Redacción El País
Francia es el país donde se están viviendo las movilizaciones más importantes y donde miles de agricultores bloquean con sus tractores los accesos a París desde el lunes, en manifestaciones donde piden ayudas de emergencia por la crisis del sector y acusan a la Unión Europea (UE) y a las importaciones de países de fuera del bloque de ser responsables de las dificultades que enfrentan.

Pero, más allá de París, la ira agraria se ha hecho oír en varios países de la UE como España, Grecia, Bélgica, Italia y Rumania, entre otros. El domingo, por ejemplo, agricultores belgas a bordo de tractores bloquearon una importante autopista pidiendo cambios en la Política Agrícola Común (PAC) europea.

Cada país enfrenta sus propias dificultades, pero todos coinciden en señalar las normas de producción en la UE y las importaciones de países de fuera del bloque, como causas de una eventual caída de ingresos y de pérdida de competitividad.

La importación de “productos agrarios de terceros países a bajo precio que presionan a la baja los de la UE” son un caso de “competencia desleal”, advirtieron los sindicatos españoles Asaja, COAG y UPA, en su llamado a protestas “en las próximas semanas”.

Los agricultores griegos decidieron intensificar ayer miércoles sus movilizaciones para reclamar ayudas económicas y bloquearán más carreteras en todo el país, a pesar de que el gobierno conservador ha accedido a algunas de sus peticiones.

El primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis, anunció ayer que el gobierno aumentará desde los 2.000 euros actuales hasta un máximo de 10.000 las ayudas a cada productor en Grecia central, donde las inundaciones del pasado septiembre acabaron con las cosechas.

Los campesinos consideran insuficiente esta medida y piden que se desembolsen ya las indemnizaciones estatales, mientras apuntan a que muchos agricultores y ganaderos todavía no han recibido ni un solo euro por parte del Estado.

En tanto, los italianos continuaban ayer sus protestas en las zonas de mayor desarrollo agrícola del país, sin que por el momento se hayan producido incidentes, salvo el bloqueo esporádico de algunas carreteras.

“Vamos adelante todos los días hasta que desde el gobierno o de Europa nos den respuestas”, dijo a EFE Domenico Chierici, que se manifiesta desde hace tres días ante la salida de la autopista de Orte, en la región central del Lacio. El sector agrícola protesta en Italia por la obligación de no cultivar el 4% de la tierra, así como por la entrada de alimentos sintéticos en el mercado y el aumento de los costes del gasóleo agrícola.

Asimismo, los agricultores y transportistas rumanos protestan desde hace tres semanas para pedir mejoras laborales y fiscales para rebajar los costes de producción, pero también medidas para contrarrestar los efectos de la entrada de productos agrícolas ucranianos. Según una encuesta del centro de investigaciones Inscop, el 94% de los rumanos apoya las protestas del gremio, que lleva semanas cortando carreteras para pedir ayudas y rebajas fiscales, así como medidas proteccionistas frente a la importación de productos de Ucrania, más baratos que los locales.

En Francia, las protestas dieron sus frutos en las últimas horas. El gobierno francés anunció ayer dos dispositivos de ayuda adicionales para los agricultores, que representan un monto total de 230 millones de euros, y mostró su determinación para conseguir que la UE renuncie a las negociaciones con Mercosur en las condiciones actuales.

El ministro de Agricultura, Marc Fesneau, reconoció que en esta cuestión “Francia está bastante sola” entre los 27 países de la UE, pero insistió: “Si no obtenemos lo que queremos”, es decir, las famosas “cláusulas espejo”, “no habrá acuerdo con Mercosur”. [EFE, AFP]