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Argentina vive una "infectadura", la dura carta de científicos e intelectuales a Fernández

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Alberto Fernández, presidente de Argentina. Foto: AFP

CORONAVIRUS EN ARGENTINA

Los intelectuales cuestionan la extensión de la cuarentena y el modo en que el Gobierno la aplicó. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, les respondió.

Alberto Fernández, presidente de Argentina. Foto: AFP
Alberto Fernández, presidente de Argentina. Foto: AFP

Una dura carta, que fue impulsada por la investigadora del Conicet, Sandra Pitta, y que recibió el aval de unos 300 científicos, intelectuales y periodistas, plantea que en Argentina, como consecuencia del aislamiento obligatorio, se vive una " infectadura " y critica al gobierno de Alberto Fernández por la extensión de la cuarentena y el modo en la que se aplicó. E insta a la población a mirar con sentido crítico las acciones del Estado en relación a la pandemia.

Titulada, "La democracia está en peligro", en la carta se lee: "Si bien ningún país estaba preparado para esto [la pandemia], la primera reacción del Estado argentino fue negar la existencia del problema, a pesar de las advertencias desde un sector independiente de la comunidad científica y de la política".

Y continúa: "Del mismo modo, el gobierno desestimó el planteo de testear, rastrear y aislar casos, no controló a tiempo las fronteras y decretó una cuarentena en forma improvisada, sin presentar ningún plan ni una posible fecha de finalización. Como única explicación se exhibieron logros parciales, al compararse erróneamente con otros países, y mostrando con anticipación supuestos éxitos, cuando debería predominar la cautela y el realismo".

A continuación, se lee: "A cambio, el presidente Fernández anunció que comenzaba 'la hora del Estado'. La frase que recuerda al Leopoldo Lugones de los años veinte, describe un fenomenal avance en la concentración del poder para eludir cualquier tipo de control institucional".

El texto también lleva la firma de los ensayistas Santiago Kovadloff, Juan José Sebreli; del actor Luis Brandoni, del escritor Federico Andahazzi, del abogado constitucionalista Daniel Sabsay y del exministro de Cultura de la ciudad, Darío Lopérfido, entre otros referentes.

"En nombre de la salud pública, una versión aggiornada de la 'seguridad nacional', el gobierno encontró en la 'infectadura' un eficaz relato legitimado en expertos, seguramente acostumbrados a lidiar con situaciones de laboratorio y ratones de experimentación, pero ignorantes de las consecuencias sociales de sus decisiones", cuestionan los referentes en el documento.

"En dos meses, hubo decenas de miles de detenidos y millones de sancionados en nombre de su propia salud. La detención, seguida de muerte, de Magali Morales y Luis Espinoza se convierte en responsabilidad del gobierno nacional, que ha creado las condiciones para que esto suceda. Miles de argentinos quedaron varados en el exterior y en el interior, mientras provincias y ciudades se han cerrado como condados medievales. Clases suspendidas, enfermos que no pueden seguir sus tratamientos, familias separadas, muertos sin funerales y, ahora, la militarización de los barrios populares", se lee en otro fragmento del documento, que también firmaron periodistas como Fanny Maldelbaum, Jorge Sigal, Néstor Sclauzero, Rosario Agostini, Eduardo Antín (Quintín) y Marcelo Panozzo, entre otros.

"El desdén por el mundo productivo no tiene antecedente y su consecuencia es la pérdida de empleos, el cierre de comercios minoristas, empresas y el aumento de la pobreza. Los créditos para monotributistas y autónomos y la asistencia a las Pymes fueron tácticas publicitarias con requisitos casi inalcanzables para la mayoría de los afectados", se cuestiona.

Según el documento, "La democracia está en peligro. Posiblemente como no lo estuvo desde 1983. El equilibrio entre los poderes ha sido desmantelado. El Congreso funciona discontinuado y la Justicia ha decidido una insólita extensión de la feria, autoexcluyéndose de la coyuntura que vive el país".

"Nosotros, ciudadanos que pertenecemos a varias áreas de la ciencia, al mundo académico, profesional y la cultura general, manifestamos nuestra preocupación y llamamos a grupos y organizaciones de la sociedad civil, partidos, sindicatos, formadores de opinión y medios de comunicación independientes a redoblar una actitud crítica y vigilante hacia al poder gubernamental, aumentando la deliberación y la conversación social sobre las consecuencias del aislamiento obligatorio y exigiendo la presentación de un plan de salida para esta situación anormal", piden en el texto que también firman Ricardo Benedetti, Rogelio Alaniz, Pablo Ciarlero, Leonardo D'Espósito, Sandra de la Fuente, Rodolfo Pousá, Emilio Laferriere y José Ignacio Sbrocco.

"La sociedad argentina ha mostrado ser responsable a la hora de enfrentar la amenaza de la pandemia. Acató las normas, cumplió los consejos sanitarios y se mostró respetuosa de la ley y sus representantes. Es hora que el presidente haga lo mismo", se concluye.

¿Qué respondió el gobierno?

El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, respondió a la misiva dijo:  "Apuntamos al único remedio conocido contra el coronavirus que es cuidarse y cuidar a los propios, quedarse en casa y aislarse. Se le falta el respeto a una sociedad que está asustada, que no se quiere enfermar, no quiere que se le muera un familiar", indicó Cafiero en radio La Red . Y agregó: "Uno puede entender lo que le pueda pasar a la gente con las medidas de aislamiento, uno mismo lo sufre, pero lo estamos llevando adelante todos como sociedad"

Ante los cuestionamiento que indican que el Gobierno se fanatizó con las medidas restrictivas, Cafiero dijo: "Nosotros no somos fanáticos de la cuarentena, somos anti-muerte, no queremos que la gente se enferme o padezca" .

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