Redacción El País
En América Latina y el Caribe hay 23 millones de personas refugiadas, desplazadas internas o apátridas como consecuencia de seis grandes crisis humanitarias que ponen a la región en una emergencia sin precedentes.
Los datos hacen parte del informe anual de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
“El desplazamiento forzado en nuestra región se ha tornado en una situación sin precedentes en términos no solamente de cifras sino también de complejidad. En la actualidad tenemos seis grandes crisis humanitarias que atraviesan el continente y están generando grandes desplazamientos”, indicó el jefe de Relaciones Externas de la Oficina de ACNUR para las Américas, Juan Carlos Murillo, a EFE.
En el caso de Guatemala, Honduras y El Salvador, “más de un millón de personas se han visto forzadas a abandonar sus países de origen y se han convertido en solicitantes de asilo, refugiados, desplazados internos o retornados con necesidades de protección”.
En la misma región está también Nicaragua, “con más de 200.000 personas que se han visto forzadas a huir de su país principalmente por temas políticos y la situación de derechos humanos”. La persecución del régimen de Daniel Ortega a sus opositores políticos lo ha llevado además a retirar la nacionalidad a decenas de nicaragüenses, convirtiéndolos en apátridas.
“En tercer lugar está la situación de Haití, con más de 580.000 personas desplazadas internas y 800.000 personas necesitadas de protección internacional en distintas partes del continente”, agregó Murillo.
Otra crisis está en Colombia, donde el persistente conflicto armado provoca “un desplazamiento interno que afecta más de 6,9 millones de personas” a los que se suman “movimientos trasfronterizos de personas colombianas necesitadas de protección internacional”.
Entre las crisis identificadas y atendidas por ACNUR está también “la situación de Venezuela, con más de 7,7 millones de personas que han abandonado su país como refugiadas y migrantes, de las cuales 6,6 millones se encuentran en países de América Latina y el Caribe”.
Finalmente está Ecuador donde ante la inseguridad y la violencia del crimen organizado “muchas personas han tenido que desplazarse al interior de su país o han cruzado una frontera internacional en busca de protección y seguridad”. (EFE)