Redacción El País
La Intendencia de Montevideo (IMM) solicitó la habilitación legal para demoler un edificio de dos pisos ubicado en el Centro de Montevideo, en Colonia y Andes, que corre peligro de derrumbe. Según detallaron desde el gobierno capitalino a El País, se notificó al propietario del inmueble y se aguarda la autorización para la demolición, que debería llevarse adelante entre esta semana y la próxima.
"Por seguridad, el pasado 23 de julio se desalojó. Además, se cerró la zona por garantías de seguridad y se espera cumplimiento de garantías legales para hacer la demolición", apuntaron desde la IMM.
En el diario oficial se publicó una intimación a que los propietarios se presenten antes de este miércoles a fin de tener garantías. Dos personas que dicen tener derechos posesorios no registrados en registro notarial ya firmaron para autorizar la demolición, apuntaron desde la intendencia.
Así, cuando se complete el proceso se procederá a realizar un derrumbe controlado por el estado de la propiedad para disminuir los daños en coordinación con Bomberos y el Ministerio del Interior.
El miedo de los vecinos
El País consultó al restaurante El Danubio Azul, que se encuentra justo al lado del edificio, y desde el local detallaron que la semana pasada la intendencia les informó que concurrirían "entre jueves y viernes", pero no asistieron ni tampoco los llamaron.
"Que esté cerrada la calle nos afecta porque ni los clientes ni los proveedores pueden parar en la cuadra", detallaron y explicaron que necesitan un detalle más preciso sobre cuándo se realizará la demolición, puesto que la recomendación fue desalojar el predio cuando suceda, pero no podrán hacerlo si hay clientes en ese momento.
"Les explicamos que no podemos sacar a la gente si está almorzando en ese momento. Tenemos mesas reservadas. Necesitaríamos que haya una notificación clara o que se haga en el momento en que cerramos durante la tarde", explicaron.
Otra comerciante de la zona, que trabaja en una farmacia en la misma cuadra, dijo que tanto trabajadores como clientes tienen miedo de pasar por el lugar. "Nos cansamos de llamar, tenemos miedo. Y la gente no pasa. Ya no sabemos qué hacer, nadie nos da soluciones", apuntó la trabajadora en diálogo con Telemundo (Canal 12).