SANTIAGO | AFP
La primera jornada de la protesta de 48 horas convocada por los estudiantes chilenos tuvo un inicio violento, con la instalación de barricadas incendiarias y la quema de un autobús, que provocó un severo caos vial. El gobierno prepara una querella.
Los incidentes estallaron temprano en las afueras de varias universidades y colegios, donde fueron levantadas barricadas incendiarias y se registraron violentos enfrentamientos con la Policía.
Un autobús del transporte público que hacía su recorrido normal fue prendido fuego por un grupo de encapuchados en las afueras de la Facultad de Humanidades. Su chofer quedó herido, pero todos los pasajeros salieron ilesos.
En al menos otros 10 puntos de la ciudad también se levantaron barricadas y fogatas con la quema de basura, neumáticos y otros objetos, que obligaron a paralizar el tránsito en gran parte de Santiago.
Más tarde los enfrentamientos se extendieron a las afueras de otros recintos universitarios. En uno de ellos, la Universidad Central, un fotógrafo fue prendido cuando registraba la detención de un manifestante.
La jornada de protesta fue convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) y tiene lugar en momentos en que el diálogo con el gobierno se encuentra roto, luego de que los estudiantes se retiraran el 4 de octubre de la mesa de negociación abierta.
La movilización cuenta con el respaldo de unas 70 organizaciones, entre ellas la Central Unitaria de Trabajadores.
Crítica. El Gobierno repudió la violencia y dijo que la manifestación no logró paralizar al país. Anunció además que invocará en el caso de la quema del bus una severa Ley de Seguridad del Estado que resguarda el orden público e incrementa las sanciones respecto a la legislación ordinaria.
"No hay paro, no existe el paro, una vez más tenemos que lamentar que los encapuchados de siempre, los violentistas, los vándalos han realizado una serie de acciones condenables", dijo el portavoz del Gobierno, Andrés Chadwick.
Por su parte, el ministro del Interior y Seguridad Pública, Rodrigo Hinzpeter, señaló que "el gobierno ha resuelto presentar una querella criminal por la Ley de Seguridad del Estado, en contra de quienes interceptaron el bus, aterrorizaron e hicieron bajar a sus pasajeros y su chofer, y luego lo incendiaron".
"Como gobierno no estaríamos cumpliendo nuestra obligación si, al presentar una acción judicial, no invocásemos esta ley que, por producirse estos hechos, estamos obligados a invocar", agregó.
La Policía cifró preliminarmente en 60 los detenidos solo en Santiago.