Trabajadores de la Biblioteca Nacional denuncian que no les avisaron sobre el cierre al público

Redacción El País
Luigi Bazzano, integrante del Sindicato de Funcionarios de la Biblioteca Nacional, afirmó este martes que la decisión de las autoridades de cerrar la biblioteca al público no fue comunicada a los trabajadores del organismo.

"Ahora no hay riesgo de vida, no hay peligro de que se caiga nada o haya derrumbe. Hay problemas serios que venimos denunciando hace tiempo: el edificio está en mal estado y las colecciones, que son lo más importante, están afectadas por problemas de humedad, de plagas", contó Bazzano en diálogo con Subrayado (Canal 10).

"En los depósitos de diarios, por ejemplo, no funcionan todos los deshumidificadores, no funciona la climatización y hay ratas, cucarachas, arañas y sobre todo pez de plata, que es el principal enemigo del papel", puntualizó.

Foto: Ignacio Sánchez/Archivo El Pais.

Bazzano afirmó que la decisión de cerrar la Biblioteca Nacional al público a partir de este martes —que fue comunicada por su directora, Rocío Schiappapiertra, este lunes en rueda de prensa—, no fue trasladada al sindicato.

"Lo que a nosotros nos sorprendió muchísimo de esta situación es que no le avisaron a los trabajadores, no le dijeron nada al sindicato, ni a los jefes o a los encargados de las secciones, que son los que mantienen viva y funcionando la Biblioteca Nacional", opinó.

Además, señaló que previamente se debería haber llamado a un grupo de técnicos para hacer un diagnóstico de las obras que hay que llevar adelante en la biblioteca, además de la inversión que sería necesaria. También reclamó por el ingreso de nuevos funcionarios.

Foto: Ignacio Sánchez/Archivo El País.

De acuerdo a Bazzano, en la Biblioteca Nacional actualmente trabajan menos de 50 personas, de las que un 40% tiene ya causal jubilatoria. Este tema, según afirmó, fue tocado en una reunión con las autoridades entrantes en febrero de este año, pero desde el sindicato "no obtuvieron respuesta".

"Nos reunimos con ellos e hicimos un informe del estado de situación y tres meses después se dan cuenta de que están sentados arriba de un polvorín", puntualizó.

Estefania Leal

Desde el Ministerio de Educación y Cultura se emitió un comunicado en el que se señala que existen "cinco crisis que exigen acción inmediata" dado el "estado crítico" de la institución: la crisis de personal, la edilicia, la de conservación —ya que falta inversión para conservar de forma adecuada algunos materiales—, la de acceso —dado que falta incorporar tecnología para digitalizar los textos—, y la de "sentido".

"La mayoría de los uruguayos no entra a la Biblioteca Nacional. Eso no solo es una señal de desconexión, es un síntoma de exclusión", remarcó su directora durante una rueda de prensa este lunes.

Valentín Trujillo, el exdirector de la Biblioteca Nacional, cuestionó la decisión a través de una carta, a la que accedió El País. "Es una decisión más que negativa, que indica una ausencia de rumbo y de criterio", advirtió.

"Un acto que demuestra inoperancia. Un experimento improvisado", alertó Trujillo, que marcó que heredaron un "verdadero caos" en 2020, luego de tres gobiernos consecutivos del Frente Amplio.

"Había enormes problemas locativos y de limpieza, de seguridad, de gestión humana y de presupuesto. Y en ningún momento se nos pasó por la mente que la solución fuera cerrar la institución", destacó Trujillo.

El diputado del Partido Colorado Felipe Schipani anunció públicamente que pidió la convocatoria al Parlamento de Mahía y Schiappapietra para que "brinden las explicaciones correspondientes" sobre el cierre al público. Según consideró, "este anuncio resulta particularmente preocupante por la relevancia simbólica y cultural de la fecha elegida para comunicarlo". Habló de una "decisión improvisada, carente de planificación, y que afecta directamente el acceso ciudadano a un patrimonio cultural insustituible".

El senador colorado Robert Silva también cuestionó la medida. Dijo que "en un nuevo día del libro y de celebración para la Biblioteca Nacional, el gobierno se encarga de hacer historia" porque "anuncia su cierre con un mensaje contradictorio, poco claro y que genera gran incertidumbre".