Argentina autoriza "bebé medicamento"

Justicia. Una niña nacerá por fertilización asistida para salvar la vida de su hermano

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MAR DEL PLATA | LA NACIÓN/GDA

La justicia argentina determinó que una mutualista y una obra social se hicieran cargo de una fertilización asistida a través de la selección de embriones. El procedimiento busca que la futura bebé salve la vida de su hermano con un trasplante.

La "bebé medicamento", que deberá ser mujer, llegará al mundo con la importante misión de salvar a su hermano mayor. Éste necesita urgente un trasplante de células madre de un familiar histocompatible, para así intentar curar una enfermedad que padece desde hace tiempo y que cada día se torna más grave.

La granulomatosa crónica, una anomalía hereditaria de ciertas células del sistema inmunológico, causa infecciones bacterianas y afecta a una cada un millón de personas.

Para curarlo, los doctores deberán seleccionar un embrión sano que sea compatible con el de su hermano. Nueve meses después, en el parto, se deberá extraer la sangre del cordón umbilical. Con esta se podrá realizarle al joven, unos 15 días después, un trasplante de médula ósea.

La familia, de la que no se reveló el nombre de ninguno de los integrantes, corre, además, con la suerte de que otro de sus hijos sufre la misma afección, pero en menor magnitud.

La justicia dispuso prohibir la destrucción de los embriones restantes. Y prohibió su uso con fines experimentales, como clonación u otras técnicas de manipulación genética.

Los jueces a cargo de la causa, Alejandro Tazza, Jorge Ferro y Juan José Comparato, señalaron que "Permitir el descarte de embriones vulnera el derecho a la vida de éstos y su utilización en el campo experimental conlleva un atropello contra la dignidad de la persona humana". No obstante, los magistrados manifestaron que tomaron su decisión en base a expertos del Hospital Garraham que trataron al joven y señalaron que la fertilización a través de embriones era "la única forma posible y más o menos certera con la que se cuenta en la actualidad para salvaguardar la vida del menor", según citó ayer el diario Clarín.

"Los médicos les dijeron que el adolescente no tiene cura excepto que se haga una fertilización in vitro y seleccionando los embriones que sean compatibles con su sangre", informó el juez Tazza. "No se trata de un matrimonio que solo tiene deseos de concebir para satisfacer una expectativa paternal, sino de encontrar una alternativa humanamente viable para poder eliminar las gravísimas secuelas de la enfermedad que padece su otro hijo ya nacido", detalla la sentencia judicial.

Tazza manifestó ayer que "hay un vacío legal sobre el tema de la fertilización asistida" e instó al Congreso a que "regule cuanto antes la materia".

Los jueces también pidieron a los progenitores el consentimiento para que los embriones que no sean utilizados puedan ser adoptados.

La granulomatosa crónica afecta solo a los varones, "pero es transmitida a través de la madre a partir del cromosoma X, por eso se necesita determinar el sexo y elegir una mujer. Luego hay que ver que sea histocompatible con su hermano", explicó a Clarín Matías Oleastro, médico del Garraham.

casos. Se calcula que en el mundo han nacido unos veinte de los llamados "bebés medicamento". El último caso se dio en octubre cuando Javier, un bebé español, nació para salvar a su hermano Andrés, de seis años. El nacimiento de Javier era la única oportunidad para que pudiera vivir más de 35 años.

En esa ocasión las reacciones se hicieron escuchar en todo el mundo y el propio Papa Benedicto XVI opinó sobre el tema. El pontífice sostuvo que aunque es loable la investigación científica para el progreso de la humanidad, esta corre peligro ante "los beneficios fáciles y la arrogancia de sustituir al Creador".

También el Episcopado español se manifestó sobre el tema y criticó que se haya puesto énfasis "en la feliz noticia del nacimiento de un niño y en la posibilidad de curación de su hermano; y se haya silenciado el hecho dramático de la eliminación de los embriones enfermos y de aquellos que estando sanos no eran compatibles genéticamente".

En Argentina el caso de la beba que nacerá para salvar a su hermano también arrastró polémica. Una obra social a la que está afiliada la pareja se negó a asumir la responsabilidad del tratamiento, y manifestó que el mecanismo "necesariamente descarta embriones sanos por no ser histocompatibles con el niño enfermo".

Lo cierto es que si se lleva a cabo la fertilización, una familia festejará por partida doble. Por un lado el arribo de un nuevo integrante y por otro la salvación de un viejo miembro.

Situación en Uruguay

El método de elección de embriones se utiliza desde hace dos años en Uruguay y ya nacieron cuatro niños genéticamente seleccionados según un ar-tículo publicado en octubre de 2008 por El País. El Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP), por el cual se selecciona a los embriones, es realizado por el Centro Iberoamericano de Reproducción Asistida (CIRA) desde 2006. También el Centro de Esterilidad Montevideo comenzó a aplicarlo desde el año pasado. El problema de vacío legal que se genera en Argentina también existe en Uruguay. Si bien el control, la calidad y la seguridad para el trasplante de células y tejidos humanos está regulado desde 2006 por decreto, esa norma no se aplica para técnicas como el DGP. El vacío deriva en que los responsables de las clínicas tomen decisiones de acuerdo a sus creencias, filosofía o ponderación de riesgos ante la disyuntiva de realizar o no cierto procedimiento. En el CIRA se realizaron hasta octubre del año pasado entre 20 y 25 DGP y nacieron cuatro niños. Para esto los padres debieron pagar 3.700 dólares por la fertilización in vitro y US$ 1.600 por el estudio genético. Sobre el tema, el obispo de Salto, Pablo Galimberti, manifestó que "El punto flaco (de este sistema de fertilización) es que se descartan vidas humanas, porque esos embriones son vidas desde la concepción".

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