EFE, AFP
Organizaciones piqueteras llevaron a cabo ayer martes cortes de calles en Buenos Aires, incluso en las cercanías de la residencia presidencial en Olivos, previo a la huelga general convocada para mañana jueves por la Confederación General del Trabajo (CGT). Los cortes de ayer eran en protesta por la supuesta eliminación de programas sociales y cierres de comedores por parte del Gobierno de Javier Milei.
Según reclaman los manifestantes, hace cinco meses los comedores no reciben bolsas de comida de parte del Gobierno, que también habría recortado haberes a unos 200.000 trabajadores inscritos en programas sociales desarrollando tareas esenciales en barrios pobres del país, desde que el antiguo Ministerio de Desarrollo Social pasó a llamarse Capital Humano dentro del Ejecutivo de Milei.
La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, a cargo de la cartera que gestiona ayudas sociales, fue intimada por la justicia para detallar la asistencia prestada desde diciembre a los comedores populares.
En febrero, el líder de Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) Juan Grabois denunció penalmente a Pettovello “por no disponer la entrega de alimentos en comedores barriales y comunitarios de toda la república Argentina, violando así normas que ordenan garantizar el alimento a quienes están padeciendo situaciones de extrema pobreza”.
Pettovello ha firmado convenios de asistencia alimentaria con iglesias evangélicas y con Cáritas Argentina, dependiente de la iglesia Católica.
Esta es una semana de gran conflictividad en Argentina, luego de un paro parcial de transporte el lunes y previo a la huelga general prevista para el jueves, la segunda convocada por la central sindical CGT desde que asumió Milei en diciembre.
La CGT, principal central obrera de Argentina, convocó a una huelga general para el jueves en contra el “ajuste económico” y la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, más conocida como “ley ómnibus”, proyecto estrella del Gobierno de Milei, que, entre otras cosas, propone reformas laborales.
“El paro no tiene otro otra motivación que no sea estrictamente política”, dijo ayer martes el vocero presidencial, Manuel Adorni. “Con todo el daño y el mal que han hecho en el gobierno anterior, todavía (los sindicatos) no explican por qué nunca dijeron nada” hasta este momento, agregó.
“Si los responsables de la decadencia están nerviosos indica que efectivamente hay cosas que estamos haciendo bien. No vamos a ceder ante la extorsión. Es una frase repetida y que cumpliremos a rajatabla”, aseveró Adorni.
Argentina vive una fuerte recesión económica, con una inflación que roza el 290% interanual y un ajuste fiscal que permitió en el primer trimestre del año el primer superávit fiscal desde 2008.
La huelga general del jueves contará con la adhesión del sector del transporte. Desde las 00:00 hora local del jueves y hasta la medianoche, la Unión Tranviarios Automotor, que agrupa a los representantes del transporte colectivo (autobuses especialmente), se sumará al paro general.
Esta adhesión supone un importante cambio respecto a la convocatoria de la CGT del pasado 24 de enero, cuando se garantizó el transporte urbano durante toda la jornada.