Caso del avión venezolano: oposición pide investigar al copiloto iraní

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Avión de carga venezolano. Foto: AFP.
View of the Boeing 747-300 registrered number YV3531 of Venezuelan Emtrasur cargo airline at the international airport in Cordoba, Argentina, on June 6, 2022, before taking off for Buenos Aires. - A plane transporting automotive components, 14 Venezuelan crew members and five Iranians, is being held at the Ezeiza airport in Buenos Aires, after raising suspicion on the motifs of its flight to Argentina, official sources informed AFP on June 12, 2022. (Photo by Sebastian BORSERO / AFP)
SEBASTIAN BORSERO/AFP fotos

ARGENTINA

Sospechan que cambió su nombre y que es miembro de la fuerza Quds

El diputado opositor argentino Gerardo Milman hizo una presentación en la causa penal que investiga si el avión de la empresa venezolana Emtrasur tiene vínculos con el terrorismo. Pidió determinar si la exinterventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Cristina Caamaño cometió el delito de “encubrimiento” y solicitó que se investigara al copiloto porque, de acuerdo con Milman, no sería quien dice ser.

Además de Milman, firman el escrito Ricardo López Murphy y Franco Rinaldi.

“Ha llegado a nuestro conocimiento que el copiloto del Boeing 747 iraní, Mohammad Khosraviragh, quien presentó ante migraciones de Argentina el pasaporte Z46712482 en verdad tendría como apellido el de Khosrviragh”, afirman los denunciantes, que sostienen que “es muy común en el mundo árabe o persa” que las personas “tomen como apellido sus lugares de nacimiento”. Y afirman: “En esas costumbres, los miembros de Hezbollah, Quds y otras organizaciones deforman sus nombres/apellidos, cambiando letras o jugando con las pronunciaciones, cosa que para los occidentales no es sencillo determinar y por supuesto sirve para eludir la identificación clara y directa de la persona en cuestión”.

De acuerdo con la presentación que encabeza Milman, “Khosraviragh’ encontrará un parecido fonético con ‘Khosravi Irak’ y este es un indicio de la verdadera identidad del copiloto” del avión investigado. Según este escrito “el copiloto que se identificó como Mohammad Khosraviragh, sería nacido en territorio iraquí pero en verdad podría ser ‘Mohammad Khosrviragh hoy un activo colaborador de la inteligencia iraní y el enlace principal de las operaciones entre Venezuela y Argentina”.

Los dirigentes opositores no revelan la fuente de sus afirmaciones, pero aseguran que “Mohammad Khosrviragh’ trabajó varios años y en forma muy cercana al General Qassem Soleimani y hasta su muerte, quien fue el jefe de la fuerza de elite Quds y arquitecto de la creciente influencia militar de Irán en Medio Oriente y las acciones de esta fuerza a nivel global”.

Y dicen: “Esta situación que importaría asociar a otro de los tripulantes del avión con altos rangos iraníes y actividades vinculadas al terrorismo internacional, nos imponen poner este dato en conocimiento de V.S. para que se realice la investigación con rigor para poder determinar si quien ingresó a la argentina con nombre Mohammad Khosraviragh y pasaporte Z46712482, en verdad resulta ser Mohammad Khosrviragh”.

Por su lado, el Gobierno de Argentina defendió ayer jueves su accionar en el caso del avión venezolano-iraní retenido en Buenos Aires y sus tripulantes, 5 iraníes y 14 venezolanos, investigados por la Justicia. “El Gobierno argentino cumplió con todo lo que tenía que cumplir y ahora hay una causa en la Justicia y será la Justicia la que deba determinar los pasos a seguir”, dijo la portavoz de la presidencia, Gabriela Cerruti, en rueda de prensa.

El avión fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), que están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

La aeronave ingresó en Argentina el pasado 6 de junio procedente de México, previa escala en Venezuela, con destino al aeropuerto internacional de Ezeiza, y el 8 de junio despegó para venir a Uruguay a cargar combustible, pero aterrizó nuevamente en el aeropuerto argentino porque el Ministerio de Defensa no habilitó su aterrizaje.

A la vuelta de Uruguay y tras recibir una alerta de diversas agencias internacionales, las autoridades argentinas inmovilizaron la aeronave y se ordenó la retención de los pasaportes de los cinco iraníes.

La Justicia argentina lleva adelante una investigación para dilucidar los posibles vínculos de la tripulación con el terrorismo internacional.

En ese marco, el juez federal Federico Villena retiró los pasaportes a toda la tripulación e incautó el avión, en tanto, un dictamen de la fiscal Cecilia Incardona señaló la necesidad de proseguir la investigación respecto del piloto del avión, Gholamreza Ghasemi, de toda la tripulación que de él dependía, de la aeronave y de su carga.

La fiscal observó que el FBI informó que el piloto del avión es director ejecutivo y miembro del consejo de administración de Qeshm Fars Air, empresa que proporciona asistencia a la fuerza Quds -una división de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán- y a Mahan Air, las cuales han sido calificadas como “entidades terroristas”.

Para la fiscal, se debe indagar si el verdadero objetivo del arribo de la aeronave a Argentina fue exclusivamente para transportar partes y piezas para automóviles o si estuvo eventualmente orientado a un “acto de preparación para proveer bienes o dinero” que pudieran utilizarse para una actividad de terrorismo.

La irrupción de esta aeronave provocó un revuelo mediático.

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