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Clima de “extrema polarización” en Perú preocupa a la CIDH

Registran 42 muertos, 531 heridos y 329 detenidos, entre ellos un menor.

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Manifestantes marchan en Lima exigiendo el adelanto de elecciones y en rechazo al Gobierno de Boluarte
Manifestantes marchan en Lima exigiendo el adelanto de elecciones y en rechazo al Gobierno de Boluarte.
Foto: EFE

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hizo ayer viernes un llamado a un “diálogo amplio e inclusivo” para encontrar una salida al “clima de extrema polarización social y política” de Perú, donde las protestas antigubernamentales suman casi medio centenar de fallecidos en tan solo un mes.

“La salida a esta crisis debe pasar por el diálogo, acuerdos y respeto al estado de derecho. Se requiere de un diálogo amplio, genuino, inclusivo, con enfoque intercultural y territorial que conduzca a acuerdos donde todos los actores de la sociedad se sientan representados”, aseguró en una conferencia el vicepresidente de la CIDH, Stuardo Ralón.

El comisionado afirmó que, durante la visita de la delegación de este organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA) a Perú, se “constató un clima de extrema polarización social y política”, además de “una fuerte estigmatización por factores étnicos y regionales”.

Insistió, en esta línea, en que los “intentos de diálogo incluyan a los más amplios sectores de la sociedad” peruana para encontrar “soluciones políticas que brinden plenas garantías de participación ciudadana en la selva, sierra y costa” del país. “Este horizonte común es posible (...) pero también noto que la sociedad peruana no se está escuchando entre sí, noto una estigmatización generalizada”, insistió.

En este sentido, el también relator de la CIDH para Perú mencionó que ciertos mensajes por parte de algunas autoridades que acusan a los manifestantes de “terroristas, terrucos, senderistas o indios” contribuyen “a la creación de un ambiente de permisibildiad y tolerancia hacia la discriminación, la estigmatización y la violencia institucional” contra indígenas y campesinos.

“La crisis y el descontento social presenta también alguna relación con las desigualdades históricas y estructurales existentes en el país, aquellas vinculadas con la discriminación histórica que enfrentan los pueblos indígenas, la población campesina y de provincias”, comentó el comisionado.

Otro aspecto clave para entender las manifestaciones ciudadanas, agregó, es la “debilidad institucional” de Perú, sumido a una de crisis “crónica” desde 2016 que ha llevado al país a encadenar diversos periodos de protestas sociales y a tener seis presidentes y tres Parlamentos en siete años, lo que, aseguró, “ha debilitado la confianza ciudadana en las instituciones”.

“Preocupan a la comisión los múltiples testimonios sobre la desconfianza generalizada en las instituciones en un contexto de graves denuncias de corrupción en distintos poderes del Estado”, expresó.

Ralón también pidió a las autoridades tomar “medidas urgentes para que no haya una muerte más” en las protestas antigubernamentales que, a la fecha, han dejado un saldo de 41 manifestantes y un policía fallecidos.

Otras siete personas han perdido la vida “por accidentes de tránsito y hechos vinculados al bloqueo”.

Las manifestaciones piden la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso, la convocatoria adelantada de elecciones a 2023 y a una asamblea constituyente. La Fiscalía de Perú confirmó ayer viernes que 42 personas han muerto, 531 resultaron heridas y 329 han sido detenidas desde el inicio de las protestas.

El Ministerio Público detalló, en un comunicado, que entre los fallecidos hay 41 manifestantes y un policía, mientras que otros 355 civiles y 176 agentes fueron heridos, y que entre los 329 detenidos hay un menor de edad.

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Protestas se intensifican y llegaron a Lima

Los llamados al cierre del Congreso y la salida de la presidenta Dina Boluarte se extendieron ayer y las protestas llegaron Lima, mientras que los bloqueos de ruta persisten en el sur andino, afectando la turística ciudad de Cusco y el tren a Machu Picchu. Perú vive su décimo día consecutivo de manifestaciones, y amaneció con Arequipa, segunda ciudad del país y cuna de revoluciones, prácticamente bloqueada, sin comunicación terrestre con las vecinas regiones andinas de Cusco y Puno.

La jornada registró también nuevas marchas en Tacna, 1.220 km al sureste de Lima, limítrofe con Chile, país que cerró temporalmente su paso el jueves “debido a las manifestaciones en las cercanías del complejo fronterizo peruano de Santa Rosa”, informaron las autoridades chilenas.

En base a EFE y AFP

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