Redacción El País
Comenzó hoy miércoles 7 de mayo el cónclave en el Vaticano para definir quién será el nuevo papa, luego de la muerte de Francisco. La primera votación del cónclave concluyó con una fumata negra, lo que significa que no hubo mayoría de dos tercios entre los cardenales. En total son 133 los cardenales electores que estarán en las votaciones, entre ellos el uruguayo Daniel Sturla.
- Los cardenales se encerraron en la Capilla Sixtina, donde permanecen incomunicados con el mundo exterior.
- Tienen prohibido abandonar el Vaticano y comunicarse con alguien de afuera hasta que hayan elegido a un nuevo pontífice.
- El resultado de las sucesivas votaciones se anuncia al mundo exterior con el humo de la chimenea en el tejado de la Sixtina: si es blanco, habrán elegido un nuevo papa; si por el contrario es negro —como el de esta jornada—, el cónclave deberá continuar.
- Para elegir al nuevo papa se necesita que algún cardenal reúna dos tercios de los votos, y se realizarán tantas elecciones como sea necesario.
Con información de EFE, AFP y El País de Madrid
Así se desarrolló la jornada:
A las 21:00 en Roma, la chimenea de la Capilla Sixtina emanó el humo negro que indica que no hubo consenso para elegir al sucesor del papa Francisco, en este primer día del cónclave.
Este jueves, los 133 cardenales menores de ochenta años volverán a reunirse desde las 9:00 para nuevas votaciones.
Está previsto que tengan lugar dos votaciones por la mañana y otras dos por la tarde y, si en las primeras de cada turno no hay acuerdo sobre un nombre, solo habrá dos fumatas, previsiblemente no antes de las 12:00 y las 19:00 horas locales (7:00 y 14:00 hora de Uruguay).
Si hubiera una fumata antes de esas horas sería indicativo de que los cardenales han otorgado la mayoría de dos tercios a uno de ellos, que está fijada en 89 votos.
La primera fumata salió con humo negro, prácticamente a las nueve de la noche en punto en la Plaza de San Pedro. Continuamos acompañando desde la oración este #Cónclave2025 🙏 pic.twitter.com/ntgIW2i5KZ
— Iglesia Católica Montevideo (@ICM_uy) May 7, 2025
A minutos de las 21:00 en Roma, los rumores por el retraso de la fumata crecen en la plaza de San Pedro, consignó El País de Madrid desde la capital italiana, aunque la hora fijada por la sala de prensa del Vaticano a los periodistas —entre las siete y las siete y media de la tarde hora local— era orientativa.
Las puertas de la Capilla Sixtina se cerraron a las 17.46, pero seguía la meditación del predicador emérito de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa. Su duración es incierta, pero habrá llevado su tiempo, apunta el periodista Íñigo Domínguez.
108 de los 133 cardenales electores fueron nombrados por Francisco, es decir que es su primera experiencia en un cónclave. En el proceso de votación, los cardenales deben levantarse de su sitio, ir hasta un extremo de la sala, donde está la urna, votar y volver a su sitio. Un minuto por cada uno supone ya dos horas.
Poco después del comienzo del cónclave ya había más de 30.000 personas reunidas en la plaza de San Pedro del Vaticano a la espera de la primera fumata, informó la jefatura de policía de Roma, que prevé que la cifra vaya en aumento.
Fieles, curiosos y muchos turistas han comenzado a llenar la plaza sin apartar la mirada de la chimenea colocada en el tejado de la Capilla Sixtina, poco después de que los 133 cardenales electores se encerraran a las 17.46 en el templo para la primera votación.
El cónclave sigue a rajatabla un protocolo muy preciso elaborado durante siglos en varios lugares cargados de historia. Entre ellos, la Plaza de San Pedro, la Capilla Sixtina, la residencia de Santa Marta y más.
Al fondo de la Capilla Sixtina hay una puerta que comunica con una pequeña habitación de 9 m2, permanentemente cerrada al público. Es la llamada "sala de las lágrimas", donde cada nuevo papa, tras ser elegido, entra en compañía del cardenal camarlengo (a cargo de los asuntos del Vaticano durante la transición entre dos papados) y del maestro de ceremonias litúrgicas para, según la tradición, romper en llanto ante la magnitud de la tarea que le espera y vestir su primera sotana blanca, con la que será presentado al mundo.
A las 17.46 hora local del Vaticano, las puertas de la Capilla Sixtina se cerraron, después de que el Maestro de Ceremonias, Diego Ravelli, pronunciara la frase "Extra Omnes" ("Todos fuera"), con la que dio inició el cónclave.
