Redacción El País
Ambert, un pequeño pueblo en la región Auvernia-Ródano-Alpes de Francia, se sumó a la iniciativa de vender casas a 1 euro para frenar la despoblación y potenciar la rehabilitación de su casco antiguo.
Como señala la web del ayuntamiento de Ambert, se trata de un “precio simbólico” a fin de bajar la tasa de desocupación de viviendas, que alcanza el 60%. “La convocatoria está dirigida a propietarios de bajos ingresos que buscan vivienda social”, apunta el gobierno local.
El precio de la transferencia es de 1 euro, aunque los gastos de notaría corren a cargo del comprador. A cambio, el comprador deberá realizar la obra de rehabilitación, de acuerdo con los requisitos administrativos.
Las condiciones para adquirir casas a 1 euro en Ambert
Según detalla la web del ayuntamiento de Ambert, "los hogares solicitantes deben cumplir con los límites de ingresos y comprometerse con un programa de trabajo establecido en el permiso de planificación". Además, "el solicitante seleccionado también podrá optar a ayudas para la renovación".
Además, la obra de restauración deberá ser ejecutada en el plazo de 16 meses contados a partir de la fecha de la firma de la escritura de compraventa.
Quienes compren una de estas viviendas deben comprometerse a vivir allí por un mínimos de tres años (una vez que sea habitable). Las bases no contemplan que se use como segunda residencia.
Las solicitudes deberán enviarse por correo electrónico o por correo postal al alcalde de Ambert, antes del martes 30 de septiembre de 2025.
Casas por 1 euro en Italia
El sistema de venta de casas por 1 euro para restaurar pequeños pueblos no es nuevo. En Italia son muchos los municipios que participan con éxito de esta iniciativa desde hace años.
Penne, un municipio en la región de Abruzzo en la provicia de Pescara, es uno de los pueblos que ofrece casas por 1 euro. "El proyecto tiene como objetivo la recuperación y recalificación de los numerosos edificios y viviendas abandonados del centro histórico que no son habitables, llevando al Municipio a ser portador de intereses públicos con el desarrollo de nuevas actividades, incluida la hostelería", detalla el municipio.
A diferencia de otros pueblos que se han sumado a esta iniciativa, detalla Petrucci, en Penne el único requisito para los compradores es que se comprometan a remodelar las casas en tres años.
"Pero no pedimos ninguna garantía de pago inicial para iniciar las obras. Realmente queremos animar y apoyar a quienes vengan a revivir el antiguo barrio", agregó.
En otros pueblos donde funciona este proyecto, se exige una fianza de entre 3.000 y 5.000 euros que se devuelve al finalizar las obras.
Además, el municipio pone a disposición de los compradores un equipo de arquitectos y asesores para facilitar la tarea de remodelación. Una reforma básica ronda la inversión de 21.000 euros.