El final de la empresa Tsakos cierra un capítulo de la historia del puerto de Montevideo. El primer dique flotante, con que contó Montevideo había sido construido en 1901; lo trajo la empresa Regusci & Voulminot. El suizo Emmanuel Regusci, ingeniero naval en Génova y propietario de un taller de reparación naval, se asoció ese año con el alsaciano Alberto Voulminot, ingeniero titulado en la Société Alsacienne de Constructions Mecaniques. En Montevideo, la sociedad de Regusci y Voulminot crearon un establecimiento industrial denominado Fundición del Norte.

En la década de 1920, ambos socios compraron en Lübeck (Alemania) un dique flotante, que sirvió para desarrollar la empresa durante los años siguientes. Poco después, decidieron que sus apellidos y su profesión figuraran en la razón social del astillero y así surgió la firma Regusci & Voulminot Ingenieros.

En 1925, la empresa instaló el primer dique flotante del Puerto de Montevideo en uno de los muelles de la terminar marítima. Veinte años más tarde, al incrementar notoriamente su posición en el mercado, Regusci & Voulminot Ingenieros fueron por otro dique flotante. Así, en 1947, la firma compró un dique flotante de 15.000 toneladas de capacidad de elevación del Almirantazgo Británico, para compensar el que había sido entregado a la Royal Navy en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial.

Con la compra en 1975 del paquete accionario de Regusci & Voulminot por parte del Capitán Panagiotis Tsakos, nace Tsakos Industrias Navales. De esta manera, a la tradición nacional se le sumó la pujanza de un inversor griego que consideró a Uruguay como su segunda patria.

En 1988 se sustituyó el viejo dique flotante de Regusci & Voulminot por otro de origen alemán. Este dique tenía 20.000 toneladas de capacidad de elevación, 200 metros de eslora total (largo) y 31,5 metros de manga interior (ancho). Este último muelle flotante cruzó el Océano Atlántico a remolque, dividido en dos mitades, soportadas cada una de ellas por una barcaza gigante.

Al llegar al Puerto de Montevideo se soldaron la proa y la popa del dique y en 1989 comenzó a operar.

En 2016, el Directorio de la Administración Nacional de Puertos (ANP) aprobó la extensión de la concesión del dique flotante por otros 30 años. A esa altura, la empresa ya era un referente en materia de reparaciones navales en el puerto.

En ese momento, Tsakos Industrias Navales del Uruguay anunció que iba a traer un dique flotante moderno apto para barcos “Panamax” con una manga no inferior a los 36 metros, lo cual cambiaría la matriz de las reparaciones navales.

En ese año, una draga china comenzó a profundizar el foso donde tradicionalmente operaba el dique flotante Tsakos. Se trataba de área de 200 metros por 50 de ancho a una profundidad de 12 metros.

Para llevar a cabo esa operación, fue necesario retirarlo de su sitio y llevarlo al Muelle C donde fue amarrado con un barco en su interior. Días más tarde, el dique volvió a su lugar y a su actividad.

Con la mayor profundidad generada por la draga, el dique podía sumergirse a mayor profundidad y recibir para reparaciones barcos más pesados, más grandes o de mayor calado (profundidad) haciendo que su actividad revierta mayor eficiencia.

Tsakos era el único dique flotante que tenía Uruguay y era una pieza importante en las actividades de reparaciones navales. Cuando había que realizar una reparación de una barcaza o de un pesquero de altura, las compuertas del dique se llenaban de agua y éste se sumergía. Luego, el barco a ser reparado se posicionaba encima del dique y era amarrado a enormes cornamusas. Poco después, un sistemas de bombas extraían el agua de las compuertas del dique y éste comenzaba a flotar con el barco encima.

Luego que las bombas vaciaran todo el sistema, el barco a reparar quedaba en seco y los operarios de Tsakos comenzaban a trabajar.

En el dique flotante se hacía reparaciones de cascos, electricidad, pinturas, mecánica, calderería, entre otros oficios. No era la única empresa que ofrecía servicios de reparaciones en Montevideo.

La Armada posee su propio dique y en el Cerro funciona el Astillero Montevideo S.A. y el taller naval Nitromar S.A., dirigido por dos exbuzos.

Dicho astillero se especializa en todo tipo de reparaciones de barcos y barcazas. El 19 de octubre de 2023, fue botada allí una costosa lancha de aluminio encargada por la Corporación Uruguaya de Prácticos.

Foto: archivo/El País.

El 7 de diciembre de 2022, una grúa cayó y cortó el sistema de energía del dique provocando que no funcionaran las bombas de achique del dique flotante. Las compuertas se llenaron de agua y el dique se hundió.

Días más tarde, el dique flotante fue remolcado hasta el puerto Capurro donde comenzó a ser desguazado por la empresa Fewell (Grupo Christophersen).

Posteriormente, la empresa inspeccionó diques flotantes en diversas partes del mundo (Estados Unidos, Cuba, Indonesia, China, Italia, Corea, Singapur entre otros) con el propósito de reanudar su actividad. Algunos no reunían las condiciones técnicas requeridas y otros fueron retirados del mercado por su propietarios, afirmaron fuentes de la empresa a El País.

Tal es el caso de un dique flotante hallado en Catar. Para comprarlo, Tsakos participó en tres instancias, la última de ellas bajo la forma de una licitación internacional, y en todas ellas resultó ser el mejor oferente. Por razones que la compañía no termina de comprender, los vendedores nunca aceptaron sus ofertas y retiraron el dique del mercado.

Ante la imposibilidad de conseguir un dique flotante usado en buen estado, Tsakos buscó astilleros que pudieran construir bajo determinadas especificaciones un dique nuevo en el menor plazo posible.

Como resultado de esa búsqueda, un equipo técnico del Grupo Tsakos visitó un astillero en China y consideró el dique apto para asumir el desafío. Acto seguido, la empresa china entregó una oferta sobre la base de un diseño estándar de dique flotante para buques “Panamax”.

Tsakos presentó dicha propuesta al gobierno uruguayo a la espera de que el constructor se pronunciara sobre los costos y plazos adicionales necesarios para modificar ese diseño básico de modo tal que el dique que viniera a Montevideo pudiera atender la diversidad de buques que caracteriza el mercado uruguayo. Pero la respuesta recientemente recibida no fue la esperada ya que implicaba plazos y costos mayores a los inicialmente estimados que inviabilizan el proyecto de inversión.

Luego de haber agotado todas las opciones que se encontraban sobre la mesa y no obstante el apoyo recibido de parte del gobierno uruguayo y la mejor disposición de todo su personal, Tsakos Industrias Navales se ha visto obligada a tomar la triste decisión de cerrar sus operaciones en el país.

El jueves 29, la empresa comunicó esta decisión a la Administración Nacional de Puertos, gerentes, al sindicato (Untmra) y a sus colaboradores.

La compañía también aclaró que no tiene deuda alguna y agregó que cumplirá “como siempre” con todas sus obligaciones.