Previamente, los cardenales se congregaron en la capilla Paulina para una oración inicial y el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de Francisco y uno de los máximos favoritos para sucederle, que preside el cónclave, se dirigió en latín a los purpurados para recordarles que deben designar al 267 papa de la historia de la Iglesia católica.
📺 TV en DIRECTO | El maestro ceremoniero de la Santa Sede, Diego Ravelli, expulsa de la capilla a todo aquel que no viste la púrpura con la fórmula en latín Extra omnes (Fuera todos) y cierra las puertas hasta que haya un nuevo Papa https://t.co/LGBCLoT3Dc pic.twitter.com/7P3w9Du7Qv
— EL PAÍS (@el_pais) May 7, 2025
Luego, los electores procesionaron hasta la cercana Capilla Sixtina, atravesando la Sala Regia, tras la cruz que abría la marcha, en un rito de enorme simbología en medio de los bellos frescos del Vaticano.
Ya en la Sixtina y tras cantar el "Veni, Creator Spiritus", himno de invocación del Espíritu Santo, uno a uno, los purpurados juraron observar la Constitución Apostólica "Universi Dominici Gregis" para la designación de pontífice", además de guardar "el secreto" sobre "todo lo que ocurre en el lugar de la elección".
Y después llegó el momento culminante del "Extra Omnes" para el encierro en la Sixtina.
Los 133 cardenales que deberán elegir al sucesor del papa Francisco se han encerrado este miércoles en la Capilla Sixtina para empezar el cónclave, después de que el maestro ceremoniero cerrara oficialmente sus puertas.
El maestro de Celebraciones Litúrgicas, Diego Ravelli, pronunció la fórmula en latín, "Extra omnes" (fuera todos), para pedir a todo aquel ajeno al cónclave que abandonara la capilla.
El cardenal uruguayo Daniel Sturla prestó juramento sobre las cinco de la tarde, hora del Vaticano.
"En Roma se vive con mucha intensidad todo esto. Han sido días muy intensos", había afirmado Sturla durante una conferencia de prensa a medios uruguayos en la jornada del martes.
Sturla será uno de los 133 cardenales electores y que podría ser electo, pese a que ya ha declarado que no le gustaría ser el sumo pontífice y que no ve viable esa posibilidad.
El cardenal deseó que él y sus colegas hagan "una buena elección" y elijan a un papa "sabio" y que "sepa guiar a la Iglesia". "Que sea un puente —la palabra pontífice significa hacedor de puentes— para la paz, sobre todo en algunas regiones, un tema que a Francisco le preocupó y que tuvo su colofón con el encuentro entre los presidentes Trump y Zelenski en su velorio", añadió.
Los 133 cardenales que desde este miércoles elegirán al 267 pontífice de la Iglesia católica prestan juramento antes de que se cierren las puertas de la Capilla Sixtina y comience el cónclave, con la primera votación para designar al sucesor de Francisco esta misma tarde.
Los pupurados se comprometen a observar las reglas del cónclave y quien salga elegido "a cumplir la misión encomendada por Jesús al apóstol Pedro", así como a guardar "el secreto" sobre "todo lo que ocurre en el lugar de la elección concerniente directa o indirectamente al escrutinio", entre otras cosas.
Tras la llegada de los cardenales en procesión desde la Capilla Paulina a la Sixtina, Pietro Parolin, secretario de Estado de Francisco y uno de los máximos favoritos para ser elegido, ha sido el encargado de leer el juramento en voz alta, y a continuación cada uno de los cardenales electores, con una mano sobre los Evangelios, renuevan el juramento.
Como el cardenal más antiguo de la Orden de los Obispos, Parolin sustituye en el rito al decano del colegio cardenalicio, Giovani Battista Re, que al ser mayor de 80 años no puede entrar en la Capilla Sixtina.
Los Maestros de Ceremonias dan al menos dos o tres papeletas en blanco a cada elector y salen de la Capilla Sixtina. Cada cardenal llena en secreto la papeleta, escribiendo "claramente, con una letra lo más reconocible posible, el nombre de la persona que elige". Después, dobla la papeleta por la mitad y, sosteniéndola en alto y claramente visible, se dirige al altar, cerca del cual se encuentran los tres escrutadores.
El cardenal jura: "Invoco a Cristo el Señor, que me juzgará, por testigo de que mi voto se da a quien, según Dios, creo que debe ser elegido". Coloca la papeleta en un plato y la desliza dentro de una cáliz, utilizado como urna. Se inclina ante el altar y regresa a su asiento.
