Redacción El País
Siria avanzó esta jornada un paso más en su transición con varios elementos que hubieran sido impensables hace apenas 15 días: grupos de la sociedad civil se manifestaron en la capital exigiendo su participación política y un Estado laico, mientras que unos 2.000 funcionarios y exmilitares del régimen de Bashar Al Asad que habían huido a Irak regresaron tras ser indultados.
Centenares de personas se concentraron ayer en la céntrica plaza de los Omeyas, en Damasco, que se ha convertido en el centro de expresión popular desde el derrocamiento del régimen de Al Asad, portando pancartas y cantando lemas en defensa de una sociedad civil fuerte y diversa.

Esta marcha se produjo sin incidentes y constituye el primer mensaje político en las calles dirigido al gobierno interino que asumió el poder en el país liderado por la coalición islamista encabezada por el Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham, o HTS en árabe), grupo heredero de la filial siria de Al Qaeda. La movilización, que planea repetirse en los próximos días en otros puntos del país bajo el control del gobierno dirigido por Mohamed al Bashir, fue impulsada por los sectores más liberales de la sociedad siria, contrarios tanto al régimen de Al Asad como a cualquier imposición religiosa que pueda surgir ahora en el territorio. [EFE]