EFE, AFP
El asilo político otorgado por Brasil a la esposa del ex presidente peruano Ollanta Humala, Nadine Heredia, ha desencadenado fuertes críticas de la oposición al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. La ex primera dama peruana fue condenada junto a su esposo a quince años de prisión por lavado de activos procedentes de la empresa brasileña Odebrecht.
“¿Se convertirá Brasil en un refugio para corruptos o narcotraficantes de otros países? ¿No tenemos ya suficientes aquí?”, escribió en su perfil de X el senador Sergio Moro del partido União Brasil, quien en su etapa como magistrado fue el juez que ordenó encarcelar a Lula en la causa Lava Jato, en la que se destaparon los sobornos de Odebrecht.
Su esposa, Rosângela Moro, diputada por el mismo partido político, expresó que la concesión del asilo por parte del Gobierno de Lula “no es ninguna sorpresa”, ya que “los corruptos y el PT (Partido de los Trabajadores) tienen los mismos valores y ya están preparando una cena con alfombra roja para recibirla”.
Miembros de la bancada opositora en el Senado también se opusieron al uso de un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) para trasladar a Heredia desde Lima a Brasilia, donde aterrizó ayer.
Flávio Bolsonaro, uno de los hijos del expresidente Jair Bolsonaro y senador por el Partido Liberal (PL), repudió que toda “la protección y los privilegios” a Heredia sean “pagados con el dinero de los contribuyentes, con el dinero de los trabajadores”.
“Es una vergüenza nacional” y “encima usa un vuelo de la FAB para eso. O sea: el pueblo paga la cuenta”, expresó por su lado el diputado por el PL Sóstenes Cavalcante, uno de los más cercanos al exmandatario Bolsonaro.
Nadine Heredia llegó ayer miércoles a la capital brasileña junto a su hijo menor de edad Samir Humala, luego de que Brasil le conceda el asilo político requerido tras su condena en el marco de una trama de corrupción y lavado de dinero en campañas electorales que involucró a la empresa brasileña Odebrecht y aportaciones ilícitas del expresidente venezolano Hugo Chávez.
El expresidente peruano Ollanta Humala (2011-2016) fue arrestado el martes tras el fallo y desde ayer está recluido en el penal limeño de Barbadillo, donde también cumplen sentencia los exmandatarios Alejandro Toledo y Pedro Castillo, el primero por escándalos vinculados a Odebrecht y el segundo por haber intentado disolver el Congreso en 2022.
Brasil tiene una afianzada tradición en materia de asilo y ya ha acogido a numerosas autoridades de diversos países. Uno de los casos más relevantes fue el del exdictador paraguayo Alfredo Stroessner, quien gobernó entre 1954 y 1989, cuando fue derrocado y se asiló en Brasilia, donde murió en agosto de 2006 y fue sepultado, sin haber regresado jamás a su país.
También recibieron asilo en Brasil otros importantes políticos paraguayos, como el expresidente Raúl Cubas, quien renunció en 1999, y el exgeneral Lino Oviedo, acusado de intentar un golpe de Estado contra el Gobierno de Juan Carlos Wasmosy en 1996.
Otro expresidente que estuvo asilado en Brasil fue el ecuatoriano Lucio Gutiérrez tras ser destituido, en 2005.
Fiel a esa tradición diplomática, Brasil asumió el año pasado la custodia de la embajada peruana en Caracas, después de que los diplomáticos de ese país fueran expulsados de Venezuela tras el polémico proceso electoral que confirmó en el poder al dictador Nicolás Maduro.
En Caracas, Brasil también asumió en agosto la custodia de la residencia de la embajada argentina, donde desde hace más de un año permanecen asilados cinco opositores, que aún no han obtenido el salvoconducto necesario para abandonar el país.
Venezuela revocó la autorización para esa custodia en septiembre, pero Brasil la mantiene dado que el Gobierno argentino todavía no ha designado a otro Estado para que se haga cargo.
“Lamentable”
Transparencia Internacional tachó ayer miércoles de “lamentable” la concesión del asilo por parte de Brasil a la ex primera dama de Perú.
La oficina brasileña de la organización consideró que, con esta decisión, el Gobierno de Lula “corrompe” la figura del asilo. “Después de exportar corrupción a América Latina y África, Brasil ahora exporta impunidad”, señaló en redes sociales, en referencia al vasto esquema de corrupción montado por la constructora Odebrecht.
El director de Transparencia Internacional en Brasil, Bruno Brandão, dijo a EFE que Heredia viajó a Brasil porque el país es ahora un “paraíso para la corrupción”, después de que la Corte Suprema anulara una serie de pruebas y condenas relacionadas con el caso Odebrecht.
De hecho, el magistrado José Antonio Dias Toffoli invalidó en Brasil, por violar el debido proceso, el uso de algunas de las pruebas que la justicia peruana sí consideró en el proceso contra Humala y Heredia.
Lula ha criticado en repetidas ocasiones a los jueces y fiscales que participaron en las investigaciones del caso Odebrecht en Brasil y que le llevaron a ser condenado por corrupción, antes de que el Supremo anulara el proceso.
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