Al final de la votación, el primer escrutador sacude la urna varias veces para mezclar las papeletas y el tercer escrutador transfiere las papeletas, una por una, a otro cáliz. Si el número de papeletas corresponde al número total de electores, se procede al recuento.
Los escrutadores se sientan en una mesa colocada delante del altar. El primer escrutador abre una tarjeta y lee el nombre. El segundo repite el procedimiento. El tercer escrutador anota el nombre y lo lee en voz alta, luego perfora las tarjetas con una aguja y las une todas con un hilo.
El camarlengo recoge las notas y redacta un acta con el resultado. Todos los papeles se queman en la estufa, con un aditivo químico para cambiar el color del "humo".
Una vez que terminen las votaciones, el cardenal que resulte electo deberá responder a dos preguntas del decano: "¿Aceptas tu elección canónica para Sumo Pontífice?" y "¿Cómo quieres ser llamado?". Si responde sí a la primera, se convierte en papa y obispo de Roma.
Uno por uno, los cardinales expresan un gesto de respeto y obediencia al nuevo papa, antes del anuncio a los fieles.
Desde el balcón de la basílica de San Pedro, el cardenal protodiácono anuncia "Habemus papam". A continuación, aparece el nuevo pontífice e imparte su bendición "urbi et orbi" (A la ciudad y al mundo).
Al final del juramento dentro de la Capilla Sixtina, el maestro de las Celebraciones Litúrgicas, Diego Ravelli, proclamará el 'Extra omnes' (todos fuera) y se cerrarán las puertas. Se espera que esto se haga sobre las 16:30 hora local del Vaticano (11:30 de Uruguay). Solo los cardenales electores permanecerán dentro. Entonces se procederá a una primera votación que podría empezar a indicar el rumbo de la elección.
1. Pietro Parolin (70) - Italia, Secretario de Estado del Vaticano
Diplomático de gran experiencia ejerció como secretario de Estado -Nº 2 del Vaticano- durante casi todo el pontificado de Francisco y es un hombre de primer plano en la escena internacional. Tuvo un papel clave en 2018 para el acuerdo histórico entre el Vaticano y China sobre el nombramiento de obispos.
2.Pierbattista Pizzaballa (60) - Italia. Patriarca latino de Jerusalén
Buen conocedor de Oriente Medio, este franciscano y teólogo italiano habla hebreo e inglés, y llegó a Jerusalén en 1999. En septiembre de 2023, se convirtió en el primer patriarca de Jerusalén en ejercicio -la más alta autoridad católica de Oriente- en ser creado cardenal. Un mes más tarde, estalló la guerra entre el grupo terrorista Hamás e Israel. Sus repetidos llamados a la paz lo pusieron en primer plano.
3. Matteo Maria Zuppi (69) - Italia. Arzobispo de Bolonia
Experimentado diplomático lleva más de 30 años realizando misiones de mediación política en el extranjero. Miembro de la comunidad romana de San Egidio, brazo diplomático oficioso de la Santa Sede, ha sido mediador en Mozambique y enviado especial de Francisco para la paz en Ucrania. El también arzobispo de Bolonia es desde 2022 presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. Goza de gran popularidad en Italia. Aboga por la acogida de migrantes y de los fieles homosexuales en el seno de la Iglesia.
4. Claudio Gugerotti (69) - Italia
Diplomático excelente, políglota, es un experto en el mundo eslavo. Su carrera le ha llevado a ejercer de nuncio -embajador de la Santa Sede- en Georgia, Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Ucrania y Reino Unido. Gugerotti, a quien el papa Francisco consultó sobre la guerra entre Rusia y Ucrania, es desde 2022 prefecto del dicasterio para las Iglesias Orientales.
5. Jean-Marc Aveline (66) - Francia, arzobispo de Marsella
Nació en Argelia en el seno de una familia de “pieds-noirs” -europeos, principalmente franceses, que residieron en Argelia durante el período colonial- de origen andaluz y pasó casi toda su vida en Marsella. En 2013, se convirtió en obispo auxiliar de esta ciudad, desde donde aboga por el diálogo interreligioso y por la defensa de los migrantes. Es el presidente de la Conferencia Episcopal de Francia.
6. Anders Arborelius (75) - Suecia. Obispo de Estocolmo
Luterano sueco, se convirtió al catolicismo en un país de abrumadora mayoría protestante, pero que es también uno de los más secularizados del mundo. Primer obispo católico de nacionalidad sueca, Francisco lo nombró cardenal en 2017. Arborelius defiende la acogida en Europa de los migrantes. También se opone a ciertos obispos alemanes que desean modernizar su iglesia y a los que el Vaticano acusa de querer crear una nueva rama protestante.
