El gobierno paraguayo descabezó a la cúpula de la policía en Alto Paraná, donde está Ciudad del Este.
En Brasil fueron detenidos ocho integrantes de la banda que en la madrugada del lunes protagonizó el "asalto del siglo" en el local de Prosegur en Ciudad del Este, Paraguay, en tanto se conoció ayer martes que la cifra robada no alcanza los US$ 8 millones, muy por debajo de los 40 millones que se venía manejando.
Los investigadores siguen apuntando al Primer Comando de la Capital, la mayor organización criminal de Brasil con base en San Pablo. Como consecuencia del robo, un policía fue muerto y otras cuatro personas heridas. En la fuga, murieron tres de los asaltantes en tiroteos con policías.
La Policía brasileña informó ayer martes de la detención de ocho sospechosos del asalto. En el estado de Paraná exhibió fajos de dólares y otras divisas en bolsas de plástico, así como un poderoso rifle automático. En total, seis rifles de asalto fueron encontrados, así como munición, dos botes y siete vehículos. Por el contrario, no informó sobre cuánto dinero se llevaron del asalto.
La que sí informó de la cifra fue la propia damnificada. La empresa Prosegur dijo que el monto robado en Ciudad del Este es menor a ocho millones de dólares.
"El ataque no tuvo incidencia en los servicios que presta Prosegur en todo el Paraguay. La compañía completó el 100 por ciento de los servicios, a pesar de las circunstancias excepcionales que se vivieron ayer (por el lunes) en Ciudad del Este", agregó.
En la madrugada del lunes un grupo de cerca de 50 personas atacó con explosivos el edificio de Prosegur en esa localidad paraguaya para llegar a la bóveda, en un operativo que conmocionó a toda la región.
Relevos policiales.
Los asaltantes incendiaron 15 automóviles y se enfrentaron a tiros con la policía antes de huir hacia Brasil. Un policía de las fuerzas especiales murió durante el atraco y tres atacantes fueron abatidos horas más tarde durante una persecución en la región brasileña de Foz de Iguazú.
El presidente Horacio Cartes ordenó que militares apoyen la tarea de los policías, cuyo trabajo fue blanco de críticas por la aparente facilidad con que se vieron superados durante el asalto.
El comandante de la Policía paraguaya, Luis Rojas, anunció el descabezamiento de la cúpula policial del departamento de Alto Paraná cuya capital es Ciudad del Este, la segunda mayor ciudad de Paraguay, situada a unos 350 kilómetros de Asunción en la Triple Frontera entre Paraguay, Brasil y Argentina, una zona que ganó fama en el pasado como cuna del contrabando y las falsificaciones.
Otros tres presuntos miembros del Primer Comando Capital fueron detenidos en la ciudad boliviana de Cobija, fronteriza con Brasil, informó ayer el comandante nacional de la Policía de Bolivia, Abel de la Barra. "Dos varones y una mujer", dijo De la Barra.
Estos detenidos serían emisarios que pretenden ampliar las actividades de la banda brasileña a otros países, algo que "no será permitido en Bolivia", señaló el jefe policial.
La banda.
El Primer Comando de la Capital (PCC) comenzó a funcionar en 1993 entre presos de la cárcel de Taubaté, en respuesta a lo que se conoce como la "masacre de Carandirú" ocurrida en 1992, cuando la Policía militarizada del estado de San Pablo reprimió un motín asesinando a 11 reclusos.
El objetivo del PCC en un principio fue tomar el control de las cárceles paulistas mediante motines para exigir mejores condiciones de reclusión. Luego, con algunos de sus integrantes fuera de los centros penitenciarios y reclutando a otros criminales, comenzó a realizar ataques a edificios públicos.
A principios del siglo XXI, comenzaron a operar para tener el control del narcotráfico en Brasil. Actualmente se estima que este grupo criminal está integrado por más de 20.000 personas y tiene presencia en el 90% de las cárceles brasileñas. La organización rival del PCC es el Comando Vermelho, de Río de Janeiro, fundado en 1979, con el que disputan el mercado de la droga.
VIDEOREUTERS, AFP, EFE