China reconoce derecho a la propiedad privada

Ley histórica. Potencia comunista da salto al capitalismo

BEIJING AGENCIAS

Tras cinco años de debates y controversias, China aprobó finalmente una ley que constituye un gran salto al capitalismo: reconce por primera vez el derecho a la propiedad privada, salvo lo referido a la tierra, que sigue siendo dominio del Estado.

"La propiedad del Estado, del colectivo, del individuo y de otros sujetos está protegida por la ley, y ni unidades ni individuos podrán violarla". Así versa la nueva normativa china, que admite la posesión de bienes individuales y la equipara a la propiedad pública y colectiva, brindándole los mismos derechos y garantías.

En otras épocas, quien defendiera o sugiriera algo semejante era calificado de traidor al ideal socialista; pero en la China de hoy, es claro que prima más el legado del gran reformador Deng Xiaoping que el del fundador Mao Zedong.

Presentada por primera vez en 2002 al Comité permanente de la Asamblea Nacional Popular (ANP), después de ser relegada durante 14 años, la ley pasó por siete audiencias antes de ser sometida a votación y aprobada por 2.799 votos a favor, frente a 52 contrarios. Entrará en vigor el 1º de octubre. A dicha aprobación contribuyó el lamentable estado financiero de las industrias estatales, que desde hace tiempo han perdido influencia y empleados. A principios de esta semana, el ministro chino de Trabajo reconoció que este año habrá que crear otros cinco millones de empleos para la mano de obra cesada por las estatales.

Ante las preocupaciones públicas por las fraudulentas adquisiciones y fusiones de las propiedades del Estado, la nueva reglamentación estipula que se prohíbe la posesión ilegal, el saqueo, la distribución ilegal, y la detención o destrucción de propiedades estatales. Aquellos que causen pérdidas, asumirán la responsabilidad legal.

Se busca así combatir las confiscaciones ilegales de tierras y la transferencia de las de los granjeros a emprendimientos agrícolas, sin la adecuada indemnización a los afectados.

El parlamento también aprobó otra ley que pone fin a los beneficios impositivos que se les otorgaban a las empresas extranjeras y fija un impuesto único del 25% para todos los emprendimientos. Esta norma contó con el apoyo del 98% de los delegados de la ANP.

Según analistas, el histórico reconocimiento de la propiedad privada marca un paso significativo en los esfuerzos del país para promover la armonía social y profundizar las reformas económicas, impulsadas inicialmente por Deng Xiaoping, cuyo 10º aniversario de muerte se conmemoró el 19 de febrero. Gracias a Deng, China se convirtió en la cuarta potencia económica mundial.

Empero, un reducido pero influyente grupo de ideólogos y ex jerarcas comunistas, se opusieron enérgicamente al proyecto, considerándolo una amenaza a la economía planificada. Agregaron que la ley será un vehículo para la privatización indiscriminada de los sectores públicos, que aumentará la brecha entre ricos y pobres.

Un sector del Partido Comunista Chino en el poder se sumó a las manifestaciones contrarias, describiendo como demasiado capitalista la consagración de los derechos individuales. Otros opositores argumentaban que permitiría a algunos, sobre todo a funcionarios corruptos, proteger los bienes de los que se apoderaron.

Sus partidarios, sin embargo, destacaron la necesidad de clarificar los derechos de propiedad en un Estado que sigue siendo comunista, aunque en la práctica las reformas económicas, lanzadas en 1978, acabaron con la colectivización maoísta.

Durante los debates, altos responsables como Wang Zhaoguo, vicepresidente del comité permanente del parlamento, salieron a la palestra para explicar que la ley "es compatible con el sistema socialista".

Por las dudas, el primer ministro chino, Wen Jiabao, evitó ayer referirse a la ley, minutos antes de su tradicional discurso anual. Eso confirmó la impresión de que la normativa puede ser mal digerida por amplios sectores comunistas.

Las cifras

65 es el porcentaje del Producto Bruto Interno chino que suma el sector privado, incluyendo las inversiones extranjeras

70 es el porcentaje de ingresos del erario público de la República Popular de China, que aportan los particulares

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