Corea del Norte afirmó ayer domingo que lanzó un misil balístico intercontinental (ICBM) como advertencia a Estados Unidos y Corea del Sur, y que esta maniobra “sorpresa” demostró la capacidad de su país de realizar un “contraataque nuclear mortal”.
En respuesta, Estados Unidos y Corea del Sur realizaron ejercicios aéreos conjuntos con un bombardero estratégico y cazas furtivos, según comunlicó Seúl.
El líder norcoreano, Kim Jong Un, ordenó el “ejercicio de lanzamiento” sorpresa el sábado y un misil Hwasong-15 fue disparado desde el aeropuerto de Pyongyang, según la agencia KCNA. Corea del Norte probó esta arma por primera vez en 2017.
El ejército surcoreano, por su parte, afirmó que detectó el lanzamiento de un ICBM. Según el gobierno japonés, voló 66 minutos y tendría capacidad de alcanzar cualquier punto del territorio continental estadounidense.
Las autoridades norcoreanas exaltaron la prueba armamentista, la primera en siete semanas, al destacar “la capacidad de guerra de las unidades de ICBM que están listas para un contraataque móvil y poderoso”, según KCNA.
El lanzamiento es una “prueba clara” de la fiabilidad de la “poderosa disuasión nuclear” norcoreana, agregó KCNA.
El disparo fue condenado por Corea del Sur, Estados Unidos y Japón, que aseguró que el aparato cayó en su Zona Económica Exclusiva (ZEE), así como por el G7 y la Unión Europea (UE).
El ejercicio se produjo en momentos en que Corea del Sur y Estados Unidos se preparan para llevar a cabo un ejercicio, la próxima semana en Washington, para saber qué medidas tomar si Pyongyang utiliza armas nucleares. Esto provocó la ira de Corea del Norte, que amenazó el viernes con una respuesta “sin precedentes” a lo que calificó de preparativos de guerra.
Nueva etapa
Según el experto en seguridad estadounidense Ankit Panda, el disparo del sábado tiene una importancia considerable porque “se ordenó el mismo día, por lo que no se trata de una ‘prueba’ tradicional, sino de un ejercicio”.
Park Won-gon, profesor de la Universidad de Ewha, afirmó que es la primera vez que Pyongyang ofrece un relato detallado desde la orden de disparo hasta el lanzamiento.
Esta prueba “demuestra que todas estas armas están desplegadas para el combate real”, dijo.
Las relaciones entre las dos Coreas están en uno de sus puntos más bajos en años, después de que el Norte se declarara una potencia nuclear “irreversible” y Kim pidiera un aumento “exponencial” en la producción de armas, incluyendo las de tipo nuclear táctico.
En respuesta, el presidente surcoreano Yoon Suk Yeol buscó intensificar la cooperación de seguridad con Estados Unidos, con más ejercicios militares conjuntos.
La portavoz norcoreana y hermana de Kim, Kim Yo Jong, afirmó ayer que las acciones del Sur “agravan más la situación, destruyendo la estabilidad regional”, según KCNA.
AFP