El año pasado 818 personas se suicidaron en Uruguay. La cifra implica un récord. Los problemas de salud mental se vienen visualizando cada vez más, sobre todo luego de la pandemia, pero esto no evita las drásticas consecuencias. Uno de los grupos más golpeados es el de los policías, que cuenta con altas tasas de casos de autoeliminación.

El suicidio en funcionarios policiales aumenta de forma anual -con la excepción de 2020 en el que tuvo una inusual caída y fueron cuatro los casos registrados. Esto preocupa a los sindicatos policiales. Desde estas agrupaciones, han catalogado el escenario como “una pandemia silenciosa que avanza con los años”.

Según datos a los que pudo acceder El País, se llevan contabilizados 15 suicidios de policías en lo que va de 2023 —ya es uno más que en todo 2019, el año previo a la pandemia de covid-19. En 2021 fueron 16 y en 2022 se notificaron 21. El Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo (Sifpom) se ha pronunciado varias veces en los últimos años con respecto a estos números.

Para fines de 2022, esta tasa triplicaba a la del resto de la población -y aún mantiene una proporción similar según pudo saber El País. Los números marcaban 63 suicidios policiales cada 100.000 personas, contra 21 cada 100.000 en la población general. Estadísticamente, los funcionarios más afectados han sido varones de entre 30 y 40 años.

Si bien existe esperanza de que las cifras puedan mejorar, desde Sifpom ven la situación como “difícil de revertir, al menos con las herramientas con las que hoy los policías cuentan y en el contexto social actual”.

Desde el Departamento de Salud Mental afirman que “no existe tal epidemia de suicidio policial”. Según datos del MSP, en 2022 se suicidaron 2,25 personas por día en Uruguay. Siguiendo este cálculo, al día de hoy —7 de noviembre— se llevaría una cantidad estimada de 700 personas. Dentro de este número, los casos de suicidio policial representan un 2,1% del total. “Los policías pasan por estas situaciones al igual que cualquier otra persona”, dijeron.

Según pudo saber El País, hace algunos meses hay disponible un psicólogo para funcionarios policiales en puerta de emergencia del Hospital Policial, aunque no está durante todo el día. “Desde el Ministerio del Interior nos dijeron que estaban programando atención las 24 horas pero no está funcionando aún”, dijo la presidenta de Sifpom, Patricia Noy.

El director del Departamento de Salud Mental de Sanidad Policial, Enrique Smerdiner, dijo durante la segunda jornada de salud mental del Hospital Policial que entiende necesario “acercarse al tema de forma profunda y desde varias áreas”. Además, señaló que “hay muchísimas opciones” para que los funcionarios puedan atenderse de forma gratuita.

Por otra parte, la presidenta de Sifpom manifestó que tomar la decisión de asistir a una consulta no es fácil para el funcionario policial, debido a que esto puede significar que le quiten su arma de reglamento, provocando perjuicios a nivel psicológico y económico.

Considera que pueden darse avances en el tema si se pone el foco en la prevención. “No se debe esperar a ver al funcionario desbordado, sino que es necesario atender las señales, prevenir”, dijo Noy.

El episodio más reciente se dio en la madrugada del 31 de octubre cuando en Canelones un funcionario de 41 años asesinó de un disparo a su pareja y luego se quitó la vida.

A pesar de tener orden de alejamiento habían acordado encontrarse en un vehículo, donde minutos más tarde el hombre le efectuó disparos con un arma de fuego. Tras matarla, estacionó frente a la comisaría especializada en violencia doméstica y de género, y se disparó en la cabeza. Fue encontrado con vida y falleció mientras intentaban reanimarlo.