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Crimen de Villa Gesell: abogado de rugbistas solicitó cuidados especiales en la cárcel

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Los diez rugbistas detenidos fueron trasladados en ese móvil al penal de Dolores. Foto: La Nación/GDA.

ARGENTINA

A mitad de la madrugada, los diez rugbistas detenidos fueron trasladados al penal de Dolores.

El silencio y la preocupación inundaron el ambiente durante las últimas horas de permanencia en los calabozos de la comisaría. Desde las 7 hasta entrada la tarde de anteayer habían afrontado en Villa Gesell la cuarta jornada de rondas de reconocimiento y apenas les quedó tiempo para ordenar pertenencias, cenar, asearse y, casi sin descanso, partir a las 3.30 hacia su nuevo destino: la Unidad Penal 6 de Dolores.

"Cada uno preparó el 'mono' con su ropa, dejó su calabozo y caminó hacia el móvil que los transportó", contó una fuente policial que siguió de cerca el movimiento de estos diez jóvenes oriundos de Zárate, acusados por el asesinato de Fernando Báez Sosa, caratulado por la fiscalía como homicidio agravado por participación de dos o más personas, delito que prevé una pena de prisión perpetua.

Para varios de ellos esta nueva escala en una cárcel puede haber sido el comienzo de un viaje que podría durar hasta 35 años. El temor por el nuevo escenario que se iban a encontrar antes del amanecer se lo habían hecho notar a su defensa todos los acusados por el asesinato de Fernando Báez Sosa. Algo más que una inquietud que, según pudo confirmar La Nación, el abogado Hugo Tomei se encargó de transmitir al juez de Garantías David Mancinelli, firmante de la orden de traslado de los diez a una cárcel.

"Los chicos están con miedo ante lo que viene y hubo un pedido por escrito de cuidado especial en condiciones de alojamiento, seguridad y también en el tratamiento mediático", confió una fuente de la investigación.

A mitad de la madrugada, fue el personal del Servicio de Traslados y Custodia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires el que se encargó de retirar a estos detenidos en Pinamar para recorrer los 141 kilómetros que separan a esta ciudad balnearia de la ciudad de Dolores, su nuevo destino.

Rugbistas acusados del la muerte de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell. Foto: La Nación/GDA.
Rugbistas acusados del la muerte de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell. Foto: La Nación/GDA.

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Las fuentes consultadas aseguran que los imputados por el crimen de Báez Sosa, cometido a golpes de puño y patadas durante un ataque en manada frente a la discoteca Le Brique, se volvieron a mover con relativa tranquilidad en esas últimas siete horas que pasaron alojados en el sector de calabozos de la comisaría 1ª de Pinamar.

"Hablaron poco, comieron su vianda y varios de ellos intentaron descansar", confiaron sobre la dinámica nocturna en el sector de calabozos de esta dependencia, cuyo movimiento habitual se vio alterado durante los últimos diez días con la llegada de los primeros cinco detenidos por esta causa, y luego por los restantes. "Puertas adentro poco cambió, pero afuera la presencia de medios implicó algunos ajustes", reconoció una autoridad de la fuerza policial.

Eso se notó en particular durante el fin de semana, cuando para evitar la cercanía de cámaras y micrófonos se dispuso un perímetro de seguridad a efectos de asegurar un ingreso y salida sin complicaciones para los familiares de los acusados.

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En espera de visitas

Desde el inicio del caso estuvieron allí Lucas Pertossi, Luciano Pertossi, Matías Benicelli, Ayrton Viollaz y Máximo Thomsen. Este último aparece como el más comprometido por las declaraciones que figuran en el expediente y al menos cinco testigos señalaron a ese joven de 20 años como el agresor más violento de Fernando; algunos, incluso, le asignaron un supuesto rol de líder en la patota que golpeó hasta la muerte al adolescente de 19 años.

Por razones de logística (la policía debía utilizar dos móviles con el correspondiente doble costo de combustible y demanda de personal de custodia), se acordó con la Justicia reunir en Pinamar a todo los detenidos. Las autoridades regionales ordenaron entonces que se envíe a nuevo destino a cinco detenidos ajenos a este caso para habilitarles el cupo a Enzo Tomás Comelli, Blas Cinalli, Alejo Milanesi, Juan Pedro Guarino y Ciro Pertossi, que estaban alojados en la comisaría 2ª de Villa Gesell.

En su último pasó por la seccional de Pinamar la principal inquietud de los diez jóvenes fue la posibilidad que tendrían esta semana de volver a encontrarse con sus familiares, tal como lo hicieron los últimos miércoles y sábado. Además del acompañamiento era ese contacto la oportunidad de hacerse de ropa y algunos alimentos. Se pudo confirmar que la oportunidad de reencontrarse con sus afectos, ya en nuevo destino, será esta tarde, ya que los jueves es el día para visitas en la unidad penitenciaria que ahora los alberga. Para esa ocasión la alcaldía, que es donde están desde la madrugada de ayer, dispone de un salón de usos múltiples.

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