Publicidad

"En la Iglesia he visto alguna malicia y bastante incompetencia"

Compartir esta noticia
Jack Valero. Foto: Francisco Flores

JACK VALERO

Llegó a Uruguay, entre otras cosas, para capacitar a un grupo de católicos sobre cómo enfrentar a los medios de comunicación y responder a las críticas, “con simpatía y de manera positiva”.

Cofundador de la organización británica Catholic Voices, Jack Valero dijo en una entrevista con El País que la Iglesia “no ha sabido llevar bien” una crisis por el tema de los abusos sexuales, que aún le hace “mucho daño”. También afirmó que la Iglesia ha tardado demasiado tiempo en reaccionar, pero le da esperanza la cumbre organizada por el papa Francisco: “Es la primera institución en el mundo que ha llamado a todos sus líderes y quiere atacar este problema”.

—La Iglesia católica se encuentra en un momento complicado ante la crisis por las denuncias de abuso sexual, sumado a una notoria pérdida de fieles, al menos en América Latina. ¿Cómo sale de este momento?

—La Iglesia siempre ha estado en crisis, toda nuestra historia ha sido así. La de ahora es dura, porque hay personas en la Iglesia que han hecho cosas muy malas. No solo eso, porque personas malas siempre habrá, pero no se ha sabido llevar esto bien. La cosa se ha hecho peor por el mal funcionamiento de los que han gobernado la Iglesia durante algunas décadas. Como católico que veo esta crisis que sigue, sigue y sigue y nos hace mucho daño, yo quiero que nunca más ocurra, que sean castigados los que han hecho esto y los que los han encubierto, y que las víctimas sean ayudadas, recompensadas.

—Usted dijo en agosto del año pasado en una entrevista: "Esto es peor de lo que pensábamos". ¿Por qué se reaccionó tan pero tan tarde?

—Sí, la Iglesia ha tardado demasiado tiempo. Pero la sociedad era de cierta manera en los años 70 y 80. En mi país el Times descubrió que había mucho abuso sexual de menores en equipos de la Premier League, en famosos, orfanatos del Estado, en colegios de música, en gimnasios. No se sentía un problema tan grande, como lo es en realidad. Yo soy de la opinión que un abuso de un sacerdote es infinitamente peor que el de un entrenador o un profesor porque él tendría que llevarte a Dios y hace lo contrario. Por eso, la Iglesia debe ser castigada mucho más que cualquier otra institución. Ha habido una toma de conciencia y los medios han ayudado, su papel fue muy importante. En Uruguay yo creo que se ha llevado bien porque el cardenal (Daniel Sturla) ha pedido disculpas por las víctimas que ha habido, puso un número para llamar y se ha preocupado de que haya protocolos para que esto no ocurra más.

—En Uruguay quizás el tema puede haberse tratado bien en los últimos años. Pero en los casos que se conocen, que son antiguos, a los sacerdotes se los apartaba o se los llevaba a otro país. Era como barrer debajo de la alfombra.

—Todo eso hemos visto que está mal. Hubo alguna malicia y bastante incompetencia. Yo he visto eso históricamente. Pero en 2019 hubo una cumbre y el papa llama a los principales líderes de las iglesias en todo el mundo y les hace tomar conciencia, escuchar a víctimas, hacer un plan global. Dice que todos vamos a hacer oración y penitencia. Eso a mí me da esperanza: es la primera institución en el mundo que ha llamado a todos sus líderes y quiere atacar este problemas.

Papa Francisco: "El primer caso debe ser reconocer la verdad de lo que ha sucedido". Foto: AFP
Papa Francisco: "El primer caso debe ser reconocer la verdad de lo que ha sucedido". Foto: AFP

—Las víctimas dijeron que esperaban más...

—Esperaban más y deben salir más cosas concretas. Pero había un paso previo, y quizás no se aprecia tanto pero era muy necesario. Ese paso es escuchar a las víctimas.

—Esta semana se confirmó que el cardenal australiano George Pell, quien fue el número tres del Vaticano, ha sido condenado a seis años de prisión por cinco delitos de pederastia. El caso le pega muy cerca al papa Francisco. ¿Lo ha hablado con él?

—No he hablado con Francisco, pero el caso de George Pell no va a ayudar mucho porque lo que le acusan de hacer es casi imposible que lo hubiera hecho. Es una pena.

—Pero fue condenado.