7. Mario Grech (68) - Malta. Obispo de Gozo
El obispo de Gozo, la segunda isla más grande del pequeño archipiélago mediterráneo de Malta, desempeñó un papel clave durante el sínodo sobre el futuro de la Iglesia, convocado por Francisco. Grech fue el secretario general de esta asamblea de obispos, que deliberó sobre temas cruciales como el lugar de las mujeres y los divorciados vueltos a casar.
8. Péter Erdö (72) - Hungría. Arzobispo de Budapest
Austero intelectual, habla siete idiomas, se destaca por sus conocimientos teológicos. Defensor del diálogo con los cristianos ortodoxos, también presta especial atención a la comunidad judía. Tiene opiniones muy conservadoras tanto sobre los divorciados vueltos a casar como sobre las parejas del mismo sexo.
9. Jean-Claude Hollerich (66) - Luxemburgo. Arzobispo de Luxemburgo
Jesuita, apasionado de la literatura alemana y de la cultura japonesa, es miembro de los dicasterios de Cultura y de Educación, y del de Diálogo Interreligioso. Especialista de las relaciones culturales entre Europa y el Extremo Oriente.
10. Antonio Tagle (67) - Filipinas
Exarzobispo de Manila, figura moderada que no ha dudado en criticar a la Iglesia católica por sus fallos, especialmente en los casos de pederastia. Se ha ganado el apodo de “Francisco asiático”. Benedicto XVI lo nombró cardenal en 2012. Le dicen “Chito”. En 2013 estuvo entre los “papables”.
11. Charles Maung Bo (76) - Birmania. Arzobispo de Rangún
Presidente de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia, cardenal desde 2015, convirtiéndose en el primer y único purpurado de su país. Salesiano, llamó al diálogo y a la reconciliación en una Birmania sumida en conflictos. Tras el golpe de Estado de 2021, urgió a los opositores a mantener la no violencia. Miembro de una minoría étnica, defendió a los rohinyás, de mayoría musulmana.
12. Peter Turkson (76) - Ghana
Es uno de los cardenales africanos más influyentes, considerado a menudo como el favorito para convertirse en el primer papa negro de la Iglesia. Nacido en una familia modesta de 10 hijos, habla seis idiomas y ha acudido varias veces al Foro Económico Mundial de Davos.
13. Fridolin Ambongo (65) - República Democrática del Congo
Una voz importante por la paz en su país natal marcado por décadas de violencia. Firmó una carta en 2024 contra la autorización del papa Francisco a la bendición de parejas homosexuales. El arzobispo de Kinshasa desde 2018.
14. Robert Francis Prevost (69) - Estados Unidos
Nativo de Chicago, se convirtió en 2023 en el prefecto del poderoso Dicasterio para los Obispos, encargado de nombrar a los mitrados de todo el mundo. Prevost fue misionero en Perú, y años después fue nombrado arzobispo-obispo emérito de Chiclayo, en el país andino. También es el presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.
15. Timothy Dolan (75) - Estados Unidos. Arzobispo de Nueva York.
Jefe del poderoso arzobispado de Nueva York, es un hombre extrovertido, al que le gusta el deporte, la cerveza y que trata de aportar optimismo a la Iglesia. Tiene mucho sentido del humor, es teológicamente conservador.
El decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, pidió que "sea elegido el papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento de la historia tan difícil y complejo".
La petición la hizo este miércoles en la misa 'Pro eligendo pontífice', que se celebra ante los 133 cardenales electores en la basílica de San Pedro, antes de comenzar el cónclave para elegir al sucesor de Francisco.
Unos 5.000 fieles, junto a más de 200 cardenales, obispos y religiosos, participaron en la misa 'Pro eligendo pontifice' en la basílica de San Pedro, previa a que los electores se encierren en el cónclave para elegir al sucesor de Francisco, mientras pequeños grupos se han concentrado en la plaza ante las pantallas que retransmiten la ceremonia.
Después los 133 purpurados con derecho a voto, por tener menos de 80 años, fueron convocados en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico.
A partir de las 19.00 horas se espera el humo, que con casi total seguridad será negro, es decir que ninguno de los nombres habrá alcanzado los dos tercios, 89 votos, pero es el momento en el que se puede concentrar un mayor número de fieles en la plaza de San Pedro.