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A la caza de un "topo" en la Casa Blanca

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Trump anunció ayer que estudia acciones legales contra New York Times. Foto: AFP
US President Trump looks on as he boards Air Force One at the airport after speaking at a Joint Fundraising Committee in Fargo, North Dakota on September 7, 2018. / AFP / Nicholas Kamm US-POLITICS-TRUMP
NICHOLAS KAMM/AFP

La marcha del gobierno de EE.UU.

Trump pidió al secretario de Justicia que investigue quién escribió la columna en el NTY.

Donald Trump no logra despegar en medio del caos en que funciona la Casa Blanca, y ahora quiere que la justicia investigue al "topo" —hasta ahora solo se sabe que es un jerarca de alto rango—, que bajo anonimato denunció su incompetencia y dice pertenecer a una "resistencia silenciosa" dentro del gobierno.

El presidente acaba de sufrir una doble afrenta con la publicación, en un intervalo de 24 horas, de una columna de opinión en el The New York Times y los extractos de un libro también devastador del célebre periodista Bob Woodward, uno de los que destapó el caso Watergate que precipitó la caída de Richard Nixon. Los dos textos lo describen como un hombre incapaz de entender los retos de la presidencia y contenido por sus colaboradores para evitar un desastre.

"Diría que (el secretario de Justicia) Jeff (Sessions) debería estar investigando quién fue el autor de ese artículo porque realmente creo que es (un tema) de seguridad nacional", dijo ayer viernes Trump durante un viaje en el avión presidencial Air Force One, de Montana a Dakota del Norte.

Trump dijo también que está considerando tomar medidas contra el diario, cuyas acciones cayeron poco después de sus comentarios, aunque luego operaron con un avance de 0,4%.

Más temprano, en un Twitter matinal el presidente escribió desde Montana que "(el libro de Bob) Woodward es un fraude".

"Yo no hablo de la forma en que soy citado. Si ese fuera el caso, yo no habría sido elegido presidente", escribió el mandatario, acusando a Woodward de utilizar en su libro "todas las artimañas posibles para degradar y despreciar".

La duda sobre la veracidad de las citas reportadas por este último es obviamente un debate crucial para evaluar la credibilidad del libro. En el texto, por ejemplo, el secretario general de la Casa Blanca, John Kelly, describe a Trump como un "idiota", y dice que es "inútil tratar de convencerlo de algo".

Trump tomó un ejemplo concreto del trabajo de Woodward para descalificarlo. A principios de esta semana, dijo que nunca había descrito a su secretario de Justicia, Jeff Sessions, de "retrasado" y "estúpido del Sur", como señala el libro. Además, dijo que nunca había usado la palabra "retrasado" contra nadie. Sin embargo, varias grabaciones lo contradijeron rápidamente, demostrando que sí había empleado el término en el pasado, en especial para describir a un periodista que había puesto en duda su talento como empresario.

La crisis en la que se hunde la Casa Blanca preocupa a los republicanos en su carrera hacia las elecciones parlamentarias de noviembre, en las que temen perder la mayoría en el Congreso.

Consciente de lo que está en juego, Trump está multiplicando sus viajes de campaña, incluso pese a que su presencia en la primera línea de batalla puede ser un arma de doble filo. El jueves por la noche, en Billings, Montana, Trump mismo planteó el tema de su eventual destitución para estimular la movilización de su base electoral en el período previo a la votación. "Les gusta utilizar la palabra destitución", bromeó, incluso mientras sus oponentes demócratas siguen siendo muy cautelosos sobre este tema, a sabiendas de que puede ser contraproducente.

"¿Cómo se puede reclamar la destitución de alguien que hace un excelente trabajo, que no ha hecho nada mal? Nuestra economía está bien. ¿Cómo pueden hacer eso?", cuestionó.

En ese sentido, las cifras publicadas ayer viernes podrían darle un motivo para celebrar: la economía continuó su crecimiento en agosto, por encima de las expectativas de los analistas, y la tasa de desempleo se mantuvo en 3,9%.

Mientras, se mantiene el misterio que rodea a la identidad del "alto funcionario de la administración" que escribió el artículo anónimo publicado en The New York Times.

En el artículo publicado por el The New York Times, titulado "Soy parte de la resistencia dentro de la administración Trump", un miembro del gobierno narró, bajo anonimato, como él y otros integrantes del staff de la Casa Blanca luchan contra "las peores inclinaciones" de un presidente con un liderazgo que califica de "mezquino", "impetuoso" e "ineficaz".

Según el diario, la Casa Blanca tiene una lista de 12 posibles sospechosos de ser el autor del artículo.

Es notable que Trump, que nunca pierde la oportunidad de tildar a los periodistas como "enemigos del pueblo", los aliente ahora a redoblar sus esfuerzos en sus investigaciones por ubicar al responsable del artículo. "¡Sería una buena primicia!", señaló.

Asesor a prisión por mentir al FBI

Un asesor de política exterior de la campaña electoral de Donald Trump fue sentenciado a 14 días de prisión ayer viernes, por mentirle al FBI sobre contactos con rusos que desencadenaron una investigación sobre una posible colusión con Moscú. George Papadopoulos "mintió en una investigación que era importante para la seguridad nacional", dijo el juez federal Randolph Moss, quien también dispuso una multa de 9.500 dólares y un año de servicio comunitario.

El "Estado en la sombra" que irrita a Trump

La misteriosa columna anónima contra Donald Trump alimenta la teoría del presidente según la cual una nebulosa de altos funcionarios actuaría de manera oculta para boicotear su mandato, un "Estado en la sombra". Desde hace dos días la expresión resuena con fuerza renovada en Estados Unidos con el presidente como principal portavoz. "Tal vez no se trate de un republicano, tal vez no se trate de un conservador, tal vez se trata de alguien que proviene del Estado en las sombras", dijo Trump en Fox News ayer. "El Estado en la sombra, la izquierda y su vector, los medios Fake News (Noticia Falsas), se están volviendo locos", escribió el jueves en Twitter el presidente, que se indigna regularmente por las filtraciones. En su tribuna del miércoles, el anónimo "alto funcionario de la administración Trump" atacaba de frente esta teoría. "No se trata de un presunto estado en las sombras. Es obra del Estado estable", escribió, describiendo un gabinete que construyó un muro de contención en torno al presidente pare no aplicar sus órdenes o contradecirlas. Una descripción que coincide con otros testimonios sobre una Casa Blanca que sería un caos, como lo expresa en su último libro el respetado periodista Bob Woodward.

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