Orlando Córdoba, asesinado en el 30 de mayo del 2018 por el Estado de Nicaragua en el contexto de las protestas sociales en Nicaragua y encontrarse en situación de riesgo ante una posible criminalización”, indicó la asociación.
Sin embargo, en una audiencia realizada el pasado 7 de noviembre su solicitud de asilo “no fue debidamente escuchada y fue determinada ser deportada a Honduras, bajo el acuerdo bilateral de EE.UU. con ese país”, agregó.
Tanto Nicaragua como Honduras han rechazado recibir a la mujer, según sus familiares, por lo que la AMA abogó para “que se proceda a su liberación inmediata, a través de su deportación a un tercer país seguro”.
“Hoy, frente a una nueva revictimización derivada de políticas migratorias, alzamos nuestra voz para exigir una solución humanitaria y justa a su caso”, instó ese organismo, integrado por madres y familiares de las víctimas que dejaron las protestas en Nicaragua. “Por lo anterior, y ante la falta de garantías para su protección, solicitamos respetuosamente al Gobierno de los Estados Unidos que atienda este caso con urgencia y con un enfoque humanitario y de derechos humanos”, continuó. Además, AMA hizo un llamado a la comunidad internacional y a entidades de derechos humanos en EE.UU y Latinoamérica “a no guardar silencio ante situaciones que profundizan el dolor y la injusticia con las víctimas de violencia de Estado”.
Desde abril de 2018, Nicaragua vive una crisis que ha dejado al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 684 y el Gobierno reconoce 200 y denuncia supuesto intento de golpe de Estado.
EFE