—En Australia, que es un país que parece muy desarrollado y moderno, la Policía empieza su investigación sin ninguna denuncia, por cuenta propia. Agarran dos, pero uno ha muerto y antes de morir dijo que no lo había abusado nadie. El otro dice cosas que el cardenal hizo, que es imposible que las hiciera.

—El año pasado se publicó el llamado informe de Pennsylvania, que incluye acusaciones contundentes.

—Ese informe, que hizo tanto ruido hace nueve meses, tiene más de mil páginas que casi nadie se ha leído. Pero si uno lo lee, se da cuenta que confirma esta narrativa: hubo abusos que crecieron en la década de 1970 y 1980, se llevaron muy mal, y decayeron en los 90. En la crisis de 2002 del Spotlight se ponen reglas y bajan casi a cero. O sea, el cardenal de Chicago dijo que en todo Estados Unidos, que había miles de casos, a partir de 2002 tienen cinco casos al año.

—Igual son cinco casos al año.

—Es malísimo, pero para un país de más de 300 millones de personas, donde hay 200.000 casos de abuso sexual, que solo cinco sean de la Iglesia católica te da una perspectiva de lo que pasa.

—El papa Francisco tiene una forma de comunicación distinta a la de los anteriores. ¿Contribuye a llegar más a la gente?

—Sí, este papa comunica muy bien. La nueva comunicación es que el papa ama a todas las personas pero rechaza a las ideologías, tanto de derecha como de izquierda. No le gustan nada las ideologías. Él puede decir que la ideología de género hace mucho daño y la enseñan en los colegios porque les dan dinero para que lo hagan. Y al día siguiente recibe a un tipo gay y le dice que Dios lo quiere como es. Rechaza la ideología pero acepta a la persona, haga lo que haga.

Papa Francisco
El Papa en el final de la cumbre celebrada en el Vaticano. Foto: Reuters

—En estas épocas de mucha sensibilidad, ir contra la ideología de género tampoco le debe generar muchos puntos a favor en ciertos sectores.

—Exacto, realmente no le importa la opinión pública. Y si le empujan, hace lo contrario.

—Catholic Voices surgió en el Reino Unido en un viaje de Benedicto. ¿Cómo y por qué?

—Se anunció que iba el papa en el 2010 para beatificar al cardenal Newman y se generó cierta hostilidad. Nosotros vimos esto como una gran oportunidad. Vimos que había un interés mediático, pero faltaba gente que explicara bien la cosa, con simpatía y de manera positiva. Formamos un grupo de gente y estuvimos en muchos informativos, más de 100 en cuatro días, y la visita fue un éxito mediático. Desde entonces formamos gente en el Reino Unido y se ha extendido el proyecto a más de 20 países. Ahora empezamos aquí.

—¿Qué les enseñan?

—Les decimos que, cuando van a comunicar algo de la Iglesia, se den cuenta que el que te critica siempre tiene un punto bueno y explicar tu mensaje desde ahí. No pelearnos.

—¿Y cuáles son las técnicas concretas que les dan?

—Primero, conocer bien la doctrina de la iglesia. Segundo, saber lo que está pasando en las noticias. Tercero, buscar lo bueno del otro. Y recién entonces hablar. Pero no le decimos a nadie lo que debe decir.

PERFIL
Jack Valero. Foto: Francisco Flores
De Barcelona a Londres
NombreJack Valero
Edad59 años
Otros datosCreó Catholic Voices

Jack Valero nació en Barcelona, España, y a los 17 años emigró a Reino Unido, donde estudió en el University College de Londres, "una de las diez primeras del mundo", según contó, en una charla con El País. Allí estudió Ingeniería y montó una empresa de informática, que llegó a tener unos 100 empleados. Más tarde vendió su parte de la empresa y empezó a trabajar para la oficina de comunicación del Opus Dei en el Reino Unido, de la que hoy es su director. "Todo el tema de Dan Brown y el Código Da Vinci nos ayudó a la comunicación porque nos hizo hablar más de lo que hacíamos y lo que no", explica Valero. Luego se sumó al equipo de comunicación de la iglesia y, con la visita del papa Benedicto en 2010, fundó Catholic Voices. En esa organización, integrada por fieles de diferentes órdenes religiosas, capacitan a católicos de una veintena de países sobre cómo dar entrevistas y comunicar el mensaje de la Iglesia.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad