POLÉMICA
La divergencia se da luego de que el fin de semana el gobierno retiró del acceso público meses de cifras nacionales de la epidemia, lo que algunos dijeron era otro intento de esconder las muertes.
Tras retirar de un sitio web oficial las cifras acumuladas sobre los fallecimientos en Brasil por COVID-19, el Ministerio de Salud generó más confusión y controversia publicando dos grupos de cifras dispares para el más reciente conteo de contagios y decesos por la enfermedad.
Inicialmente, los datos que el Ministerio de Salud envió a la prensa el domingo en la tarde hablaban de un total de muertos de 37,312 y un total de contagios de 685.427. Eso implicaba, aunque la cartera no desglosó las cifras diarias, que en las 24 horas previas el país registró 1.382 nuevos decesos y 12.581 nuevas infecciones.
Pero más tarde el domingo, el Ministerio actualizó las cifras en su portal de datos en internet con datos completamente distintos. El sitio web del gobierno que publica los datos de coronavirus estableció los fallecimientos del día en 525 y los casos nuevos en 18.912.
No publicó un total acumulado, pero la segunda serie de cifras llevaría el total a 36.455 muertes y 691.758 casos.
Pero el lunes por la mañana, el Ministerio cambió el dato inicial enviado a los periodistas para hacerlos coincidir con las cifras del sitio en internet. El organismo no explicó la disparidad original y por qué ahora decidió por la cifra más baja de decesos.
La divergencia se da luego de que el fin de semana el gobierno retiró del acceso público meses de cifras nacionales de la epidemia, lo que algunos dijeron era otro intento de esconder la creciente cifra de muertes.
La semana pasada, el gobierno quiso mover la publicación de las cifras diarias desde cerca de las 17:00 hora local (20:00 GMT) a cerca de las 10 de la noche, para cuando ya habría terminado la transmisión del principal programa de noticias del país.
El presidente Jair Bolsonaro ha sido muy criticado por la forma en la que su gobierno ha manejado los datos y su enfoque general sobre la pandemia, a la que ha desestimado varias veces, llamándola "una gripecita".
Brasil es uno de los principales epicentros de la epidemia. Tiene el segundo número de casos confirmados a nivel mundial, sólo superado por Estados Unidos, y la semana pasada su cifra de decesos por la enfermedad superó a la de Italia.
La confusión sobre las cifras ha llevado a un grupo de los medios de comunicación más grandes de Brasil, los diarios Globo, Folha de Sao Paulo, Estado de Sao Paulo, Extra, así como los portales G1 y UOL, a lanzar su propio sistema de seguimiento de datos.
"El Gobierno Federal, por medio del Ministerio de Salud, debería ser la fuente natural de esos números, pero actitudes recientes de autoridades y del propio presidente ponen en duda la disponibilidad de los datos y su precisión", afirmaron los medios en un nota conjunta.
El Consejo Nacional de Secretarios de Salud (Conass), que reúne a los departamentos de salud de los estados de Brasil y está separado del Ministerio de Salud, también ha creado su propia plataforma.
Según el consejo, Brasil había registrado 680.456 casos de COVID-19 y 36.151 muertes por la enfermedad al final del domingo por la tarde.
OMS confía en seguir recibiendo información fiable de coronavirus de Brasil
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recibe a diario del Gobierno de Brasil los datos más importantes de la evolución de la pandemia y confía en seguir recibiendo esta información, en medio de la polémica creada por las rectificaciones de estadísticas por parte del Ministerio brasileño de Salud.
"Esperamos y confiamos en que cualquier confusión que pueda existir hasta el momento pueda ser resuelta, y que el Gobierno de Brasil y los estados continúen comunicando de una forma coherente y transparente con sus ciudadanos", dijo el director del Departamento de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan.
Agregó que Brasil "es un país muy grande y tiene una población muy diversa", con grupos muy vulnerables, como los más pobres y los indígenas "de modo que merece todo nuestro apoyo".
Bolsonaro dice que protestas en su contra son "el gran problema del momento"

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó este lunes que las protestas contra su Gobierno registradas ayer en varias de las principales ciudades del país son "el gran problema del momento" y que sus detractores están comenzando a "mostrar su verdadera cara".
Las protestas contra Bolsonaro comenzaron hace dos semanas en Sao Paulo en plena pandemia y se intensificaron este domingo con diversas manifestaciones "antifascistas" y "antirracistas" en las calles del país, que hasta ahora habían sido monopolizadas por los seguidores de Bolsonaro en su particular cruzada contra la Corte Suprema, el Congreso y las medidas de aislamiento adoptadas por los estados y municipios.
Asimismo, en la mañana de este lunes un manifestante lanzó tinta roja en dirección al Palacio de Planalto, sede del Gobierno brasileño, en Brasilia, y manchó la rampa de acceso al edificio, que inmediatamente fue limpiada por los funcionarios del local.
"El gran problema del momento es eso que ustedes están viendo ahí un poco en la calles, ayer, (ellos) están comenzando a mostrar su verdadera cara", dijo el gobernante en declaraciones a un grupo de sus partidarios, transmitidas por el portal 'Foco do Brasil'.
El mandatario, que ha tildado a sus detractores de "terroristas marginales", aseguró a sus partidarios que "vencerán esa guerra" y que "Brasil no va para la izquierda", ni se transformará en "una Venezuela como algunos querían ahí".
También les instó a "olvidar" a los grandes diarios brasileños, como Folha de Sao Paulo y O Globo, a los que considera "enemigos" de su Gobierno.
"Ayer para los grandes medios (los manifestantes) son demócratas. Treinta años de adoctrinamiento encima de Brasil, masificación, cada vez más formando militantes", subrayó el presidente brasileño.
Bolsonaro afirmó que, poco a poco, "arreglará las cosas" en Brasil y puso como ejemplo que a final de este año nombrará a un juez de la Corte Suprema, tras la jubilación del decano de ese tribunal, Celso de Mello.
Celso de Mello coordina además una investigación en contra del jefe de Estado por presuntas injerencias políticas e ilegales en el seno de la Policía Federal y, en un mensaje privado filtrado por los medios, comparó el momento actual de Brasil con la ascensión del nazismo en Alemania.