PUEBLO DE SALTO CON BROTE

El alcalde de la localidad salteña de Pueblo Belén, Luis Zuliani, estaba contento. De pie en la puerta de la sede del municipio, vio llegar dos camionetas de la intendencia con 150 canastas de alimentos secos, frutas y verduras. Serán distribuidas entre la misma cantidad de personas que en esa localidad de poco más de 1.700 habitantes, están cursando COVID-19. Otras 300 están en cuarentena.

En el pueblo ubicado 590 kilómetros al norte de Salto, la habitual calma que conocen los lugareños se ha vuelto tensa.

“Nunca hubo tanto control en las casas y en los comercios del pueblo como hay ahora. Hay algunos que no te dejan pasar y te atienden desde la puerta”, comentó el alcalde, mientras miraba cómo integrantes del gabinete de Andrés Lima y el propio intendente descargaban la mercadería. Zuliani agregó que a partir del brote “se impuso el uso del tapabocas”.

Ante la información que circuló, el alcalde quiso aclarar cómo surgió el brote: “El hijo del pastor de una iglesia fue a un encuentro en Rivera y al parecer volvió ya con COVID-19, y contagió a su padre. Y este, al celebrar el culto en el que no había más de 30 personas, increíblemente terminó contagiando a un montón de gente y así se desparramó todo”, dijo moviendo la cabeza en señal de desaprobación.

En medio de su explicación, Zuliani recibió la noticia de que había 20 nuevos casos positivos, aunque también otras personas estarían recibiendo el alta en las próximas horas. Según su estimación, la cifra de 130 positivos (que representa casi el 10% de la población) se mantiene o podría haberse incrementado levemente.

El alcalde destacó la solidaridad que se despertó en el pueblo a raíz de lo que está pasando, y cómo los vecinos han empezado a ayudarse entre ellos, haciendo mandados a quienes se contagiaron.