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Un viajero de todo el mundo que estuvo en Uruguay hace 500 años

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Foto: RUMA

Cinco siglos de historia

Universidad Católica lanzó la Cátedra Magallánica, que se benefició con la biblioteca de 14.000 volúmenes

En 2019 se celebrarán los 500 años del inicio del primer viaje alrededor del mundo, por lo que existe un intenso movimiento cultural en torno a esta efeméride: primero fue la formación de la Red de Ciudades Magallánicas y luego la Red de Universidades. Ambas iniciativas proyectan -y avalan- que la ruta que siguió el navegante portugués, y que culminó su sucesor Juan Sebastián Elcano, sea declarada patrimonial de la humanidad por parte de Unesco. Magallanes estuvo hace cinco siglos en el Río de la Plata buscando un “paso” al Pacífico -que luego hallará a través del estrecho que lleva su nombre- lo que coloca al territorio uruguayo como protagonista de aquella gesta descubridora.

La Universidad Católica del Uruguay forma parte, desde 2017, de la Red de Universidades Magallánicas. Y en el marco de las actividades de la misma, el Instituto de Historia de la Ucudal, dirigido por la profesora Ana Ribeiro, abrió una cátedra sobre viajes y viajeros.

La biblioteca.

La Cátedra Magallánica se beneficiará de la biblioteca del antropólogo Daniel Vidart.

Esa colección especializada de 14.000 ejemplares, tuvo en su momento la promesa del entonces presidente José Mujica de construir un centro que la albergara en el Fortín de Santa Rosa, lugar de residencia de Vidart. No se concretó y el historiador la donó finalmente a la Universidad Católica. La biblioteca contiene ejemplares únicos y es el reflejo de la erudición y versatilidad intelectual de su dueño.

Pero más allá de los miles de libros, la Cátedra Magallanes contará con el asesoramiento que el propio profesor Vidart hará de los trabajos de investigación que se desarrollen desde la misma, ya que será el “padrino simbólico” de este nuevo espacio académico. Son miles los libros que ya están en consulta en la Universidad Católica, aunque Vidart se quedó con algunos porque, según dijo, con una mente tremendamente lúcida para sus 99 años, pretende continuar trabajando.

“Es una biblioteca con los intereses de Vidart, de un antropólogo, de un hombre que escribió mucho sobre historia, viajeros, costumbres, mundo indígena, el gaucho, el mate, los caballos y los jinetes. Es un hombre que recorrió, desde el punto de vista de la semiótica, todo el siglo XIX y el período fundacional del Uruguay”, declaró Ribeiro a El País.

“Hay muchas joyas ahí. Están absolutamente todas las crónicas de los viajeros de América. Hay ejemplares sobre el pasado indígena de todo el continente”, agregó la escritora.

La Cátedra.

Las temáticas que abarca la Cátedra van desde Ulises hasta los turistas actuales, siendo su centro el viaje en sí, como símbolo, iniciación y destino. También comprende la ampliación de los horizontes políticos y geográficos, el imaginario cultural y la confrontación antropológica presentes en los relatos de Colón, Vespucio, Las Casas, así como en el gran derrotero de circunvalación de Magallanes.

“Se trata de una proeza protagonizada por hombres renacentistas con ansias de explorar y codicia”, anota Ribeiro.

“El viaje de Magallanes no solo terminó de comprobar la esfericidad de la Tierra, sino también la continentalidad de América. El mundo adquirió corporeidad”, dice la historiadora, quien es responsable de haber inscripto a la Ucudal entre las 14 universidades que integran la Red Magallánica.

La Cátedra alcanza a los exploradores que se aventuraron en el Río de la Plata: Bouganville, Darwin, Hudson, Burton, Bonpland. También las codiciadas “rutas de la seda” y los encuentros y desencuentros de Oriente y Occidente sintetizados en el Galeón de Manila, nombre con el que se conocían las naves españolas que cruzaban el océano Pacífico una o dos veces por año entre esa ciudad de Filipinas y los puertos de Nueva España en América.

El temario de la Cátedra se desglosa en otros variados ítems: “El viaje como motivo y pretexto del análisis y la crítica política; el buen salvaje y el espíritu roussoniano en la literatura y en la base de la literatura gauchesca; el viaje de las elites criollas a Europa y la modernización imitada, trasladada, inconclusa; los que migran y los trasplantes culturales; la preservación de los orígenes y la forja de identidades nuevas como complemento del viaje migratorio”. También alcanza a los viajes del presente, hoy mucho más frecuentes y accesibles que en el pasado, a los cuales se suma la búsqueda individual como signo del mundo contemporáneo y globalizado.

Ribeiro: “Se van a sumar más universidades a la red”

Desde 2017 Montevideo forma parte de la Red de Universidades Magallánicas (RUMA), que se ampliará el año próximo porque hay muchas casas de estudios y otras entidades -con centros de estudios o museos- que quieren ingresar. La coordinadora para Uruguay de toda esta actividad es la docente w historiadora Ana Ribeiro, quien participará de una reunión en Sevilla en febrero para hacer un inventarios de todos los bienes patrimoniales que hay alrededor de la ruta de Magallanes, porque lo que se busca -y ya está casi a punto de ser aprobado- es la declaración por parte de la UNESCO de la Ruta Magallánica como Patrimonio de la Humanidad. “Las universidades se reunieron para, con su investigación, avalar a las ciudades que ya se habían hermanado para darle a eso el interés turístico que requiere”, dice Ribeiro.

La historiadora ya estuvo en Sevilla y en Sanlúcar de Barrameda entre el 12 y el 14 de junio. En esas reuniones participaron las 14 universidades fundadoras de la RUMA. La red constituye una plataforma científica y académica en torno al quinto centenario del viaje de circunnavegación realizado por Magallanes-Elcano entre 1519 y 1522.

Donación de la biblioteca

La Cátedra Magallánica se beneficiará de la biblioteca del antropólogo Daniel Vidart (99 años). Esta colección de 14.000 tomos, tuvo en su momento la promesa del entonces presidente José Mujica de construir un centro que la albergara en el Fortín de Santa Rosa. No se concretó y el historiador la donó finalmente a la Ucudal.

En busca de las especias

En base a cálculos equivocados, Fernando de Magallanes estimó mal el tiempo que le llevaría dar la vuelta al mundo. Fascinado por los viajes de Colón, uno de los ídolos de su infancia, se propuso pasar a la historia buscando una ruta para llegar a las tan codiciadas especias, que hoy se consiguen en cualquier mercado.

Muertos vivientes

Magallanes creía que la Tierra tenía una circunferencia de unos 30.000 kilómetros, es decir 10.000 menos de los reales. Luego de un viaje de tres años, de los 239 hombres que salieron de Sevilla en la flotilla capitaneada por él, solo 18 muertos vivientes pudieron regresar a España bajo el mando de Juan Sebastián Elcano.

Más allá de Magallanes

La Universidad Católica del Uruguay forma parte desde 2017 de la Red de Universidades Magallánicas. Y en el marco de las actividades de la misma, su Instituto de Historia, dirigido por Ana Ribeiro, abrió una cátedra sobre viajes y viajeros. Este espacio acádémico aborda desde las exploraciones de la antiguedad hasta los viajes del presente.

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